sábado, 15 de diciembre de 2012

El roedor:El ingenio; 32,000, Semma


Aristófanes Urbáez
elroedor2045@hotmail.es
“El ser humano siempre ha sido capaz de las más insignes virtudes y de las más excelsas proezas, pero al mismo tiempo capaz también de las más abominables aventuras y de los más vergonzosos delitos y así la historia de la Humanidad en todos sus períodos ha resultado luminosa en algunos aspectos y deprimente en otros. Y en conjunto siempre muy ambigua”.   
-Mi Obispo Arnaiz, S. J.- 
Habría que estar “picado” de necedad crónica para no ver que la República Bananera aumentó y diversificó su aparato productivo, y podemos decir como el nostálgico Luisito Rey: “Mi pueblo ya no es mi pueblo// es una ciudad cualquiera// con sus edificios altos// y sus anchas carreteras”. Y también, como el cuento “Un niño”, de Juan Bosch, hemos pagado el precio por ese progreso. Vivimos en “dos ciudades”, como Charles Dickens. Un desarrollo físico a ojos vistas, y una involución cultural donde lo primero que se ha perdido es el respeto y el deterioro de esa “esencia” que llamamos dominicanos; respeto por nuestras tradiciones y nuestras costumbres; sustituidas --¡oigan bien!ó por la politiquería rastrera, el robo y la droga.
Cuando los pueblos terrosos que vivíamos alrededor de los cañaverales verdes del Batey Central o Ingenio Barahona; digo, cuando comenzaba la zafra y la molienda, para todos era una especie de “Monzón” económico. Todos, aunque no trabajaran en “El Ingenio” (así le decían), tocábamos algo. Desde la provincia (hoy con 11 municipios, varios distritos municipales, secciones y parajes). Burócratas, trabajadores y picadores haitianos, todos, tocábamos aunque sea “un ensarte de biajacas”, o nos pasábamos unos seis meses comiendo caña gratis, caña de cáscara tierna y tan dulce  que daban mareos. Toda la provincia y parte de Bahoruco nos alegrábamos y veíamos el ingenio, todavía en el Decimato de Balaguer, como la “salvación”. En 1994 existía el Ceagana, depredado casi totalmente por sus “funcionarios”, pero existía.
El “primer golpe” fue cuando el azúcar subió por la nubes durante la guerra del Yom Kippur Israelo-árabe, 1973; luego, vino la azúcar de remolacha, cuando Balaguer desde la Asamblea Nacional, proclamó que había “que arrancar esa hierba amarga”  y “diversificar la industria azucarera”. No sé si ocurrió. Pero comenzó el despojo por parte de los funcionarios del CEA y los síndicos repartiendo “pedazos” de tierra (ellos se quedaban con miles de tareas) para que voten por los partidos. El Ingenio perdió la mitad de sus tierras. Se las cogieron todas. Pero la Ley 141-97 de “capitalización”, ante la mentira Freddy Ortiz, (¡no dude que vuelva, aunque no sea por mí!) que dice “Leonel regaló los ingenios del CEA y las empresas de Corde”. Leonel salvó el gasto público, porque es muy bueno decir que en Chile hay 80 mil empleados públicos, lo que es  mentira; pero ya F. Ortiz dice aquí son 750 mil (150 mil más que lo calculado por los “quiebrabancos”), más o menos los spots que hizo como publicista. (René Fortunato: ¿en qué país hubo un Trujillo que dejó 32 empresas, más el CEA, cuyas nóminas se pagaban con préstamos del Banreservas, porque no eran productivas, pero que El Patriarca decía que de eso vivían “pobres padres de familia”?). Resulta que en 17 años, todo lo que no se capitalizó o arrendó, hoy tiene dueños político-privados, y quien quiera que me siga a realizar los inventarios.
El arrendamiento salvó “El Ingenio” Barahona, pero sigue el lisio: se roban “chines” de tierra; queman los cañaverales florecidos; destruyen las “rigolas” y lo último: bloquear “la máquina” (así le dicen), que, como tortuga va de batey en batey (más vieja que  mi difunta santa Empera) recogiendo la caña.
2.- Virgilio Pérez Bernard (arrendatario) y el Almirante  Sigfrido Pared, FFAA, deben firmar un acuerdo para que la V Brigada EN (no Policías)  proteja El Ingenio, debido a que los insensatos ignoran, cegados por tener el pedazo de tierra, que es la única riqueza inagotable que nos queda, hasta que llegue la presa de Monte Grande; hoy rumbo a las 75 mil toneladas (que nunca antes las produjo por falta de tecnología).
3.- Semma
Esta “cultura” del desorden, del despelote, ha llegado al extremo de que los peores seguros médicos son (¡ay, Dios!), el de los médicos, maestros y el de la UASD, la única del Estado, que Danilo, siguiendo la tradición, le aumentó 1,200 millones para el 2013. Bosch la llamó “el paraíso de la pequeña burguesía”. En todas las empresas privadas tienen el seguro contributivo y todos se afilian al que mejor le cuadre. El que quiera se cambia (Senasa, Palic, Humano, Universal, etc.). ¡Ah, pero  la UASD y en la ADP no, ahí están la “revolución”, y todos están presos porque tienen su ARS. Maestros y empleados  cogiendo lucha y los “colegas” médicos “se la buscan” (como los choferes). Y no hay quién contradiga a esos “demócratas” hitlerianos, ¡que golpean más fuerte que las SS alemanas! (¿Quién le dio la paliza al viejo Ambiorix, jefe de la FED? ¡Pues nadie sabe, Cachaco!) Es un ‘bojote’ de jefes mientras más “democráticos”, dan más duro...

“Y todo como el diamante, antes que luz, fue carbón” (H.T.)
4.- IPPPs-CDEEE
¡Ay, Presidente!: dicen los IPPPs que la CDEEE les U$801.0 MM, al 40x1 son U$32,000 MM. Jerjes busca U$300. Restaremos: RD$30 mil MM más. ¡Cógelo, Turú, jau, jau, jau! 

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