César Medina
lobarnechea1@hotmail.com
Parecería que en el PRD se van a componer las cosas. Si así fuera ñque ojalá lo sea-- el cuadro político cambiará radicalmente.
Los del PLD, tan dispuestos siempre a desdeñar a los aliados y a mirarlos con el rabo del ojo, tendrán que empezar a valorar a los demás... Porque en semejante escenario ningún aliado será chiquito.
El PRD unido constituye una auténtica amenaza a los propósitos del PLD de quedarse en el poder por el resto de nuestros días. Les costará, a los peledeístas, reformular su política de alianzas y valorar justamente el aporte de cada uno.
Tienen, además, que darse rápido y salir con urgencia a recoger a los heridos, que son muchos y están dispuestos a montarse en la ambulancia que llegue primero.
Con la ventaja, que tendría el PRD unido, de que en la oposición puede ofrecer cualquier cosa sin necesidad de dar lo que no tiene. El PLD, en cambio, no tiene nada que ofrecer que no pueda dar ahora.
Desafortunadamente, la política mercantilista nuestra se maneja en esos términos, y después de 12 años ininterrumpidos en el poder, el PLD no ha podido satisfacer ni siquiera las aspiraciones de sus dirigentes, y todos sus aliados están inconformes...
Incluyendo, por supuesto, a los reformistas que están adentro, que ni qué decir de los que no han podido acceder a posiciones públicas a pesar de que “se fajaron” en los cinco triunfos seguidos que ha tenido el partido gobernante.
Los aliados “chiquitos”
Los reformistas podrán decir que manejan algunas instituciones importantes óla Cancillería, el BNV, Correos, Proindustria y dos o tres másñ pero a los aliados chiquitos no les ha tocado ni colita fuera de Idecoop, el difunto Inespre, Bienes Nacionales...
La cara de Danilo Medina apareció en 12 casillas de la pasada boleta electoral, y a pesar de que tiene casi un año en el poder, ha removido a escasos funcionarios del gobierno anterior.
Ni siquiera algunos de sus allegados de mayor confianza han podido acceder a cargos públicos. Mucho menos los dirigentes de los grupos aliados minoritarios y ni qué decir de los líderes del sector externo de su proyecto que todavía esperan ser llamados “a la mesa del Señor...”
Lo que se comenta es que el próximo 16 de agosto se producirán cambios importantes en el gobierno, y que a partir de entonces algunos dirigentes de los grupos aliados serán llamados al servicio público. Pero eso también está por verse porque a Danilo le están saliendo bien las cosas tal como están. “Y si el gobierno va bien... ¿Para qué cambiar a los funcionarios?”.
La tentación reformista
De producirse la unidad perredeísta y se escogiera desde ahora el candidato presidencial del 2016 óque se asegura sobre eso gira la negociación entre Hipólito y Miguelólos reformistas estarían tentados a revisar su política de alianza con el PLD.
Sólo si se desinflara por completo esa candidatura eventual, una tercera fuerza no constituiría la clave del triunfo en las elecciones del ’16. Y es ahí donde el PRSC sería determinante en la escogencia del nuevo Presidente. Y como en ese escenario su precio se dispararía en el mercado electoral, los reformistas están rezando para que se produzca la unidad en el PRD.
Lo que se sabe es que los perredeístas están a un tris de hallar el camino de la unidad sobre la base de un pacto de largo alcance que incluiría las candidaturas presidencial y vicepresidencial, senadores, diputados, alcaldes y concejales, la dirección del partido y una amnistía general para todos los expulsados.
Hay un solo problema... Nadie cree en la renunciación de Hipólito, aunque a su hija Carolina le garanticen la Vice.
Y traen a cuento el viejo refrán: “Si me engaña una vez, malo es... Si me engaña dos, malo yo”.
TOMADO DEL LISTIN DIARIO
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