¡Hatuey y su mitomanía!
Su ironía trasnochada ni siquiera le permite articular una idea coherente que lo libere de una culpa que en su momento le pasará factura. Menos aún desarrollar algún concepto que justifique su discurso estéril, anticuado, añoso, pretérito, desfasado, anacrónico...
Debió haber aprovechado sus dos mil palabras del sábado para explicar su solidaridad con Haití y en contra de su país en la asamblea de la Coppal en San Salvador.
Es evidente que Hatuey De Camps no se ha dado cuenta aún que el tren partió hace rato, a toda prisa... Y que se fue sin él.
Pero sigue en el andén soñando despierto con aquellos tiempos cuando compartía liderazgo con Salvador o al lado de Peña, o con Don Antonio, con Jacobo, con Molina Ureña, con Casimiro, con Fernández Mármol, con Cundo Gil, con Miolán, con Rafelito Flores...
Todos pasados a mejor vida, descansando en paz al lado del Señor.
Hatuey, a sus setenta, se resiste a la jubilación digna... Y sigue en el medio como florero de porcelana burda que nadie quiere ni sabe qué hacer con él.
Presto siempre, eso sí, a meter el pelo en el sancocho... Como trata de hacer ahora, otra vez, con su compadre dos veces Miguel Vargas Maldonado... A quien no le perdona que lo dejara en la cola del liderazgo perredeísta.
Vueltas y más vueltas
Vanagloriándose en un pasado donde tal vez le tocó colita, Hatuey se remonta a los orígenes de Peña Gómez para justificar su posición prohaitiana a propósito de la sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional.
Haitianizando, otra vez, al líder histórico del PRD. Para cobrar los réditos de esa víctima...
Divaga de un lado para otro para admitir a fin de cuentas que estuvo de acuerdo con los delegados haitianos que presentaron una moción de censura contra República Dominicana en el seno de la asamblea de la Coppal.
Esa iniciativa no prosperó gracias a la oportuna intervención del delegado del PLD en ese evento, Manolo Pichardo, quien provocó un alboroto al levantarse y abandonar el salón en protesta por semejante felonía.
Hatuey se ufana, como de costumbre, de estar entre los fundadores de la Coppal junto a Peña Gómez, Luis Donaldo Colosio y Gustavo Carvajal Moreno.
Tal vez por eso le dolió tanto que Manolo Pichardo haya demostrado mayor liderazgo que él al frustrar la moción de la exsenadora haitiana contra nuestro país y que élóHatueyópresentó con tanto entusiasmo.
Mitómano contumaz...
Una condición del mitómano es que llega a creerse sus propias mentiras...
En la columna del sábadoódía que he especializado para avanzar algunas anécdotas de Balaguer que se recogerán en mi libro “El Presidente Ciego”--, cité casualmente la visita que le hice a Balaguer a propósito de la propuesta del PLD para que encabezara la boleta como senador de mi provincia en las elecciones de 2002.
Afortunadamente hay testigos vivos... Ahí está el general Pérez Bello, por ejemplo. Pero ese será un relato posterior.
En su rosario de mentiras Hatuey envuelve en burdas ironías algunas frases que pretenden elevar su historial político lleno de errores, torpezas, fracasos y frustraciones.
Como por ejemplo pasar de líder de un partido de la historia y la grandeza del PRD a presidente de un partidito insignificante como el PRSD para ser candidato vicepresidencial de Eduardo Estrella.
¡Ya eso lo dice todo...!
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