lunes, 3 de junio de 2013

Leonel, EEUU y la OEA


César Medina
lobarnechea1@hotmail.com

Depende exclusivamente de Leonel Fernández si va o no a la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El cargo implicaría altos riesgos para su futuro político, y aunque aparentemente le favorezca la proyección internacional, la agenda de la OEA en este momento es sumamente delicada, espinosa.

De entrada hay dos temas que pondrían a Fernández entre la espada y la pared: La necesaria integración de Cuba al sistema interamericano y la legalización del consumo de marihuana propuesta por Guatemala y Colombia.

Esas dos propuestas las deja en carpeta José Miguel Insulza cuando salga ahora de la OEA para regresar a Chile buscando ser senador, lo que podría enfrentar a su sustituto al “stablishment” norteamericano, opuesto rabiosamente a ambas iniciativas.

Está claro que si Leonel aceptara la Secretaría General del organismo multilateral, promovería el ingreso de Cuba como miembro de pleno derecho, aunque sobre el tema de la liberación del consumo de marihuana el ex-presidente dominicano ha sido un opositor tajante.

Ni el conservadurismo norteamericano, ni el lobby cubano están listos para admitir a Cuba como el miembro número 35 de la OEA, con derecho a voz, al voto, a elegir y a ser elegido...

Y sobre droga, Guatemala y Colombia sostienen que la lucha frontal contra su consumo es la causa de que la violencia se haya salido de control en la mayoría de los países de la región, por lo que se justificaría la legalización del consumo terapéutico de una “droga blanda” como la marihuana.

En semejante escenario, Leonel quedaría atrapado entre dos fuegos si aceptara la propuesta de la mayoría de los países de la región para que sustituya a Insulza. 


La OEA en la encrucijada
En lo financiero, la OEA es un órgano dependiente de los Estados Unidos. Sólo en el año fiscal 2012, los aportes de los Estados Unidos a la OEA ascendieron a 67.5 millones de dólares, el 43 % de la totalidad de fondos que ese organismo manejó en el período.

Esa dependencia extrema coloca a la OEA a merced de la voluntad de la gran nación del Norte que, además, aporta la sede al organismo multilateral para mantenerla cerca de su capital política, Washington.

El gran problema es que la modificación de la escala de contribución a la OEA es súper complicada. Por un lado los países que más aportan viven con el grito en el cielo, pero son conscientes de que sus altas contribuciones para mantener ese organismo con vigencia les conceden su preponderancia en la toma de decisiones políticas.

En el contexto de la actual crisis financiera, todos los organismos internacionales están siendo objeto de presiones de sus principales contribuyentes para que apliquen reingenierías que les permitan morigerar sus gastos.

En el caso de la ONU, cuyo presupuesto es bianual, se ha dispuesto una reducción de 100 millones de dólares para el presente año, que aunque parezca un pellizquito insignificante para un presupuesto global de 5.4 billones de dólares, tendrá marcada repercusión en su burocracia.

¿Le convendría a Leonel?
La pregunta se la formula hoy todo el mundo tanto en el país como en el resto de la diplomacia regional:¿Le convendría a Leonel Fernández ir en ese escenario a la Secretaría General de la OEA?¿Cuáles beneficios le reportaría una decisión así? ¿Cuáles serían los perjuicios?

A un líder político que ha gobernado su país durante tres períodos-- 12 años de gobierno-- no le provoca ningún estímulo hacerse cargo de una institución con el nivel de desgaste y descrédito de la OEA, sin autonomía política ni económica y a merced de las migajas que provea la conveniencia política o ideológica.

De entrada tendría que renunciar a la presidencia del PLD y lógicamente separarse de la Fundación Global; debería fijar su residencia en Washington y olvidarse por un buen rato de la isla...

¿Beneficio...? ¡Ninguno!

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