viernes, 29 de marzo de 2013

El "ascenso al cielo" de Hugo Chávez


Cuando Hugo Chávez ascendió a los cielos fue recibido por Simón Bolívar, Evita Perón, Salvador Allende y el Che Guevara, entre otras figuras notables del santoral de la izquierda venezolana.
Es la versión en dibujos animados que presenta en un video de un minuto de duración la cadena estatal venezolana Vive TV.
En la pieza se ve cómo el líder bolivariano, en alpargatas y con la tradicional chaqueta con el tricolor de la bandera de Venezuela, llega a unos verdes pastos que asemejan el paisaje de los llanos de Sabaneta de Barinas, en el suroeste de Venezuela.

Es lógico, considerando que para el presidente su terruño era algo así como el Paraíso, el sitio donde aspiraba a retirarse algún día y el lugar donde dijo que quería ser enterrado, una última voluntad que todavía no se ha cumplido.
Y claro está, a juzgar por quienes lo reciben, se trata de un paraíso exclusivo para izquierdistas y nacionalistas de América Latina.
Es la más reciente herramienta de la estrategia de "santificar" al fallecido presidente y convertirlo en el "Líder Supremo y trascendente" de la llamada revolución bolivariana para la movilización de sus seguidores ante las venideras elecciones, las primeras en casi tres lustros en las que Chávez no estará, al menos no físicamente.

"Cristo de los pobres"

La verdad es que desde su muerte el 5 de marzo, la figura de Chávez se ha hecho omnipresente, con fotos gigantes en edificios públicos, la repetición de sus maratónicos programas dominicales y sus discursos.
En la explotación electoral de la memoria y el recuerdo del presidente el discurso oficial ha etiquetado a Chávez como el "Jesucristo de los pobres".
Incluso el vicepresidente y ahora candidato presidencial, Nicolás Maduro, a quien Chávez ungió como su sucesor, habló de unas gestiones celestiales para lograr que el argentino Jorge Bergoglio fuera elegido Papa.
Los seguidores del chavismo aceptan de buen grado las bondades de su desaparecido líder, a quien siempre han tenido en el altar de la política.
Ahora, ya desaparecido, lo tendrán además para rezarle.
De hecho, desde hace mucho tiempo en las tiendas que venden productos vinculados a la santería se podían comprar figuritas de Chávez, junto a las de Bolívar, María Lionza, el beato Dr. José Gregorio Hernández y otros "santos" del culto sincrético venezolano.

"Chávez no es un santo"


Esta Semana Santa, las estampitas de Chávez competían a las puertas de las principales iglesias de Caracas en la preferencia de la clientela-feligresía con las tradicionales figuras de vírgenes y nazarenos típicos de la fechas.
Pero en una sociedad tan dividida como la venezolana, lógicamente no todos creen que Chávez haya sido un santo y consideran que la beatificación es una burla de la fe católica que profesa la mayoría de los ciudadanos.
El arzobispo de Caracas, el cardenal Jorge Urosa, pidió no seguir comparando a Cristo con gobernantes o personas de este mundo porque aseguró que se trata del "mismo Dios hecho hombre" y no es equiparable a ningún líder social o político contemporáneo.
El debate sobre la "santidad" de Chávez queda como otros tantos diálogos imposibles en medio de la polarización venezolana.
Y menos aún cuando el "ascenso a los cielos" es promovido desde el mismo aparato de información oficial, que lo usa como parte del arsenal de propaganda para las elecciones del 14 de abril.
Para muchos la votación de ese día será como un acto de fe, a favor o en contra del desaparecido presidente, como solía suceder cuando vivía.

Carlos Chirinos
BBC Mundo

Corea del Norte entra "en estado de guerra" con Corea del Sur



Corea de Norte anunció este sábado que ha entrado en "estado de guerra" con Corea del Sur, en un comunicado de la agencia estatal del país, KCNA.

El anuncio representa una escalada de la retórica bélica del país, que ha aumentado considerablemente en esta última semana.

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Corea del Norte ha amenazado con atacar a Corea del Sur y las bases militares estadounidenses desde que comenzaron los ejercicios militares de ambos países en febrero de este año.

Sin embargo, muy pocos piensan que el norte se arriesgaría a una guerra a gran escala.

Las dos Coreas han estado técnicamente en guerra desde que terminó el conflicto armado entre ellos en 1953, con un armisticio que nunca se convirtió en un tratado de paz.

El pasado 12 de febrero Corea del Norte llevó a cabo su tercera prueba nuclear, que provocó la imposición de nuevas sanciones.

Muchos analistas creen que una guerra con Corea del Sur y su aliado Estados Unidos sería suicida para Pyongyang, según lo explicó la corresponsal de la BBC en Seúl, Lucy Williamson.

Pero si ambas partes continúan con las amenazas, existe la posibilidad de que aumenten los "incidentes menores", agrega la periodista.

Amenazas

Kim Jung-un dijo el viernes que había llegado el momento "de ajustar cuentas con los imperialistas estadounidenses".

"Desde ahora, las relaciones norte-sur entrarán en estado de guerra y los asuntos que surjan entre el norte y el sur serán tratados de acuerdo con ello", se lee en el comunicado dado a conocer este sábado, en donde también se prometen "acciones físicas severas" contra "cualquier acto provocativo".

"La situación de larga data de la península de Corea, que no ha estado en paz pero tampoco en guerra, ha terminado".

Caitlin Hayden, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional en Washington, dijo que EE.UU. había "visto los reportes del nuevo, y poco constructivo, comunicado de Corea del Norte".

"Nos tomamos en serio estas amenazas y nos mantenemos en estrecho contacto con nuestros aliados de Corea del Sur", dijo.

Charles Scanlon, BBC


El engaño siempre ha jugado un papel fundamental en la estrategia de Corea del Norte. El régimen de Pyongyang necesita que sus vecinos, mucho más poderosos y antagonistas, se tomen en serio sus advertencias. Al amenazar con el caos potencial y con la guerra en el corazón de la región más dinámica del mundo económico, han sido capaces de trascender su propia debilidad y obtener concesiones diplomáticas en el pasado.

Pero Estados Unidos podría estar a punto de poner al país en evidencia. El Departamento del Tesoro de EE.UU. está tomando medidas para exprimir económicamente a Corea del Norte, y el Pentágono ha volado B-52 y bombarderos B-2 sobre la península de Corea, movimientos diseñados para provocar una reacción hostil.

La dura postura de Washington le genera un dilema a Kim Jong-un, quien quiere mostrar a sus generales y al pueblo de Corea del Norte que puede forzar concesiones de EE.UU., en el mismo estilo de su padre y su abuelo. Ahora podría estar tentado a lleva su política arriesgada a un nuevo nivel, para tratar de convencer a EE.UU. y la región de que la confrontación no funciona y provoca demasiados riesgos.

Las múltiples amenazas que Corea del Norte ha realizado a EE.UU. y Corea del Sur en las últimas semanas incluyen la alerta de un "ataque preventivo nuclear" en EE.UU. y la ruptura del armisticio de la Guerra de Corea.




El jueves pasado, Corea del Norte amenazó con tener misiles en stand by para atacar las bases militares de EE.UU. en el Pacífico "en cualquier momento".

El líder Kim Jong-un fue citado por la prensa estatal norcoreana diciendo que había "llegado el momento de ajustar cuentas con los imperialistas estadounidenses".

Según él, la situación ha entrado una "fase imprudente", que representa un "ultimátum para que se desate una guerra nuclear en la península de Corea, a cualquier costo".

Tanto el territorio continental estadounidense como sus bases en Hawai, Guam y Corea del Sur han sido mencionados como potenciales objetivos.

Se cree que los misiles más avanzados que Corea del Norte posee son capaces de llegar a Alaska, pero no al resto de EE.UU.
Aumento de la actividad militar

Los medios estatales de Corea del Norte mostraron este viernes a miles de soldados y estudiantes en una manifestación masiva en apoyo a Pyongyang, tras el anuncio de Kim Jong-un.

Más temprano, Rusia advirtió que las tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos podían salirse de control.

El canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo que a su país le inquieta que "la situación se convierta en un círculo vicioso".

Corea del Norte no posee la tecnología necesaria para atacar el territorio continental de EE.UU.

"Nos preocupa además que la acción unilateral que se está adoptando en toda Corea del Norte sea aumentar la actividad militar", añadió.

Por su parte, Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, dijo que la retórica bélica sólo profundizaba el aislamiento de Corea del Norte.

Mientras que China, el mayor socio comercial de Corea del Norte, ha reiterado su llamado a que se alivien las tensiones.

El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hong Lei, dijo en su conferencia de prensa diaria que se deben realizar "esfuerzos conjuntos" para dar un vuelco a esta "tensa situación". El martes pasado ya había realizado unas declaraciones similares.

Militares estadounidenses dijeron en un comunicado que se dio a conocer también el viernes que los bombarderos invisibles B-2 que volaron el miércoles sobre Corea del Sur demostraron la capacidad de EE.UU. para "proporcionar una disuasión ampliada" a sus aliados y de llevar a cabo "ataques precisos, de largo alcance, con la rapidez que deseen".

"Los norcoreanos tienen que entender que lo que están haciendo es muy peligroso", declaró el jueves a los periodistas el secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel. "Hay que dejar claro que responderemos a estas provocaciones del norte, que tomamos muy en serio".

Venezuela, el vuelo del cóndor y las ideas revolucionarias



Caracas. La batalla de las ideas adquiere una importancia decisiva frente al asalto del gran capital contra las conquistas históricas de los pueblos y las condiciones de reproducción de la vida en el planeta.

En América Latina y el Caribe se refleja muy nítidamente pues como en ninguna otra parte del mundo en el siglo 21, las luchas sociales hicieron surgir un bloque de líderes y gobiernos que en distintos grados se oponen al neoliberalismo y han hecho revivir el pospuesto ideal bolivariano y martiano de unidad latinocaribeña. Estos acontecimientos, catalizados luego de la irrupción de Hugo Chávez en la palestra política(1992), han posicionado a nuestra región como un interlocutor internacional crecientemente autónomo e influyente. También han elevado la conciencia política popular de un modo en que el capital cada vez puede ejercer menos la dominación cultural por los medios tradicionales, como se observa diáfanamente en Venezuela.

Aquí, el impacto en los revolucionarios de la desaparición física del jefe histórico de la Revolución ha hecho rodar por tierra los pronósticos de la mafia mediática. Lejos de cundir el desaliento y la división, se ha reforzado la unidad y combatividad del chavismo, que se dirige a conquistar para su candidato Nicolás Maduro una rotunda victoria en la elección presidencial del 14 de abril. Al imperio no le queda más recurso que la desestabilización. Así se analizó en el X Encuentro de Intelectuales, Artistas y Luchadores Sociales En Defensa de la Humanidad que el 25 y 26 de marzo debatió en esta capital el pensamiento y la acción de Chávez.

En este contexto cobra gran actualidad Cuba: ¿revolución o reforma? (La Habana, 2012), libro del ensayista y periodista cubano Enrique Ubieta, ya que aunque su eje es el debate cultural en torno a la Revolución cubana, la argumentación empleada trasciende los límites de la isla. La cultura contrarrevolucionaria –dice el autor- sólo puede entenderse desde un enfoque global”.

Ubieta desnuda y demuele los estereotipos neoconservadores y “posmodernos”, mostrando fehacientemente la enorme pobreza intelectual, moral y espiritual que albergan. A partir de una discusión exhaustiva de las aseveraciones del pensamiento contrarrevolucionario cubano e internacional, el autor desmonta sus trampas, eufemismos y emboscadas semánticas y retóricas. Como explica en las “Palabras iniciales”, no es un libro para objetar a personas concretas; la polémica sigue el hilo conductor de la propuesta cultural que intenta restaurar el capitalismo en Cuba, y los argumentos de sus principales exponentes.

En la primera sección del volumen, “El vuelo del Cóndor: revolucionarios versus reformistas”, Ubieta aborda un tema decisivo para comprender la tradición revolucionaria cubana: la coincidencia entre lo necesario y lo útil. Nos explica que el primer acto útil en pos de la independencia fue inevitablemente de justicia: la liberación de los esclavos.En las condiciones de Cuba, si se quería alcanzar la independencia había que movilizar al grueso de la población tras ese objetivo, que a su vez exigía la abolición de la esclavitud.

Las necesidades vitales de la población sólo podían ser alcanzadas desde presupuestos éticos, sentencia el autor, un principio que se ha mantenido invariablemente a lo largo de la historia cubana. Allí reside un antagonismo de primer orden con el pensamiento de derecha nacional, particularmente con la versión actual, más pragmática y cínica que sus antecesoras, enarbolada por la contrarrevolución en los textos de autores como Rafael Rojas y Carlos Alberto Montaner, por mencionar dos de los más conocidos.

Ubieta argumenta cómo el apego de los ideólogos contrarrevolucionarios al deber ser teleológico se contrapone al martiano poder ser, la “utilidad de la virtud”, que no reduce la verdad a lo meramente visible. Este es el “vuelo del cóndor”, que pide sacrificio, pero es indispensable al interés de la patria. Lo otro esinsectear, vocablo creado por Martí para calificar al culto positivista por los meros datos ausentes de alma y horizonte. Insectear conduce inevitablemente a la subordinación a Estados Unidos pues si se analiza desde el racionalismo frío ¿cómo podría el pueblo cubano sostener la independencia frente a un poder tan formidable?

El nuevo libro de Ubieta llega en buen momento, cuando nuestros pueblos quieren volar como el cóndor y las oligarquías se empecinan en hacerlo como insectos.

Tres mujeres en la vida de José Martí


La Habana (PL) El libro recién presentado en esta capital Tres mujeres en la vida de José Martí, de Ramiro Valdés Galarraga, nos introduce en una faceta poco o nada tratada sobre quien todos conocen como el más universal de los cubanos.

Intelectual estudiado durante la mayor parte de los 160 años cumplidos este 2013 de su nacimiento, la vida privada del Héroe Nacional de Cuba se limita, en cambio, a la especulación pública más que a páginas escritas sobre ella.

Claro que no es extraño que sean las creaciones, luchas y pensamientos de Martí los que ocuparon hasta ahora dichos espacios, dadas las colosales dimensiones de esa arquitectura levantada en solo 42 años de existencia.

La epopeya humana e intelectual martiana merece tal reflexión y espacio historiográfico, científico, literario y artístico, que hoy resulta difícil de encontrar una zona vacía o vedada de conocimiento sobre su vida.

La mayoría de ese bagaje sobre el cubano más conocido en el resto del planeta junto a Fidel Castro, parte de las fundacionales Obras Completas, de Gonzalo de Quesada y Aróstegui, también fuente principal del presente texto.

Más recientemente apareció la Edición Crítica de las Obras Completas de José Martí, con prólogo de Fidel Castro, publicada por el Centro de Estudios Martianos, que rebasa otros estudios y aportes anteriores.

Pero desde hace tiempo se imponía una investigación más detallada sobre esa existencia íntima, nada distante, por cierto, de la imagen pública que se suele tener del Apóstol de la independencia de Cuba.

LA PRIVACIDAD, TEMA DE RIESGO Y ESPECULACIÓN

Tres mujeres en la vida de José Martí enfrenta el clásico desafío que impone a cualquier investigador incursionar en la vida privada de personalidades y, aún más, de grandes genios universales como Martí.

Aunque los entresijos del paso por el mundo de esos actores de la historiografía sean los más proclives a despertar el interés y la curiosidad humana, los equívocos suelen también estar a la vuelta de cada página.

"Para escribir sobre las intimidades de Martí -apunta además Galarraga- es una obligada necesidad apoyarse en fuentes de garantía, para reducir a su mínima expresión el subjetivismo de cualquier autor".

Esfuerzo de búsqueda y consulta bibliográfica que también aporta el autor en sus otros dos libros sobre el Héroe: Diccionario del pensamiento martiano (2002), y José Martí, los padres y las siete hermanas (2004).

El rigor documental es preciso en cada intento investigativo sobre la extensa obra martiana, pero el énfasis prestado a esa región de la privacidad del Apóstol tuvo que ser en particular riguroso, precisa el autor.

Mucha especulación ha generado en la historia el tema de las relaciones del Héroe con sus más allegadas féminas, por ser generalmente poco tratado y a la vez polémico en el debate público sobre cualquier figura masculina.

Por otro lado, en el caso de un estudioso serio como Valdés Galarraga, la investigación requirió un cuidado casi quirúrgico de respeto a la ética martiana en materia amorosa, defendida a capa y espada por el propio Maestro.

Esa actitud cívica de Martí enfrentaba también ataques de enemigos políticos, contemporáneos o posteriores, además del machismo de unos o la mojigatería de otros que, de un modo u otro, se apartaron de la realidad.

Razón principal para que uno de los objetivos del autor fuera el de demostrar la falsedad de la presunta paternidad de Martí sobre María Mantilla, hija de Carmen y de su primer esposo y amigo del apóstol, Manuel Mantilla.

Así, Valdés Galarraga aclara desde la introducción que su intención no es una historia de amor, pese al papel de ese sentimiento en Martí, sino un estudio sobre la influencia de esas tres mujeres en su personalidad.

El texto resulta, en general, atrayente sobre temas martianos hasta ahora sin enfocar con la misma intensidad que pasajes históricos, épicos, filosóficos, periodísticos o literarios, sobre todo los poéticos y ensayísticos.

¿QUIÉNES FUERON ESAS MUJERES? 

Luego de afirmar que en realidad el Héroe "fue muy desafortunado en amores", Galarraga nos presenta esas relaciones en su libro, para el cual invirtió dos años de pesquisa, del modo siguiente: 

Carmen Zayas-Bazán e Hidalgo: nacida en Puerto Príncipe, hoy Camagüey, única mujer con la que Martí se casó el 20 de diciembre de 1877, y con quien engendró a su único descendiente José Francisco Martí Zayas-Bazán, Ismaelillo como llamara a su hijo.

Fue un matrimonio de 13 años, de ellos solo cuatro de convivencia real y nueve físicamente separados, en el que Martí amó y fue correspondido.

Pero su felicidad duró solo dos años y estuvo signada por la incomprensión de ella respecto a su causa libertadora.

María García Granados y Savorio, la Niña de Guatemala: hija de un expresidente de ese país, especie de romance platónico de unos siete meses, sin contacto físico, en los que Martí y la joven de 17 años se amaron en silencio.

Carmen Miyares Peoli: relación mutua y profunda surgida a los 27 años con la llegada del Maestro a Nueva York, y madurada durante los 15 años restantes en que juntos prepararon allí "La Guerra Necesaria", como él le llamó a la gesta independentista de 1895.

No existen pruebas de relación marital entre Martí y esa dama de origen cubano-venezolano. Cuando este amor pudo divulgarse, tras fallecer el esposo de ella, y Carmen Zayas-Bazán abandonarlo a él, tuvo que ser discreto.

De las tres, fue esta última -conocida como Carmen Mantilla por el apellido de su esposo- "el alma gemela que tanto soñara Martí, ya que contribuyó al empeño más caro de su vida, la libertad de Cuba", afirma el autor.

Valdés Galarraga contrapone esa última relación de Martí a la de su legítima y controvertida esposa, Carmen Zayas-Bazán, de la cual â�"afirmaâ�" "fue, a no dudarlo, el mayor error que cometiera en su corta vida".

El investigador achaca esa falla a la inexperiencia del Héroe en esa época y a "la necesidad de encontrar un amor que le compensara las grandes vicisitudes de su temprana juventud".

Y es aquí donde este libro epistolar, de profundas enseñanzas éticas, ofrece a través del pensamiento del Maestro una de las más crudas y hermosas verdades de la vida.

En carta escrita a su hermana Amelia en 1882, en respuesta a una misiva enviada por ella, donde le anuncia su matrimonio, Martí intenta librarla de posibles confusiones de amor: 

"La felicidad de la vida, Amelia, -escribe- está en no confundir el ansia de amor que se siente a tus años con ese amor soberano, hondo y dominador que no florece en el alma sino después de un largo examen, detenidísimo conocimiento y fiel y prolongada compañía de la criatura en quien el amor ha de ponerse".




Por Antonio Paneque Brizuela 

*Periodista de Prensa Latina 

jhb/npg/apb

Rusia y China perseveran en alianza estratégica





Por Odalys Buscarón Ochoa

Moscú, 23 mar (PL) La primera visita al extranjero del presidente chino, Xi Jinping, dedicada a Rusia, más que simbólica, corroboró la perseverancia en la continuidad de una alianza estratégica, considerada hoy por los líderes de los dos países como una prioridad.Xi llegó este viernes a Moscú en su primera gira internacional desde que asumió la jefatura del estado la semana pasada, para una estancia oficial de tres días, y solo en la primera jornada, presenció la firma de un voluminoso portafolio de acuerdos y memorandos conjuntos.

El acento económico y los intereses mutuos en el sector energético marcaron el contenido de la cooperación económico-comercial.

Las partes ratificaron también en el ámbito político la comunidad de enfoques en torno a la problemática internacional, desde la posición de dos potencias influyentes, miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con derecho al veto.

Las coordinaciones estrechas de Moscú y Beijing tienen lugar, asimismo, en los formatos del G-20 y el Grupo Brics (integrado además por Brasil, India y Sudáfrica).

Según expresó el presidente Putin, los dos países se apoyan mutuamente en cuestiones concernientes a intereses clave, como la defensa de la soberanía, la integridad territorial y la seguridad.

Poco antes de su viaje a Moscú, Xi manifestó en igual sentido que las dos naciones constituyen socios prioritarios en la cooperación estratégica, y Rusia para China es el vecino amistoso.

En la práctica, entre los dos países hay un alto grado de complementación;junto con el gigante asiático, la economía rusa es una de las líderes en crecimiento, y además uno de los grandes centros de suministro de agentes energéticos, mientras el mercado chino actúa como un fuerte consumidor.

De ahí, acorde con algunos analistas, el interés creciente de Moscú y Beijing de mantener invariable la hoja de ruta en este campo.

Al mismo tiempo, no caben dudas que las relaciones entre las dos potencias sigue siendo un contrapeso en la geopolítica mundial, en particular a la estrategia político-militar tejida en los últimos tiempos por Washington en la dirección de Asia-Pacífico, con el establecimiento de nuevas bases militares, unido al tan criticado por Rusia, escudo antimisiles (DAM).

Para el experto del Centro de análisis de estrategias y tecnologías Vasili Kashin, China concibe a Rusia como el socio cercano en la confrontación con Estados Unidos.

En la mayoría de los asuntos internacionales, y en cuestiones puntuales, nosotros estamos juntos en un frente unido contra Estados Unidos y sus aliados, expuso Kashin y citó a modo de ejemplo la posición respecto a Siria.

No hablamos de una alianza militar, pero en lo político nos apoyamos uno al otro en una oposición común a Occidente.

Dijo que en caso de un aumento de la confrontación entre China y Estados Unidos, en un conflicto de gran envergadura, la flota estadounidense puede cerrar los canales marítimos de suministro de hidrocarburos hacia el país asiático, cuyo gobierno es consciente de ello, opinó el experto.

Las autoridades chinas, agregó Kashin, ven como única salida natural de esa situación el fortalecimiento de la cooperación con Moscú en la esfera energética.

Para muchos entendidos, la oposición a los planes militares del Pentágono y su expansionismo, relacionados con el DAM acercan aún más las posiciones.

Rusia declaró recientemente que no hay cambios en sus preocupaciones sobre la amenaza del escudo norteamericano para su seguridad y ve con ojerizas el anuncio del despliegue de otro radar en Japón, en 2017.

A ese respecto se pronunció asimismo la cancillería china, al considerar que el refuerzo del sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos en la región Asia-Pacífico, lejos de solucionar el problema de la hipotética amenaza nuclear por parte de Corea Democrática, hará que la tensión aumente todavía más.

En el comunicado conjunto al término de las conversaciones, Putin y Xi plasmaron su preocupación por la expansión de componentes estratégicos del sistema antimisiles norteamericano y declararon inadmisible "acciones unilaterales, de un estado o grupo de estados, sin restricciones, para la construcción de defensas antimisiles, en detrimento de la estabilidad estratégica y la seguridad internacionales.

Coincidieron en enfrentar con enfoques comunes las amenazas y desafíos en el terreno coheteril, pero con prioridad en las medidas político-diplomáticas como contrapeso a la propagación de los misiles balísticos, dentro del ámbito del derecho internacional.

Ambos gobernantes dejaron en claro que la asociación estratégica ruso-china responde a los intereses de los dos Estados y pueblos, con perspectiva histórica a largo plazo.

tgj/oda






Los Brics y la inestable palestra económica mundial


La Habana, 28 mar (PL) Con un mundo caracterizado por la inestabilidad financiera y económica, sobre todo desde 2008 a partir de una crisis de deuda expandida, la presencia de los Brics constituye aliento a posibles soluciones.
Los países involucrados y cuyas siglas les representan (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) muestran indicadores capaces de asombrar a los economistas cuando en los más recientes 10 años sus flujos de inversión extranjera directa (IED) se triplicaron hasta los 263 mil millones de dólares.

Ahora, con una cumbre en Durban, Sudáfrica (26-27 marzo), y la aspiración de hacer coincidir intereses enfocados hacia un posible banco de desarrollo, la palabra de orden parece ser la búsqueda de nexos capaces de enfrentar los males monetarios del Planeta.

Un reciente informe de la Conferencia de las Naciones Unidas (ONU) para el Comercio y el Desarrollo (Unctad), aprecia el desarrollo de estas naciones y mantiene su observación sobre el futuro.

El director de la División de Inversión y Empresas de la Unctad, James Zhan, declaró que la reciente década permitió a los Brics convertirse en importantes emisores de IED al transitar de siete mil millones de dólares en 2000 (uno por ciento del total global) a 126 mil millones en 2012 (nueve por ciento).

Tales elementos recuerdan que desde 2010 las economías en desarrollo acaparan la mitad de los flujos de inversión extranjera directa y dos años después superan a los países desarrollados con 130 mil millones de dólares por encima.

Las inversiones de los Brics buscan en esencia los mercados en vías de desarrollo hasta acaparar el 42 por ciento del total, aunque el denominado Viejo Continente sigue como punto de destino principal de dichas inversiones.

Ese elemento anota un contexto de cadenas regionales de valor para el mercado de la Unión Europea (UE).

Dicho documento señala que los flujos de inversión entre los propios Brics aún se reportan como limitados, con 2,5 por ciento del total o lo que es igual a 260 mil millones de dólares, aunque hace una década esta cifra era sustancialmente menor, equivalente a 0,1 por ciento o 29 mil millones.

Para esa categoría, el integrante africano de la coalición está al frente de las inversiones entre estas naciones con una quinta parte de sus flujos externos de inversión para 2011, en particular hacia China.

Referente a otros elementos relevantes, China constituye el mayor inversor del grupo con cifras de 425 mil millones de dólares en cuanto al IED, mientras Brasil acapara 500 millones de dólares, de los que 447,5 millones corresponden a China, siempre según Unctad.

La reunión de Durban, por su parte, suma elementos de atención y esperanza en el convulso mundo financiero del presente, con el sugestivo lema para la reunión de: La asociación de los Brics y África para el desarrollo, la integración y la industrialización.

En caso de éxito con el propuesto banco de desarrollo, estos cinco países podrían perfectamente reformular las finanzas globales, y de hecho influir en la solución de los principales problemas del planeta.

Dicha reformulación del sistema financiero mundial aún resta un largo trecho por recorrer, teniendo en cuenta los desniveles incluso para los propios Brics, pero de alguna manera pude significar una luz al final del túnel.

Memory Dube, analista del Instituto Sudafricano de Asuntos Exteriores, se inclina por el criterio de que si este tipo de banco es exitoso podría obligar al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM) a revaluar la manera de financiar a los países en desarrollo.

Es por tanto necesario considerar que estos cinco países representan el 42 por ciento de la población mundial (siete mil millones), y el 45 por ciento de la fuerza laboral del orbe, 21 por ciento del Producto Interno Bruto del mundo y el comercio entre ellos acapara 282 mil millones de dólares.

Por Roberto F. Campos

mgt/rfc/acl

 

martes, 26 de marzo de 2013

GENERAL ELOY ALFARO PARADIGMA DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA DEL ECUADOR

 
Este Eloy Alfaro es del Diccionario del Ecuador de la autoría del prestante intelectual Efrén Avilés Pino.


ALFARO, Gral. Eloy.- Revolucionario, militar y político nacido en Montecristi, provincia de Manabí, el 25 de junio de 1842, hijo del ciudadano republicano español Cáp. Manuel Alfaro González y de la Sra. Natividad Delgado López. Su educación fue muy modesta, y la recibió y terminó en su lugar natal, luego de lo cual se dedicó -aunque por poco tiempo-, a diferentes actividades comerciales.


«Durante su juventud se nutrió de doctrinas libertarias, de modo que al conocerse la noticia de que García Moreno proyectaba poner al Ecuador bajo la protección de una nación europea, se afilió de hecho a las filas liberales y se lanzó a la lucha armada» (A. Pareja Diezcanseco.-ob. cit. (1) tomo IV, p. 39)


General Eloy Alfaro 


Por esa época y bajo inspiración del Gral. José María Urbina, organizó sus primeras guerrillas para combatir al gobierno, e intervino en el movimiento revolucionario de mayo de 1865, en Guayaquil, que culminó con el triunfo gobiernista cuyas fuerzas,.dirigidas personalmente por García Moreno, derrotaron en Jambelí a los revolucionarios poniéndolos en fuga.
Alfaro logró escapar a Panamá donde estableció su residencia y en 1872 contrajo matrimonio con la Srta. Ana Paredes y Arosemena. Durante su permanencia en Centroamérica se dedicó nuevamente a las actividades comerciales importando y promocionando los sombreros de paja toquilla elaborados en Manabí, los que gracias a su esfuerzo lograron fama internacional, aunque fueron conocidos como «Sombreros de Panamá». Pudo así acumular una gran fortuna que puso a disposición de la causa revolucionaria. Por esa época protegió y apoyó -eficaz y económicamente-, al notable escritor y filósofo ambateño Juan Montalvo, publicando en Panamá la primera edición de su célebre obra «Las Catilinarias»
Volvió al Ecuador poco tiempo después del Asesinato de García Moreno ocurrido el 6 de agosto de 1875, e inmediatamente se dirigió al nuevo gobierno presidido por el Dr. Antonio Borrero solicitándole la convocatoria a una Convención Nacional. Al no ser aceptada su petición empezó a conspirar para fraguar una revolución que debía estallar el 5 de mayo de 1876, pero esta fue descubierta y tuvo que escapar nuevamente para evitar ser aprehendido.
Durante cuatro meses permaneció oculto hasta que el Gral. Ignacio de Veintemilla se levantó en armas contra el gobierno. Volvió entonces a la lucha y bajo las órdenes del Gral. Urbina tuvo destacada participación en los combates de Galte y Los Molinos, en los que el triunfo de los revolucionarios sirvió para llevar al poder al Gral. Veintemilla.
Posteriormente, y a causa de una publicación titulada «El Ejemplo es Oro», y que firmada por Montalvo llamaba la atención a las actuaciones de Veintemilla, éste desató una implacable persecución en contra de los liberales, por lo que fue capturado y mantenido en prisión durante largo tiempo, hasta finalmente ser desterrado a Centroamérica.
Allí permaneció varios años hasta que estalló en Esmeraldas la revolución del 6 de abril de 1882. Volvió entonces al Ecuador y luego de participaren algunas acciones de armas en que fue derrotado, tuvo que abandonar una vez más el país hasta el año siguiente en que regresó y fue proclamado Jefe Supremo de Esmeraldas y Manabí.
Durante la campaña de la «restauración» en contra de la segunda dictadura de Veintemilla, unió sus fuerzas a las del Gral. Francisco Javier Salazar que avanzaba desde la sierra hacia Guayaquil donde el dictador se había hecho fuerte, y luego de sitiar la ciudad asistió a todos los combates que culminaron el 9 de julio de 1883 cuando las fuerzas veintemillistas capitularon y el dictador huyó hacia el Perú.
Tres meses más tarde, la Asamblea Nacional Constituyente reunida en Quito -pese a estar conformada mayoritariamente por sus opositores políticos-, en acto de verdadera justicia le confirió el grado de General de la República.
El 18 de febrero de 1884 se inició en el Ecuador el período llamado ( Progresismo, cuando el Dr. José María Plácido Caamaño -elegido por la Asamblea Constituyente-, asumió la Presidencia de la República; pero cuando este, sin considerar que para su elección había contado con respaldo de los liberales, adoptó una política garciana opuesta a los principios de la revolución, se produjo la indignada reacción de los liberales que inmediatamente comprometieren al Gral. Alfaro para que acaudille la oposición.
Comandó entonces una serie de conspiraciones y movimientos revolucionarios en las provincias de Manabi, Guayas y Los Ríos, donde se levantaron las famosas «montoneras» que fueron perseguidas con ferocidad y dureza por las fuerzas del gobierno.
Uno de los episodios culminantes de su campaña en contra del gobierno de Caamaño fue el célebre Combate Naval de Jaramijólibrado entre el 5 y el 6 de diciembre de 1884, cuando a bordo del buque Alajuela enfrentó a las naves gobiernistas «9 de Julio» y «Huacho». Derrotado en desigual combate, y después de ordenar que la nave sea incendiada para que no caiga en manos del enemigo, se arrojó al mar aferrado aun barril y luego de varias horas pudo al fin llegar a la playa, agotado por el terrible esfuerzo de mantenerse a flote; pues no sabía nadar. Inmediatamente tuvo que huir para evitar ser capturado por las fuerzas del gobierno.


«Escapó soportando grandes penalidades, pasando por Colombia hacia Panamá. Entonces el Ecuador se dio cuenta que Alfaro era un soñador y un héroe, y desde ese momento el alfarismo creció rápidamente en el país, aunque los conservadores intentaron desprestigiarle llamándole peyorativamente El General de las Derrotas» (A. Pareja D- idem).

Alfaro se radicó nuevamente en Panamá donde permaneció hasta 1888 en que finalizó el gobierno de Caamaño. Volvió entonces para participar en la lid electoral, pero a pesar de haber recibido el respaldo multitudinario de los pueblos de la costa y especialmente de Guayaquil, el triunfador fue el Dr. Antonio Flores Jijón, por lo que para evitar nuevas persecuciones por parte de los «progresistas», partió de inmediato hacia los Estados Unidos, pasando por varios países centroamericanos en los que tuvo la oportunidad de hacer amistad con notables personalidades como José Martí y Antonio Macedo, ideólogos y caudillos de la libertad de Cuba.
A principios de 1895, al denunciarse La Venta de la Bandera se desató contra el gobierno del Dr. Luis Cordero una reacción populara través de diferentes movimientos armados suscitados en todo el país, que luego de la renuncia del presidente culminaron en Guayaquil -el 5 de junio- con el triunfo de la Revolución Liberal y su proclamación como Jefe Supremo de la República.
Al recibir en Managua, Nicaragua, la noticia del triunfo liberal y de su proclamación como Jefe Supremo, envió al Sr. Ignacio Robles -Jefe Civil y Militar de Guayaquil-, un expresivo cablegrama en el que, entre otras cosas, le dice:


«Gloria a Dios y honra al pueblo ecuatoriano por su elevado civismo... el programa de mi gobierno será de reparación, nunca de venganza, nada de resentimientos... Dios y Libertad» (El Telégrafo, junio 5/49, p. 14, R. Rites M.). Pocos días después -el 19 de junio- llegó a Guayaquil donde fue recibido apoteósicamente.

Inmediatamente hizo un llamado a la paz y la concordia nacional, pero el Dr. Vicente Lucio Salazar -Encargado del Poder ante la renuncia del presidente Cordero-, no hizo caso de sus requerimientos y por el contrario se preparó para enfrentar con las armas al movimiento liberal, encargando el mando del ejército al Gral. José María Sarasti, quien a más de su gran experiencia militar contaba con superiores recursos en armas y hombres. A pesar de estar en desventaja, Alfaro avanzó con sus fuerzas hacia la sierra y venció a las gobiernistas en los célebres combates de Chimbo, Gatazo y Socavón, pudo entonces entrar triunfalmente en Quito el 4 de septiembre de 1895, donde fue recibido entre aclamaciones por el pueblo y las personalidades más representativas de la ciudad.
El primer gobierno de Alfaro se desarrolló en dos etapas definidas muy claramente: La primera como Jefe Supremo, desde su proclamación en 1895 hasta que se reunió la Asamblea Constituyente en octubre de 1896; y la segunda como presidente Constitucional elegido por dicha asamblea, y que se extendió desde el 17 de Enero de 1897 hasta el 31 de Agosto de 1901.
Como hombre, Alfaro era accesible a todos, cualquiera ganaba su confianza; de caracter sencillo y atrayente, pero firme en el cumplimiento de la palabra dada, era de todos reverenciado y admirado.
En los primeros días de su gobierno atendió personalmente a todas las personas que llegaban hasta él, especialmente a los pobres a quienes dedicaba algunas horas. Hombres, mujeres, ancianos, desvalidos, indios, enfermos, todos pedían verle y a todos recibió, menos a los borrachos. Odiaba la embriaguez como el peor de los hábitos. Sus amigos y colaboradores le hacían notar la pérdida de tiempo que eso significaba, pero él respondía:


«Yo, para todo me alcanzo; no es ocupación despreciable enseñar a nuestros compatriotas infelices que todos tenemos iguales derechos. Quizás nunca hablaron con el presidente las personas que ahora se agolpan por hablarme». Y daba por sí mismo y por medio de otros abundantes limosnas en dinero» (Roberto Andrade.- Vida y Muerte de Eloy Alfaro).

Durante este mandato se preocupó de manera especial por la reorganización política del Estado. Impulsó y financió la construcción del ferrocarril Guayaquil-Quito y dictó los decretos por medio de los cuales se suprimió la tributación indígena. Decretó además la libertad de cultos, la libertad de prensa y la hermandad de todos los ecuatorianos. En lo político-militar tuvo que combatir a las fuerzas organizadas por el Dr. Vicente Lucio Salazar, que derrotadas y dispersas por todo el territorio ecuatoriano continuaron asediando y procurando desestabilizar al gobierno: Ricardo Cornejo por el norte; Pedro Lizarzaburu, Melchor Costales y Pacífico Chiriboga por el centro; y los coroneles Antonio Vega Muñoz y Alberto Muñoz Vernaza por el sur, lo hostilizaron constantemente sin darle un solo minuto de reposo. A todo este se sumó la tenaz resistencia que le opusieron el clero y los obispos ecuatorianos acusándolo de ateo e invitando al pueblo católico a la rebelión Sólo la sabia intervención del clérigo e historiador Monseñor Federico González Suárez logró poner fin a las diferencias entre la Iglesia y el gobierno.
Desarrolló también una intensa actividad destinada a mejorar la educación, para lo cual creó en Quito el Instituto Nacional Mejía, el Instituto Normal Manuela Cañizares para mujeres y el Normal Juan Montalvo para varones, el Conservatorio Nacional de Música, la Escuela de Bellas Artes, y por decreto del 11 de diciembre de 1899, el colegio militar que hoy lleva su nombre.
Antes de finalizar su mandato convocó a nuevas elecciones, pero basándose en la filosofía de que


«No podemos perder con papelitos lo que hemos ganado con fusiles» (E. Muñoz B. ob. cit. (1) p. 261),

respaldó la candidatura del Gral. Leonidas Plaza Gutiérrez para que éste ascienda al poder. Finalmente y a pesar de los problemas militares, políticos religiosos y sociales que debió enfrentar, su gobierno terminó, de acuerdo con la Constitución, el 31 de agosto de 1901.
Poco tiempo después surgió el distanciamiento entre Alfaro y Plaza debido a varias circunstancias de orden ideológico y político, y sobre todo porque se había descubierto cierta relación que comprometía a Plaza con los conservadores, por estas razones, Alfaro prefirió permanecer alejado de toda actividad política o militar, más aún cuando supo que Plaza había ordenado mantenerlo estrictamente vigilado.
Al finalizar su gobierno el Gral. Plaza convocó nuevamente a elecciones presidenciales, y sin considerar la opinión del Gral. Alfaro respaldó y llevó al poder al Sr. Lizardo García, quien asumió la primera magistratura del país el 1 de septiembre de 1905.
Sólo cuatro meses duró el gobierno del Sr. García, pues en la noche del 31 de diciembre, mientras en la casa presidencial se celebraba el advenimiento del nuevo año, el Gral. Emilio María Terán, jefe de la guarnición militar de Riobamba, envió un telegrama al presidente en los siguientes términos:


«Sr. Lizardo García: Saludo a usted y le deseo un feliz año nuevo, comunicándole, a la vez, que la guarnición de Riobamba está a mis órdenes, porque acaba de proclamar Jefe Supremo de la Nación al señor general Eloy Alfaro» (E. Muñoz B.- ob. cit (1), p. 271).

«La revolución encabezada por Alfaro desde Guayaquil, en donde se encontraba bajo vigilancia, era realidad. Muchas quejas tenía don Eloy contra su antiguo Ministro de Hacienda de 1895, entre otras, de haberle traicionado, de haber «pactado» con los conservadores, y sobre todo que el presidente, llevaba al derrotero de un fracaso irremediable la obra del ferrocarril del sur. Burlando la vigilancia de la policía de Guayaquil, marchó el Viejo Luchadora , Riobamba donde se le había proclamado, el 1 de enero de 1906, Jefe Supremo de la República» (E. Muñoz B.-ídem).

Las fuerzas leales al gobierno intentaron sofocar el movimiento alfarista, pero unas pocas acciones militares libradas por el propio general, especialmente en los campos de Chasqui, acabaron con la resistencia gobiernista y le permitieron, el 17 de enero de 1906, entrar una vez más aclamado y triunfante- en la ciudad de Quito.
A los pocos meses convocó a une nueva Asamblea Constituyente que se instaló en Quito el 10 de octubre de ese año. Esta asamblea expidió -el 23 de diciembre-, la Constitución No, 12 de la República, y lo eligió, ese mismo día, Presidente Constitucional para un segundo mandato.
Alfaro asumió el poder el 1 de enero de 1907, iniciando un período que se caracterizó por el intenso clima de agitación y violencia política que azotó al país. Diariamente los principales periódicos -especialmente de Quito-, se llenaban de ataques contra el gobierno, y obedeciendo a dichas consignas, el 23 de abril una enorme multitud acudió al palacio de gobierno para protestar ante el presidente por el indebido proceder de algunos altos militares. Dos meses más tarde -en Guayaquil-, el 17 de julio se llevó a cabo un violentísimo motín en el cual inclusive se intentó acabar con su vida. Afortunadamente el intento criminal fue descubierto a tiempo y los principales cabecillas fueron capturados y fusilados.
1908 fue un año de relativa paz y sus esfuerzos por unir la costa y la sierra se vieron premiados el 25 de junio, cuando en la estación de Chimbacalle el pueblo quiteño, entre vivas y aplausos al presidente, vio llegar por fin el primer tren a la ciudad de Quito.
Negros nubarrones cubrieron el cielo ecuatoriano a mediados de 1909, cuando se empezaron a producir presiones y roces internacionales relacionados con el problema limítrofe que el Ecuador mantiene -desde los primeros años de su vida republicana-, con el vecino país del sur, los mismos que a principios de 1910 tomaron proporciones alarmantes.
Ante la presencia de tropas peruanas que amenazaban con mancillar el territorio nacional, Alfaro asumió personalmente el mando del ejército, y marchó hacia la frontera sur mientras la voz de «Túmbez, Marañón o la Guerra» se hacía escuchar por todo el país. La patria toda reaccionó indignada ante la felonía peruana y el llmo. González Suárez, en esos momentos de terrible peligro, arengó a los soldados y al pueblo con su histórica proclama:


«Si ha llegado la hora de que el Ecuador desaparezca, que desaparezca; pero no enredado en los hilos de la diplomacia, sino en el campo del honor, al aire libre, con el arma al brazo; no lo arrastrará a la guerra la codicia, sino el honor».

Sólo la imponente presencia del Gral. Alfaro y el coraje y determinación de los ecuatorianos pudieron detener las aspiraciones expansionistas de los peruanos, pues en esa época, la única superioridad que tenía su ejército era numérica, y esa no era suficiente para frenar el valor y la bravura del soldado ecuatoriano.
Convencido de que el país había sufrido mucho con los gobiernos militares, y que debía ser gobernado por un civil, al acercarse la fecha en que terminaría su mandato constitucional convocó a nuevas elecciones presidenciales, y presentó para el caso la candidatura del Sr. Emilio Estrada, que lógicamente resultó elegido.
Poco tiempo después Alfaro descubrió que Estrada sufría de una grave dolencia cardiaca que no le permitiría cumplir adecuadamente con sus funciones presidenciales, pues la altura de Quito y el tener que viajar constantemente a Guayaquil podrían afectarlo peligrosamente. Ante esta situación trató de que Estrada se excuse, pero éste supo afirmarse en sus propios atributos, y apoyado por sus coidearios y simpatizantes se negó rotundamente a renunciar. Este intento de Alfaro y la reacción de sus opositores que lo aprovecharon para soliviantar y arengar al pueblo en su contra, provocaron un levantamiento militar que culminó con su derrocamiento el 11 de agosto de 1911, cuando sólo faltaban veinte días para que cesara en sus funciones. Se asiló entonces en la legación de Chile donde firmó su renuncia antes de abandonar el país.


«El 11 de agosto de 1911 se iniciaría el comienzo del fin para el liberalismo radical. La errada elección del guayaquileño Estrada a la Presidencia de la República y el tardío arrepentimiento de Alfaro, fermentaron una situación preparada con gran antelación. El conservadorismo y el ala placista se fusionarían prácticamente a nombre de un falso constitucionalismo, creando las bases para la destrucción física de Alfaro y sus más estrechos seguidores» (R. Andrade.- ob. cit. tomo I, p. 35).

Cuatro meses después de asumir el gobierno y tal como Alfaro lo temía, el presidente Estrada murió violentamente, víctima de un paro cardiaco que le sobrevino mientras viajaba a Guayaquil.
Inmediatamente asumió el Poder el Presidente del Senado Dr. Carlos Freile Zaldumbide, y en la misma noche el Gral. Leónidas Plaza recorrió los cuarteles de Quito, acompañado del Ministro de Guerra, para asegurarse la lealtad de los mismos.
Esta actitud de Plaza ocasionó en la ciudadanía un gran malestar, que se agravó pocos días después cuando se publicó en Quito su candidatura presidencial. Las reacciones en su contra se levantaron en varias ciudades, especialmente en Esmeraldas y Guayaquil donde se proclamaron las jefaturas supremas de los generales Flavio Alfaro y Pedro J. Montero, respectivamente
Ante esta situación la guerra civil pareció inevitable, por lo que los liberales llamaron a don Eloy -exiliado en Panamá- para que venga a tomar el mando de su ejército.
El viejo y cansado general llegó a Guayaquil el 4 de enero de 1912. Su arribo 


«conmocionó al país, todos se imaginaban que asumiría el mando y que, como en 1906, el ejército de todo el país se pasaría a su comando; mas Alfaro no asumió el mando, sino que se presen­tó como mediador, promoviendo un gobierno civil» (E. Muñoz Vi­cuña.- ob. cit. (2), p. 58).

Un día después de su llegada, y buscando el reencuentro y la paz del país, expuso un documento en el que entre otras cosas decía: «Hoy más que nunca deben posponerse las aspiraciones personales ante la necesidad de unificar la acción patriótica de cimentar la paz de la República... En el desgraciado caso de encenderse la guerra civil hasta el punto de ir a los campos de batalla, elementos le sobran para triunfar a la jefatura suprema proclamada en esta ciudad. Esto está en la conciencia pública, pero el patriotismo, la humanidad, el buen nombre de los ecuatorianos y los altos intereses del país, exigen que se procure a todo trance una solución pacífica a la par que decorosa para todos... Procedamos con la cordura que las circunstancias reclaman y no sólo daremos una prueba de civilización, sino que escribiremos una bella página en la historia ecuatoriana».
La propuesta de Alfaro no fue escuchada por Freile Zaldumbide, quien por alguna obscura razón puso al Gral. Leónidas Plaza al mando del Ejército Nacional, para que enfrente de inmediato a los alfaristas.
Mientras el Viejo Luchador buscaba portados los medios la forma de evitar las trágicas consecuencias de una nueva guerra civil, las tropas de Plaza avanzaban presurosas hacia la costa para iniciar la lucha, por lo que Montero y Flavio Alfaro tuvieron que salir a su encuentro para evitar que éstas lleguen a Guayaquil. Los dos ejércitos se enfrentaron en los campos de Huigra, Naranjito y Yaguachi,donde en sangrientos y epopéyicos combates -en los que ambos bandos lucharon con valor, coraje y heroísmo, dejando los campos de batalla cubiertos de sangre y gran número de muertos-, las fuerzas alfaristas, al no poder resistir la inmensa superioridad del ejército regular, fueron finalmente derrotadas.


«Entonces, en plena derrota, con el ejército enemigo ya en Duran, frente al puerto, por un acto de ejemplar heroísmo y con el anhelo de lograr todavía un arreglo pacífico, Eloy Alfaro, el anciano fatigado de setenta años, aceptó la responsabilidad de ser desig­nado director general de la guerra. Un ambicioso cualquiera hu­biera tomado la única decisión lógica: Abandonar el campo; salir del país» (A. Pareja Diezcanseco.- ob>. cit. (1) tomo II, p. 213)

La paz se acordó el 22 de enero por medio del Tratado de Durán, que firmado por los generales Pedro J Montero, por los alfaristas, y Leonidas Plaza, por los gobiernistas, garantizaba la vida y bienes de los generales vencidos y de todas las personas -civiles o militares-, que hubiesen tomado parte en el movimiento revolucionario.
Al caer la tarde los generales alfaristas se retiraron a sus hogares a Guayaquil, situación que fue aprovechada por el Gral. Plaza para capturarlos uno a uno sin la menor resistencia. Consumada la traición se ordenó el enjuiciamiento militar del Gral. Montero, quien fue cobardemente asesinado durante el proceso, en la tarde del 25. Al caer la noche, de acuerdo a lo planeado, los otros prisioneros fueron llevados a Durán a bordo de una pequeña embarcación, y luego, en el mismo ferrocarril que Alfaro había construido con tanto sacrificio y esperanza, fueron enviados a Quito, al altar de la inmortalidad.
En las primeras horas del día siguiente el fúnebre convoy inició su macabro viaje; viaje que había sido cuidadosamente planeado para que el pueblo quiteño tuviera los ánimos exaltados en contra de los prisioneros. Primero llegaron a Quito los soldados placistas con sus muertos y sus heridos; y luego, cerca del mediodía entraron los generales vencidos, y entre gritos, vejámenes e insultos proferidos por los cobardes, malandrines y asalariados de Freile Zaldumbide y su gobierno títere, fueron conducidos al Panóptico y encerrados en celdas individuales.


«El coronel Alejandro Sierra, con su batallón y más un piquete despachado por el Ministerio de Guerra, condujo a los presos hasta la penitenciaría misma. Los entregó al director contándolos: Uno, dos, tres, cuatro, cinco, y este último, Eloy Alfaro, seis. A ese mismo coronel se le atribuyen estas palabras pronunciadas al salir, y dirigiéndose ya al populachovociferante que llenaba el atrio del sombrío y pétreo edificio.
-Yo ya he cumplido con mi deber: lo demás es cuestión de ustedes» (O. E. Reyes.- ob. cit. tomo II, p. 256)

Inmediatamente comenzó la sangrienta faena. La barbarie, el sadismo, el crimen y la venganza se dieron la mano con el pueblo quiteño en el horrendo festín, y juntos escribieron una de las páginas más vergonzosas de la historia del Ecuador. El pueblo, arengado por los politiqueros, gobernantes y oportunistas, asaltó el presidio e inició la inmolación de los mártires.


«A Eloy Alfaro, un desalmado cochero, después de ultrajarle con palabras soeces le descargó un garrotazo, tendiéndolo en el suelo y rematándolo después con un tiro de rifle, para luego ser precipitado por matones a la planta baja entre puntapiés y griterías» (J. Pérez Concha.- ob. cit. p. 425)

Uno a uno todos fueron asesinados, y sus cuerpos, mutilados y ensangrentados, precedidos por prostitutas, matarifes, clérigos y cocheros, fueron arrastrados por las calles de Quito hasta El Ejido. Ahí estaban tomando parte del festín: José Cevallos, José Chulco, la Pacache, la Piedras Negras y Las Potrancas; los hampones y los canallas; mientras en algún rincón de la casa de gobierno, Freile Zaldumbide simulaba ignorar lo que estaba sucediendo.




«El espectáculo superó a las palabras. Sencillamente fue inenarrable, en el más auténtico sentido. Prostitutas y matarifes, hampones y chiquillos desaprensivos, mujeres sedientas de sangre y paroxismo iniciaron el itinerario que debía conducir los cadáveres a El Ejido para su incineración. Los orientadores, los impusadores, los solemnizadores, no aparecieron en parte alguna. Tampoco asomaron los fieles servidores del régimen, los beneficiarios del crimen, los que imploraban justicia y los que pedían venganza. Menos aún aparecieron por allí los escritores de la oposición, los ideólogos, los malos consejeros de los vencidos. Lo que es más cruel, no apareció ningún defensor» (G. Cevallos García.-ob. cit. (1)tomo2,p. 190).

«Cuando los despojos humanos de don Eloy y su plana mayor llegaron a El Ejido, el salvajismo y la barbarie adquirieron caracteres plásticos de una escena dantesca. Rociaron los cadáveres con gasolina y los incineraron mientras ese enjambre de rameras y gandules, danzaban grotescamente en torno de la pira en contorsiones hiperbólicas, que reflejaban instintos bestiales liberados en su primitivez repugnante» (C. De La Torre.- ob. cit. (2) p. 608)

Perpetrado el Asesinato de los Héroes Liberales, el pueblo, los homicidas, los gestores del crimen, todos se retiraron pacíficamente a sus casas como si nada hubiese pasado mientras en El Ejido los martirizados cuerpos eran consumidos por el fuego de La Hoguera Bárbara.
Fue el 28 de enero de 1912.


viernes, 22 de marzo de 2013

Carta de Hebe de Bonafini al papa Francisco

La Plata, 21 de marzo de 2013

Al Papa Francisco:
Permítame que me dirija a usted como Don Francisco, ese Francisco que descubrí ahora. Mi padre también se llamaba Francisco y era un santo trabajador de manos muy encallecidas de tanto trabajar para mantenernos. Don Francisco, no sabía de su trabajo pastoral, sólo sabía que el máximo dirigente de la iglesia argentina habitaba en la catedral; esa catedral que cuando marchábamos y pasábamos por delante, le cantábamos: "Ustedes se callaron cuando se los llevaron".

Hoy, ante mi sorpresa, escucho a muchos compañeros explicar de su entrega y trabajo en las villas. Me alegro infinitamente al saber de su trabajo y siento esperanzas de un cambio en el Vaticano. Hemos sufrido mucho en esta Latinoamérica que hoy se levanta erguida gracias a sus dirigentes. Me enteré que es posible que beatifique al Padre Murias. Por este motivo me atrevo a enviarle la lista de sacerdotes y obispos del Tercer Mundo desaparecidos y asesinados para solicitarle que, como la Asociación Madres de Plaza de Mayo pedimos por todos, usted, como un acto de solidaridad los recuerde a todos por su entrega en la lucha por la patria.
Ahora le solicito, desde lo más profundo de mi corazón, no luchar por una iglesia para los pobres: únase a todos los que en este mundo injusto luchamos para que se termine la pobreza y alguna vez la igualdad sea una realidad y entonces lograremos un mundo de niños felices y sonrientes. Basta de niños descalzos y con grandes pancitas. En nuestra Patria Grande Latinoamericana de San Martín y Bolívar miles dieron la vida para lograr la erradicación de la pobreza que, junto con la educación y el trabajo, eran los grandes sueños de nuestros hijos desaparecidos. Gracias Don Francisco y cuando se encuentre con el Papa en el Vaticano cuéntele de mi pedido, que es el de millones de Madres. Gracias por leer la carta de una Madre a la que le arrancaron toda la familia y que, junto a mi hija y a muchas Madres de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, sigo luchando desde hace 36 años por una Patria libre, justa y soberana. Un abrazo respetuoso.

Hebe de Bonafini

Presidenta Asociación

Madres de Plaza de Mayo
Link original: http://www.madres.org/navegar/nav.php?idsitio=5&idnota=10696&idindex=174

miércoles, 20 de marzo de 2013

Mella elabora el Manual de Guerra de Guerrillas, para la guerra de restauración.





BRIGADA CIMARRONA SEBASTIAN LEMBA.


ECOLOGICA, SOCIAL Y PROGRESISTA. laesperilla_sos@hotmail.com 829 568 3544.




No a la mega minería y el uso del cianuro, fuera la Barrick Gold del país.

































JUEVES, 23 DE FEBRERO DE 2012



Mella elabora el Manual de Guerra de Guerrillas, para la guerra de restauración.



Matías Ramón Mella

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La noche del 27 de febrero de 1844, Mella disparó en la Puerta de la Misericordia el trabucazo que dejó proclamada la independencia nacional.

Matías Ramón Mella nació en Santo Domingo el 25 de febrero de 1816 y murió en Santiago el 4 de junio de 1864, fue militar, político y activista dominicano, hijo de Antonio Mella Álvarez y Francisca Castillo.




El Patricio se desarrolla política y profesionalmente de 1822 a 1843 durante los años que el presidente haitiano Jean Pierre Boyer dominaba el territorio de la parte española de la isla.




Hizo el servicio militar con el que adquirió notoriedad entre sus compañeros y superiores por su seriedad, carácter responsable y por su valor personal.




Mella no fue uno de los fundadores de la Sociedad Secreta La Trinitaria pero entre los años 1838 y 1843 se convirtió en uno de los adeptos más eficaces de esta célula política que buscaba la separación de las comunidades dominicana y haitiana para luego crear un Estado independiente de toda influencia extranjera bajo el nombre de República Dominicana. Esto le mereció la plena confianza de Juan Pablo Duarte.




En enero de 1843 fue comisionado por Duarte para trasladarse a la villa haitiana de Los Cayos de San Luis, al sur de Haití, para hacer contactos con Charles Hérard y los revolucionarios reformistas adversarios del presidente Boyer.




La táctica de Duarte de aliarse con los enemigos de Boyer, encontró en Mella una persona capaz de sumar a los militares y civiles que encabezados por Charles Hérard, querían el derrocamiento del presidente de la República que tenía más de veinte años gobernando.




Cuando regresó de Los Cayos, luego del derrocamiento de Boyer, Mella se trasladó al Cibao Central como agente propagador del ideal republicano.




Luego de su triunfo Charles Hérard, ordenó la prisión de Mella, Rafael Servando Rodríguez y el sacerdote Juan Puigbert, acusándolos de querer destruir el ejército y los remitió a Puerto Príncipe donde permanecieron dos meses detenidos, regresando en septiembre a la parte oriental.




En enero de 1844 Mella ayudó a Sánchez, jefe del Movimiento independentista por la ausencia de Duarte, a redactar el Acta de Independencia y, a sugerencia suya, se le llevó a Tomás Bobadilla para su revisión.




La noche del 27 de febrero de 1844 es de los primeros en llegar a la Puerta de la Misericordia, exhortando en el lugar a unos pocos temerosos a no abandonar el lugar y, audaz e impulsivo, luego de proclamada la República, Mella forma parte de su primera Junta Central Gubernativa.




Para los primeros días de marzo de 1844 parte hacia el Cibao como Gobernador del Distrito de Santiago y Delegado de la Junta Central Gubernativa, pero en realidad era el jefe político y militar de la región más importante del país. Ostenta el rango de Coronel del naciente Ejército Nacional.




Mella no estaba en Santiago cuando se iniciaron los combates del 30 de Marzo, pues la batalla lo sorprendió cuando recorría la región del Cibao reclutando hombres y tomando posiciones que revelan su gran capacidad militar organizativa. Mella había dado las primeras instrucciones y escogió a José María Imbert como lugarteniente en Santiago. En estas iniciativas están sus méritos en esta batalla.




Los acontecimientos tomaron un giro diferente después de la victoria de Azua el 19 de marzo. Duarte se presentó en el Cibao y Mella, entusiasmado e impulsivo, lo proclamó Presidente de la República.




Cuando Faustin Soulouque invadió el país, Mella se incorporó al Ejército, destacándose en la famosa Batalla de Las Carreras y termina siendo secretario de Pedro Santana. En septiembre de 1849, es nombrado Secretario de Estado de Hacienda y Comercio. Hasta la anexión a España se sintió más cerca de Santana que de Báez.




De 1849 a 1861 ocupó importantes cargos civiles y militares entre los que se encuentran comandante de Armas, Ministro de la Guerra, Gobernador, Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario en Misión Especial frente al Gobierno español, para gestionar el reconocimiento de la República o del Protectorado.




En julio de 1856 se le encomendó preparar un proyecto de ley para organizar el Ejército. Ya se le tenía y respetaba como un entendido en asuntos militares.




Demostró que realmente era conocer de los asuntos militares cuando se inicia la Guerra Restauradora. A este movimiento se incorporó, en agosto de 1863, confiándosele importantes misiones.




Viajó al sur atravesando la Cordillera Central por Constanza, con el encargo de organizar las tropas restauradoras dirigidas por Pedro Florentino.




Es designado Ministro de la Guerra y elabora el Manual de Guerra de Guerrillas que dirige por medio de una circular de fecha 26 de enero de 1864 y que recoge toda la experiencia del pueblo dominicano en esta forma singular de lucha.




Mientras servía a la causa restauradora, el general Mella, enfermó de disentería y murió en la extrema pobreza el 4 de junio de 1864. Murió con la distinción de ser dos veces prócer de la República, pidiendo que lo enterraran envuelto en la Bandera Nacional y, así se hizo.




Además de los indiscutibles aportes que hizo Matías Ramón Mella a la causa de la independentista nacional, realizó otro que lo llenó de gloria y lo enarboló con un hombre conocedor y manejador de los asuntos militares sin precedentes en la República Dominicana, este fue el Manual de Guerra de Guerrillas empleados por los héroes criollos en la Guerra Restauradora.




A continuación Educando te presenta por su importancia y transcendencia de forma íntegra, dicho manual:




“1.- En la lucha actual y en las operaciones militares emprendidas, se necesita usar de la mayor prudencia, observando siempre con la mayor precaución y astucia para no dejarse sorprender, igualando así la superioridad del enemigo en número, disciplina y recursos.




2.- Nuestras operaciones deberán limitarse a no arriesgar jamás un encuentro general, ni exponer tampoco a la fortuna caprichosa de un combate la suerte de la República; tirar pronto, mucho y bien, hostilizar al enemigo día y noche, y cortarles el agua cada vez que se pueda, son puntos cardinales, que deben tenerse presentes como el Credo.




3.- Agobiarlo con guerrillas ambulantes, racionadas por dos, tres o más días, que tengan unidad de acción a su frente, por su flanco y a retaguardia, no dejándoles descansar ni de día ni de noche, para que no sean dueños más que del terreno que pisan, no dejándolos jamás sorprender ni envolver por mangas, y sorprendiéndolos siempre que se pueda, son reglas de las que jamás deberá Ud. apartarse.




4.- Nuestra tropa deberá, siempre que pueda, pelear abrigada por los montes y por el terreno y hacer uso del arma blanca, toda vez que vea la seguridad de abrirle al enemigo un boquete para meterse dentro y acabar con él; no deberemos por ningún concepto presentarle un frente por pequeño que sea, en razón de que, siendo las tropas españolas disciplinadas y generalmente superiores en número, cada vez que se trate de que la victoria dependa de evoluciones militares, nos llevarían la ventaja y seríamos derrotados.




5.- No debemos nunca dejarnos sorprender y sorprenderlos siempre que se pueda y aunque sea a un solo hombre.




6.- No dejarlo dormir ni de día ni de noche, para que las enfermedades hagan en ellos más estragos que nuestras armas; este servicio lo deben hacer sólo los pequeños grupos de los nuestros, y que el resto descanse y duerma.




7.- Si el enemigo repliega, averígüese bien, si es una retirada falsa, que es una estratagema muy común en la guerra; si no lo es, sígasele en la retirada y destaquen en guerrillas ambulantes que le hostilicen por todos lados; si avanzan hágaseles caer en emboscadas y acribíllese a todo trance con guerrillas, como se ha dicho arriba, en una palabra, hágasele a todo trance y en toda extensión de la palabra, la guerra de manigua y de un enemigo invisible.




8.- Cumplidas estas reglas con escrupulosidad, mientras más se separe el enemigo de su base de operaciones, peor será para él; y si intentase internarse en el país, más perdido estará.

"Cómo funciona el capitalismo"

"Cómo funciona el capitalismo"

(Documental que revela sus leyes interna...