Rara enfermedad hace crecer los senos a niña

CON APENAS 14 AÑOS

CADA UNO DE LOS SENOS DE LA ADOLESCENTE PESA CUARENTA LIBRAS

Padecimiento. Un médico dijo que a la niña había que cortarle parte del seno para investigar qué causa su crecimiento, pero la adolescente se resiste. Manuel A. Vega Batey Vasca, San Pedro de Macorís Una adolescente con 14 años de edad ha desarrollado una extraña enfermedad que le ha provocado un crecimiento desorbitante en sus senos, que ahora llegan a pesar 40 libras cada uno y medir pies y medio de largo y 145 centímetros de ancho. La rara enfermedad no solo le ha hecho crecer los senos, sino que ahora afecta su estado emocional, porque en la escuela sus compañeros se burlan de ella. El peso en las glándulas mamarias la han ido encorvando o inclinando, ya que afectan la columna vertebral, que ha ido cediendo al volumen y peso de los senos. La adolescente, a quien se le ha cortado hasta el habla con el quebranto, dice que detectó anomalías en sus senos cuando tenía nueve años de edad. “Cuando tenía 9 años, descubrí en la escuela que botaba un líquido de los pezones de los senos y comuniqué a mi madre, ella me llevó al médico, pero la falta de recursos económicos paralizaron la investigación médica”, contó. La menor narró que a medida que pasaron los años el líquido que brotaba de los pezones paró, pero sus senos no han dejado de crecer y ya le llegan a la cintura. Una tía apodada Nina la llevó a un médico en Barahona, pero el galeno diagnosticó que había que cortarle un pedazo de seno para estudiarlo fuera del país, a lo que la niña se resiste. Acongojada “Yo quiero que me ayuden con este mal que me está matando emocionalmente, pero no quiero que me corten los senos”, dijo acongojada por el dolor que le provocan sus gruesos y largos senos, en la columna. Médicos de San Pedro de Macorís tienen la sospecha de que ella pudo haber adquirido una bacteria, dado el hacinamiento en que desarrolla su vida en el batey. La niña vive junto a su madre en uno de los barracones del batey, con piso de tierra, sin baño, ni energía eléctrica. En el hogar se cocina con leña porque no tienen estufa y escasea el agua potable. Solo dos sillas plásticas arrugadas, y que han perdido su color con el tiempo, sirven para que la familia de unos cinco miembros puedan comer sentados, unos primero y otros después. Al medir los senos tienen unos 155 centímetros de ancho y cuelgan hasta la cintura a casi dos pies de largo. La menor, cuyo nombre se omite por razones legales, ha  perdido su voz y tiene una úlcera en el seno izquierdo. El padre de la adolescente, que no fue identificado por su nombre se fue a Barahona, huyendo de su responsabilidad. Vasca es un batey localizado a unos 20 kilómetros de San Pedro de Macorís por la carretera que va a la provincia de Hato Mayor. LISTIN DIARIO