domingo, 30 de junio de 2013

EL PCR UN PARTIDO EMERGENTE CON ESTRATEGIA DE CRECIMIENTO

Palabras pronunciada por Domingo Nuñez Polanco en la ciudada de la Vega
en acto de juramentacion de cientos de nuevos renovadores que ingresan al PCR 

Parte de los nuevos renovadores que se integran al PCR  
Domingo Nuñez Polanco  mientras hablaba a los nuevos renovadores


Buenas tardes a los amigos, hermanos y compañeros que nos acompañan y un saludo renovador de afecto y cariño y a la vez darle la Bienvenida a la gran cantidad de nuevos renovadores que aquí en esta tarde se juramentan haciendo voto de compromiso de integrarse a luchar y promover el nuevo Proyecto alternativo de República que propone el General Zorrilla Ozuna a la nación dominicana vía el PCR.

En esta ciudad de la Vega, que dignamente le han llamado desde los tiempos de la Colonia “la Vega Real” y años más tarde le llamaran “la culta y olímpica ciudad de la vega” y por demás en este Valle Real que circunda estas bellas montañas le sacaron del alma y de su musa al Almirante Cristóbal Colon la bella Frase que define estos contornos : dijo el Almirante impresionado por la exuberante vegetación y biodiversidad lo siguiente: “Estas son las tierras más hermosas que ojos humanos jamás hayan visto” y le llamo entonces el “Valle de la Vega Real”

Estas son tierras prodigas, tierra de nacimiento de héroes y Próceres.
Aquí nacieron, el héroe Enrique Giménez Moya y el prócer Profesor Juan Bosch. 
Pero también aquí en esta ciudad está naciendo con el PCR una nueva generación de hombres y mujeres que con ideas renovadoras vienen a cambiar la forma de hacer política en República Dominicana. 
Estos ciudadanos de la provincia de la Vega, dirigentes y activistas del movimiento social, miembros y dirigentes de otras organizaciones políticas, profesionales y estudiantes comprometidos con las mejores causas, todos preocupados por la falta de principios y valores en el ámbito político, sobre todo, en el marco del debate de las ideas y propuestas, han tomado la decisión histórica de integrarse a trabajar en un partido emergente, un Partido de esperanzas y perspectivas llamado PCR.
El Partido Cívico renovador, como partido emergente tiene entre sus propósitos contribuir a la creación de la dimensión ética e igualitaria de la política, sustentada en el humanismo, los derechos humanos, el compromiso democrático y la vocación social. 
El Partido Cívico Renovador, también es un partido emergente por que se define como un amplio espacio democrático y progresista, en una concepción de progreso de la sociedad que asume como principios irrenunciables la promoción de los valores históricos, culturales, socioeconómicos y humanistas de la República dominicana enarbolados por el más profundo pensamiento de nuestros más altos referentes históricos.
Hablamos de partido emergente. Quiero que sepan amigos, hermanos y compañeros, hay quienes igualan a un partido emergente con partidos minoritarios. No es necesariamente así. Hay partidos minoritarios que son más añejos que algunos de los Partidos mayoritarios. Tienen más de cuarenta años, como el caso del PQD.
Los atributos y cualidades que requiere un partido para ser emergente son precisamente lo que conforman y componen al PCR
1. Cuenta con líder con proyección de futuro
2. El partido está aplicando una metodología organizativa innovadora: Los Comités Renovadores CR9 que con un novedoso procedimiento articularan el espacio territorial con el recinto electoral vía las mesas o colegios electorales.
3. La educación y formación política es una actividad de primer orden en el PCR.

Un Comité Cívico Renovador CR9 es un organismo formando por hombres y mujeres que pasan a ser miembros del PCR y que desean adquirir una formación política teórica y práctica.

La capacitación práctica la obtienen trabajando en el seno de la sociedad y comunidades. También, los miembros de los Comités Cívico Renovador tendrán por tarea, en coordinación con los dirigentes del PCR en la circunscripción, municipio o distrito municipal correspondiente, formar comandos tácticos electorales, tomando como guía la estructura organizacional de la JCE: Recintos, Colegios electorales (mesas) y circunscripciones. 

Todos los Renovadores que entran en el Partido por la puerta de los Comités Renovadores CR9 comienzan su tarea aprendiendo a ver desde un punto de vista científico como ha ido produciéndose la historia de nuestro pueblo, pues si la finalidad inmediata del PCR es alcanzar una sociedad con justicia social y vivir en dignidad, lo primero que tienen que conocer a fondo y seriamente un Renovador es como se ha producido su historia, que fuerzas lo han formado.

Lo que sostiene unido a un partido y sostiene funcionando su estructura es el hecho de que sus miembros tengan las mismas ideas, pero las ideas iguales dan nacimiento a métodos iguales de trabajo y de esas dos igualdades surge en forma natural la disciplina y la organización. En el PCR la fuente de todo eso se halla en los programas de estudios de formación y capacitación política.
En este sentido, el Partido responderá a las necesidades de los diferentes sectores de la población, enriqueciendo la plataforma política y posicionar al Partido en la competencia del debate social y político estableciendo las estrategias programáticas, el trabajo de líderes sociales y sectoriales, mediante la captación y movilización de la demanda comunitaria, en torno a la oferta del Partido en los distintos órdenes de la sociedad.
por igual, como partido emergente se propone estructurar a nivel nacional una corriente ideológica y programática denominada PCR que tenga como propósito diseñar e implementar iniciativas, planes y proyectos que sean políticamente factible, socialmente aceptables y moralmente viables para promover el desarrollo del país con ciudadanos comprometidos, de competencia social que participen democrática y libremente e incidan en las decisiones fundamentales de la sociedad defendiendo los recursos naturales y el derecho del dominicano a su desarrollo económico, político, social e individual en un ambiente sano, de respeto por la vida y la naturaleza.

Para terminar con mi participación permítanme decirle o mejor dicho preguntarnos:

¿Para qué debemos organizarnos? 

Debemos organizarnos para varias cosas, según sean las etapas que debemos recorrer para llegar a nuestra meta. “Así, los invito a que veamos al Partido como un cuerpo en desarrollo, un cuerpo que debe crecer física y mentalmente, un cuerpo que debemos alimentar y cuidar para que adquiera fuerzas y al mismo tiempo adquiera conocimientos para lograr:

a) El crecimiento y desarrollo del PCR 

b) asegurar la existencia de un partido fuerte

c) un partido bien organizado, disciplinado y Consciente.

d) Un Partido donde sus simpatizantes, amigos, miembros, militantes (cuadros) adquieran la necesaria formación política para que el PCR pueda cumplir sus planes estratégicos y metas políticas.


¡VIVA EL PARTIDO CIVICO RENOVADOR!
¡EL PCR LA VIA, ZORRILLA EL GUIA!
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE 
HERMANOS Y COMPAÑEROS!
Muchas gracias
El General Zorrilla Ozuna presidente PCR se dirige a los nuevos miembros  


Parte de la juventud que vienen también  a renovar la forma de hacer politica en la RD  via el PCR 











UNA VIDA EJEMPLAR:JUAN EMILIO BOSCH Y GAVIÑO

Escritor, cuentista, novelista y ensayista. Nació en la ciudad de La Vega el 30 de junio de 1909, hijo de don José Bosch y doña Ángela Gaviño. El padre de nacionalidad española y la madre, nacida en Juana Díaz, Puerto Rico, se habían establecido en el país en los finales del siglo XIX. Juan Bosch vivió sus primeros años de infancia en La Vega, y visitaba también las comunidades de Río Verde y El Pino. Cursó estudios sólo hasta el tercer nivel de bachillerato.

Retorno al pais


En su juventud vivió en Santo Domingo y trabajó en establecimientos comerciales; más tarde viajó a España, Venezuela y algunas de las islas del Caribe. A su retorno a la República Dominicana, al comienzo de los años ’30, publicó su primer libro de cuentos "Camino Real", el ensayo “Indios” y la novela "La Mañosa", aclamada por la crítica nacional. Fundó y dirigió la página literaria del periódico Listín Diario, en el cual se perfiló como crítico de arte y ensayista

Junio 1934

Matrimonio con la Señora Isabel García


En junio de 1934 contrajo matrimonio con la señora Isabel García. Con ella procrearía dos de sus hijos: León y Carolina. En los primeros años de la dictadura de Rafael Trujillo Molina fue encarcelado por razones políticas, siendo liberado luego de varios meses, sin cargos de ninguna naturaleza.

1938 — 1939

Salida al exilio y establecimiento en Puerto Rico

En 1938, sabiendo que el tirano planeaba designarlo diputado, logra salir al exilio y se establece en Puerto Rico. En 1939 se trasladó a Cuba, donde dirigió la edición de las obras completas de Eugenio María de Hostos, trabajo que termina de definir su vocación de patriota y humanista. En 1939, junto a otros exiliados políticos, fundó el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el cual organizó y dio a conocer en otros países del Caribe y América Latina

1940 — 1945

En los años 1940 y 1945, literatura y formación de frente antitrujillista.


En los años transcurridos entre 1940 y 1945, se destacó como uno de los más notables escritores de cuentos de la región y laboró activamente en la formación de un frente antitrujillista encabezado por el PRD.
1940

Destacado papel en la redacción de la Constitución cubana y segundas nupcias, con Carmen Quidiello.


Colaboró con el Partido Revolucionario Cubano y desempeñó un destacado papel en la redacción de la Constitución de aquel país promulgada en 1940. Casa, en segundas nupcias, con Carmen Quidiello, de cuyo matrimonio nacieron sus hijos Patricio y Bárbara.

1940

Ganó importantes premios literarios a nivel internacional

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=j2LxQlEkTRc

Ganó importantes premios literarios a nivel internacional, entre los cuales se distingue el premio "Hernández Catá" que se otorgaba en La Habana a los cuentos escritos por autores de América Latina. Fue uno de los principales organizadores de la expedición armada que se gestó en "Cayo Confite", en la cual participaron cientos de ciudadanos cubanos y centroamericanos con intención de derrocar la dictadura de Trujillo. Entre ellos se encontraba el joven Fidel Castro.

1940

Bosch se traslada a Venezuela y a otros países de América Central

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=gh3aOltOChA

Fracasada esa expedición, Bosch se trasladó a Venezuela y a otros países de América Central, donde desarrolló una activa campaña antitrujillista y consolidó su carrera de escritor, cuentista y ensayista de primera categoría. Para ese momento había escrito cuentos de profundo contenido social, entre los que pueden citarse "La Noche Buena de Encarnación Mendoza", "Luis Pié", "Los Amos" y "El Indio Manuel Sicuri". En Cuba, lugar al que regresó requerido por sus amigos del Partido Revolucionario Auténtico, desempeñó importantes papeles en la vida política e intelectual.

1959 — 27 Febrero 1961

Carta a Trujillo


El 1ero de enero de 1959 se produjo en Cuba el triunfo encabezado por Fidel Castro, que motorizó un reordenamiento político, económico, y social en los países del Caribe. Bosch, con instinto certero, percibió el proceso histórico que se había iniciado, y dirigió a Trujillo una carta, el 27 de febrero de 1961, en la cual le advertía que su papel político, en términos históricos, había concluido en la República Dominicana, y que de no dar por terminada su tiranía, “el próximo aniversario de la República será caótico y sangriento; y de ser así, el caos y la sangre llegarán más allá del umbral de su propia casa...”

30 Mayo 1961 — Diciembre 1962

Bosch regresa a su país


Ajusticiado Trujillo el 30 de mayo de ese año (1961), Bosch regresó a su país luego de veintitrés años de exilio, cuatro meses después de haberse establecido en territorio dominicano el Partido que había fundado en 1939. Su presencia en la vida política nacional, como candidato a la presidencia de la República, revolucionó substancialmente la forma de vinculación entre los líderes políticos y el pueblo, así como el estilo de realizar campañas electorales en el país. Su forma directa y sencilla de dirigirse a la población, tanto rural como urbana, especialmente a través del programa radial Tribuna Democrática, le permitió desarrollar una profunda influencia y simpatías populares, que lo perfilaron como incuestionable ganador de las elecciones de diciembre de 1962.

27 Febrero 1963

Triunfo electoral.

Celebrado el torneo electoral, Bosch obtuvo un triunfo arrollador sobre sus contendores, alcanzando casi el 60% de los votos. Combatido desde antes por los sectores más conservadores de la sociedad, tomó posesión como Presidente de la República el 27 de Febrero del 1963.

27 Febrero 1963

Primer presidente electo democraticamente, tras la tiranía


El primer presidente elegido democráticamente en cuarenta años luego de la larga tiranía de Trujillo, quiso desde un primer momento establecer cuatro prioridades fundamentales para su gobierno: 1.Respeto pleno a la independencia de los tres poderes del Estado: ejecutivo, legislativo y judicial, 2.Respeto pleno a los derechos civiles y políticos de todos los ciudadanos, 3.Respeto pleno a la utilización honrada y eficiente de los poderes y fondos públicos y 4.Respeto pleno a un régimen de igualdad de oportunidades para todos.

27 Febrero 1963

Inicio a una gestión gubernativa patriótica, reformadora, de incuestionable honestidad administrativa y de profundas transformaciones.



Bosch dio inicio a una gestión gubernativa patriótica, reformadora, de incuestionable honestidad administrativa y de profundas transformaciones. Su gobierno fue derrocado por un golpe de Estado, estimulado y apoyado desde el exterior. Menos de dos años después, la insatisfacción generó el levantamiento militar del 24 de abril de 1965, que tenía como objetivo el restablecimiento del gobierno constitucional que Bosch había presidido, y la vigencia de la Constitución que su gobierno había promulgado el 29 de abril de 1963, la más progresista que ha conocido la República.

30 Mayo 1966

Bosch viaja a España


Impedido de regresar al poder por la intervención militar de los Estados Unidos, apoyada por la Organización de los Estados Americano (OEA), se vio obligado por las circunstancias a participar en las elecciones realizadas el 30 de mayo de 1966, bajo la dirección y el control de las fuerzas interventoras. A fines de ese año, Bosch se marchó al exterior radicándose en España, donde realizó una extraordinaria labor intelectual produciendo algunas de sus obras más importantes entre las cuales están: "Composición Social Dominicana", "Breve Historia de la Oligarquía", "De Cristóbal Colón a Fidel Castro", y numerosos artículos de diferentes géneros publicados en revistas, periódicos y otras publicaciones del país y del exterior.

Abril 1970 — 15 Diciembre 1973

Regresó a la República Dominicana en abril de 1970 con la intención de reorganizar y modernizar al PRD.


Regresó a la República Dominicana en abril de 1970 con la intención de reorganizar y modernizar al PRD. De nuevo fue recibido de manera masiva por el pueblo dominicano, con la capital del país prácticamente paralizada. Quiso convertir a sus miembros en militantes activos, estudiosos de la realidad histórica y social de su país; sin embargo ese proyecto fue obstaculizado. Las diferencias y contradicciones entre Bosch y un sector importante de la dirección de ese partido, lo llevó a abandonar las filas de esa organización en noviembre de 1973 y fundar el 15 de diciembre de ese año el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

2012

Un símbolo de la dignidad

El relevante aporte del Profesor Juan Bosch a las letras nacionales y americanas en la narrativa, novelas y ensayos lo han convertido en maestro de dos generaciones de escritores, cuentistas, novelistas, ensayistas, periodistas e historiadores entre los cuales se distinguen algunas de las más sobresalientes figuras del país y de América Latina. Su conducta patriótica, cívica, honesta, valiente y militante, como gobernante y líder, lo convierten en un símbolo de la dignidad


Dietas que transtornan

17/11/03 Por Por Mirta Gorelik

Actualmente, parecería que bastara con presentar cualquier síntoma aislado de trastornos de la alimentación, para que una mujer sea rotulada con el temido sello de bulimica o anoréxica. Pero la realidad es mas compleja, y los diagnósticos apresurados son riesgosos.

En verdad, resulta difícil advertir cuando estamos frente a cualquiera de estas enfermedades, y cuando frente a aquello que recientemente se ha calificado como "trastornos alimentarios no específicos ". Sin embargo, la bulimia y la anorexia tienen parámetros muy claros desde el punto de vista medico-psiquiátrico. Para que una persona sea considerada bulímica, es necesario que presente determinados síntomas. Entre otros, se pueden citar los siguientes, a los que no se debe contemplar aisladamente:
Consumir una cantidad de comida definitivamente superior a la que comería la mayor parte de la gente en un periodo similar.
Comer en un estado de fuerte pérdida de control ( muy frecuentemente, a escondidas ), lo cual lleva después a la sensación de culpa y vergüenza, así como a conductas compensatorias. Los atracones, así como las " compensaciones ", tienen una frecuencia superior a la de una vez por semana y son sostenidas en el tiempo.
Las conductas compensatorias, que tienen la finalidad de eliminar lo que se comió durante el atracón, van desde el vómito autoinducido hasta el abuso de laxantes o diuréticos, pasando por la actividad física extrema o los ayunos.
La anorexia, por su parte, también presenta rasgos identificatorios :
Vivencia perturbada del peso, las formas y el tamaño corporal. Peso claramente inferior al adecuado a la edad y contextura física.
Extrema rigidez en el control del apetito.
Negación del riesgo que implica el bajo peso.
Ausencia de menstruación durante por lo menos tres meses seguidos.
Frente a estas enfermedades, existen los " trastornos alimentarios no específicos " : disfunciones que, sin llegar a la intensidad de los síntomas bulímicos o anoréxicos, también requieren contención y tratamiento. La persona, por ejemplo, se atracona sin llegar a la frecuencia semanal, y tampoco toma laxantes o vomita. De todas formas, y aunque la vivencia sea angustiosa, uno o varios atracones no alcanzan para agitar al fantasma de la bulimia. Así tampoco nadie debería apresurarse a calificar de anoréxica a una jovencita que esta delgada, hace dieta y " se mata " en el gimnasio. La realidad es mas compleja que estas conclusiones rutinarias, y sin embargo, en más de una oportunidad he recibido consultas de alguna madre preocupada porque su hija había sido diagnosticada como bulímica. Habiendo vomitado solo en una ocasión !
Recuerdo a Alejandra F.: el profesional que le había diagnosticado bulimia le proponía realizar un tratamiento de hospital de día ( de 8 a 17 hs., diariamente ), lo cual equivalía a tener que abandonar su empleo, y por consiguiente, también su departamento. Alejandra acababa de separarse y vivía sola. Cuales eran sus síntomas ? : comilonas compulsivas que no podía controlar y le ocasinaban no solo " dolores de panza " sino también estados depresivos. Después de cada comilona, apelaba a dietas restrictivas que resultaban muy difíciles de ser respetadas a lo largo del tiempo. Y era este falso recurso de la dieta lo que conducía inevitablemente a Alejandra a su próxima comilona.
Visto desde esta perspectiva, quedaba claro que su problema no era " ser bulímica " sino caer en el círculo vicioso de dieta-atracón-dieta-atracón....
Al registrar que no era etiquetada - y mucho menos impulsada a cambiar brutalmente su modo de vida - Alejandra sintió un gran alivio. Acepto un plan equilibrado de alimentación, en el que podía comer de todo un poco, y en la medida en que empezó a superar sus compulsiones pudo también comenzar a decodificar otras emociones. Emociones que tenían que ver con su historia personal y familiar, y que hasta el momento ella no había podido poner en palabras. Su caso no excepcional : los " trastornos alimentarios no específicos" requieren que se trabaje en forma conjunta el aspecto nutricional y el psicológico.
Tal como Alejandra, muchas mujeres se someten a dietas restrictivas con la con la ilusión de que así cumplirán con el actual modelo de delgadez, que es muchas veces inalcanzable. En esta conducta radica
el principal origen de los " trastornos no específicos de la alimentación ", que se extienden en la población a un ritmo aun mayor que el de la bulimia y la anorexia. Para entender como funciona este mecanismo, basta remitirse a un experimento realizado en la Universidad de Minnesota, durante el cual 36 personas fueron sometidas a una dieta restrictiva prolongada, basada en bajas calorías.
Los 36 voluntarios redujeron su consumo calórico a la mitad a lo largo de 6 meses y, ni bien habían perdido un 25% de su peso, se comenzó a observar en ellos una serie de cambios : se veían mas preocupados por la comida y el comer, coleccionaban recetas y libros de cocina, desarrollaron nuevos hábitos ( desmenuzar la comida, por ejemplo ), bebieron mas te y café, y aumentaron su consumo de cigarrillos.
Lo más significativo se produjo, sin embargo, durante el período de recuperación de su peso: un alto porcentaje informó que que sentía hambre a pesar de haber estado alimentándose en forma normal, otros escondieron comida, y también se verificaron atracones. Y lo más preocupante: todas las personas que participaron de esta experiencia desarrollaron distintos grados de irritabilidad, ansiedad, depresión, indecisión, aislamiento social, pensamiento obsesivo, insomnio y pérdida de interés sexual.
Tal como se demostró en aquel momento, cualquier persona que sea sometida a dietas desbalanceadas y restrictivas ( y que a veces se muestran simplemente en una revista ), desarrollarán trastornos que van mucho mas allá de lo alimentario. No alcanzan para aplicar erróneamente la etiqueta de " enfermo bulímico o anoréxico " pero si requieren la atención de un profesional responsable. Acompañar a un paciente de estas características, y sostener su posibilidad de modificar conductas que el considera incontrolables, es el desafío que actualmente enfrentan nutricionistas y psicólogos.
 
 
* Mirta Gorelik
Lic. en Psicología
Especialista en trastornos de la Alimentación

El secreto de la 'eterna juventud

El secreto de la 'eterna juventud': darle un empujón a las células madre durmientes

¿Dónde se oculta la fuente de la 'eterna juventud'? En la capa más profunda de nuestra piel, donde duermen las células madre. Saber cómo se pueden restaurar sus habilidades y su cantidad, permitirá evitar las arrugas, dice un estudio.
Para verificar las tres hipótesis más populares de cómo se regenera nuestra piel, los investigadores británicos y estadounidenses elaboraron un modelo informático, una simulación virtual, que permite ver que a medida que envejecemos perdemos la capacidad de desencadenar las células madre para que se pongan en acción y regeneren la piel dañada.

La hipótesis que pareció a los científicos más creíble es la de que las células durmientes se ponen activas cuando la piel está dañada o cuando el número de otros tipos de células de la piel más madura disminuye, lo que garantiza que la piel se regenera constantemente. 


Comprender mejor este mecanismo, permitiría encontrar formas de combatir los efectos del envejecimiento de la piel

"Cada vez que despertamos estas células, para sanar una herida o reponer las reservas de otras células, algunas no regresen a dormir, por lo que la población se reduce poco a poco. Esto explica por qué la piel senil es más lenta de curar y, en parte, por qué nuestra piel cambia cuando envejecemos. Comprender mejor este mecanismo, permitiría encontrar formas de combatir los efectos del envejecimiento en nuestra piel", dice Xinshan Li, uno de los investigadores.

El modelo virtual ha permitido a los investigadores predecir por primera vez lo que ocurre en la piel a medida que envejece año tras año e incluso década tras década. La capacidad de analizar tales modelos virtuales prolongados puede ser especialmente importante para investigar el cáncer de piel

"Si es posible estudiar este fenómeno durante largos períodos de tiempo, puede ser posible encontrar maneras de prevenir la activación de las células mutadas y por lo tanto reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad", añaden los científicos, citados por el diario 'The Daily Mail'. 

Algunos de los investigadores de este estudio trabajan para la empresa Procter & Gamble, que espera emplear los resultados del estudio para crear un producto útil. 

JUAN BOSCH: “Los hombres pueden caer, pero los principios no.”

JUAN BOSCH: “Los hombres pueden caer, pero los principios no.”

 
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104 ANIVERSARIO NATALICIO DEL PROFESOR JUAN BOSCH

 (PARA ESCUCHAR DISCURSO DEL PROFESOR JUAN BOSCH HACER CLIK  AQUÍ )

…Y nosotros tenemos que convertir en hechos nuestros buenos deseos. Los pueblos dignos, como los hombres con estatura moral, buscan dar, no recibir; buscan ayudar, no pedir ayuda.

EN HONOR A LA MEMORIA DE JUAN BOSCH


JUAN BOSCH 
por Max Puig
Juan Bosch ha muerto. Fue un hombre íntegro y riguroso, solidario y patriota; un trabajador infatigable, que le dio mucho a su país y al mundo. De su fecunda vida se harán muchos balances.
Cuando se escriba la historia habrá mucho que decir de Juan Bosch. En el empeño se ordenarán y clasificarán sus aportes. Desde ya su nombre está indisolublemente ligado a la formación del pensamiento social del pueblo dominicano, a la reafirmación de los valores, la identidad y la independencia nacionales y a la lucha por las libertades públicas, que son el soporte de la vida democrática.
Algunos pondrán el acento en su contribución a la comprensión de la sociedad dominicana. Sus análisis sobre las actitudes y comportamientos de clases, grupos sociales e individuos hicieron que, a partir deél, se leyeran la historia y el presente dominicanos con nuevos ojos, más abiertos.
Otros insistirán en el papel que jugó a favor de la educación, el desarrollo y el avance social. Se resaltará su rol en la construcción de la democracia dominicana. Sin embargo, otros pondrán de relieve las extraordinarias dotes literarias que le ganaron fama.
Observador penetrante, de fina sensibilidad, Bosch procuró entender y expresar a su pueblo. El campesino pobre es el protagonista de su obra literaria más temprana. Aprendió de él, bebió de su sabiduría, y trazó sus perfiles con maestría.
Juan Bosch, perfeccionista, amante del trabajo bien hecho, pasó de la literatura a la política sin abandonar su condición de orfebre de las letras. Cambiarían los instrumentos pero Bosch seguiría siendo el esteta, el ser sensible que siempre fue.
Al considerar a su pueblo como indefenso, atrapado en la ignorancia y un atraso secular, Bosch vio en la política un deber social. La concibió como una actividad seria y digna que debía contribuir al establecimiento de una sociedad más justa y democrática, peldaño necesario para liberar a los seres humanos de muchas de sus ataduras y limitaciones.
De ahí su profundo desprecio por cuantos hacen de la política un negocio. Su inflexible condena a corruptos y farsantes. Su voluntad de ver los mercaderes lejos del templo de la República.
Le tocó actuar en un siglo XX y una América Latina marcados por la confrontación entre autoritarismo y democracia. No limitó su defensa de la democracia a sus aspectos formales. La democracia social fue para él preocupación permanente. Enseñó civismo, enseñó respeto, enseñó democracia. Pero sobre todo, se empeñó en enseñar a pensar.
Cabeza del campo democrático dominicano a todo lo largo del siglo en que vivió, su vocación de servicio hizo que concibiera la política como una pedagogía democrática. Esa pedagogía exigía una comunicación adecuada. Su vasta cultura, su sensibilidad y conocimiento de su gente hicieron de él el maestro que esperaba la sociedad dominicana a raíz de la muerte del tirano Rafael Trujillo.
Más allá de sus considerables aportes en los campos del conocimiento, la política y la literatura habrá que prestarle mucha atención al hombre Bosch. En él hay un referente ético de enorme valor para los dominicanos de hoy y de mañana.
Bosch quiso un mejor destino para su país y puso todo su talento y energías al servicio de su causa. Batallador, cabalmente honrado y metódico en el cumplimiento de las tareas que se impuso, defendió sus ideas con firmeza y evitó comprometer los principios por los que luchó toda su vida.
Cargado de lauros, don Juan no se aisló en torre de marfil. Fue sencillo, humilde y siempre estuvo atento a los que de él quisieron aprender, No sucumbió a los desvaríos ante los que termina mucha gente. No le cegaron la fama ni el dinero.
Las pasiones políticas no le fueron ajenas. Como todo humano cometió errores, pero muchos quisieron detractarlo injustamente. Los nombres de quienes lo hicieron pasarán al olvido. El suyo, por el contrario, será recordado siempre. Para determinarlo, no habrá que esperar que se escriba la historia. Con su vida y su obra el propio Juan Bosch grabó su nombre en ella con letras mayúsculas.
Juan Bosch ha muerto. Ahora le pertenece a la Patria y es ejemplo para todos sus hijos e hijas. 
(Escribí este artículo raíz del fallecimiento del profesor Juan Bosch el 1 de noviembre de 2001 y fue publicado en la edición de la revista ¡Ahora! del 11 de noviembre de 2001. Posteriormente, el texto fue incluido en el libro Pensar la Nación que publiqué en mayo de 2010. Lo reproduzco hoy, al cumplirse el 104º aniversario de su natalicio).

EN EL 104 ANIVERSARIO DE BOSCH: VIAJE A LOS ANTÍPODAS

e5afb-ultraderecha_y_empresarios_anhelaban_golpe_de_estado_contra_juan_bosch_en_1963_21 BOSCH: Fui al Asia y Sudeste Asiático a buscar la Verdad (1969).

 VIAJE A LOS ANTÍPODAS (Publicado en la revista ¡Ahora!, Nº 326 del 9 de febrero de 1970.)

“Durante años y años creí que políticamente la Verdad se hallaba en la llamada democracia representativa, pero sucedió que cuando el pueblo dominicano se lanzó a morir por esa democracia que yo, entre varios pero quizá más que muchos, le había enseñado a buscar, la tal democracia representativa sacó de sus entrañas la putrefacción, el crimen, la mentira, el abuso”
“vi a la soldadesca norteamericana llegar a Santo Domingo armada hasta los dientes para bombardear a la ciudad más vieja de América, para aniquilar el impulso creador de nuestro pueblo y para exterminar, como se hace con las fieras, a los luchadores democráticos dominicanos; vi a la República desamparada, engañada por los organismos internacionales y traicionada por la OEA”
La  dignidad  y bravura del hombre Quisqueyano se puso a prueba en el abril cuando la patria fue agredida por la botas invasoras. Aquí, en esta fotografía,un dominicano, se enfrenta a puños limpios a un soldado Yanqui que intenta agredirlo.
“he visto morir dominicanos día tras día desde el momento en que desembarcaron en el país los primeros infantes de marina del señor Trujijohnson hasta el momento en que escribo estas líneas, ya a punto de terminar el año de 1969, a pocos meses de cumplirse los cinco años de la intervención norteamericana. Así, la mentira y el crimen aplicados y desatados por la llamada democracia representativa yanqui en Santo Domingo no fueron el resultado de un error momentáneo; fueron y siguen siendo la obra sistemática de todos los días”
“a partir del 28 de abril de 1965 comencé a estudiar cuidadosamente la historia de los Estados Unidostal como es y no como la cuentan los norteamericanos; comencé a darme cuenta de que ese país gigantesco y poderoso tiene una antigua tradición de engaños y una capacidad asombrosa para mentirle al mundo”
Los países del Asia están geográficamente en el lado del mundo opuesto a la República Dominicana, y además, tres de los cuatro que visité en los meses de octubre y noviembre de 1969 son, en el orden político, el polo opuesto de Santo Domingo; así, para nosotros los dominicanos Corea del Norte, China y Vietnam del Norte representan con toda propiedad nuestros antípodas, porque la palabra antípoda quiere decir eso: lo que se halla en el lado de la Tierra opuesto a nosotros, y además lo que representa algo totalmente distinto de lo que somos.
¿Por qué he viajado a los antípodas geográficos y políticos de nuestro país?
Aunque la respuesta a esa pregunta podría ser larga y complicada, voy a tratar de hacerla corta y clara: Fui al Asia y al Sudeste Asiático a buscar la Verdad.
Durante años y años creí que políticamente la Verdad se hallaba en la llamada democracia representativa, pero sucedió que cuando el pueblo dominicano se lanzó a morir por esa democracia que yo, entre varios pero quizá más que muchos, le había enseñado a buscar, la tal democracia representativa sacó de sus entrañas la putrefacción, el crimen, la mentira, el abuso. Yo oí al presidente de los Estados Unidos, país líder  de la tal democracia representativa, mentir como sólo mienten los seres más abyectos; oí a él y a senadores, diputados, altos personajes y a la radio oficial de los Estados Unidos acusar a la revolución democrática del pueblo dominicano de criminal y salvaje; vi a la soldadesca norteamericana llegar a Santo Domingo armada hasta los dientes para bombardear a la ciudad más vieja de América, para aniquilar el impulso creador de nuestro pueblo y para exterminar, como se hace con las fieras, a los luchadores democráticos dominicanos; vi a la República desamparada, engañada por los organismos internacionales y traicionada por la OEA; la vi atropellada por soldados latinoamericanos, enviados a nuestro país para justificar el crimen de los Estados Unidos, que habían violado tratados hemisféricos y no querían ni podían quedarse solos ante la conciencia del mundo como autores de esa violación; he visto morir dominicanos día tras día desde el momento en que desembarcaron en el país los primeros infantes de marina del señor Trujijohnson hasta el momento en que escribo estas líneas, ya a punto de terminar el año de 1969, a pocos meses de cumplirse los cinco años de la intervención norteamericana. Así, la mentira y el crimen aplicados y desatados por la llamada democracia representativa yanqui en Santo Domingo no fueron el resultado de un error momentáneo; fueron y siguen siendo la obra sistemática de todos los días.
Valientes Mujeres Quisqueyanas se enfrentan a los soldados americanos en una marcha protesta por los atropellos por parte de la soldadesca americana contra el pueblo.
Si alguien en quien tuvimos fe nos sorprende mostrándonos de manera inesperada lo que es en verdad y no lo que había simulado ser, empezamos a poner en duda todo lo que habíamos estado creyendo de él hasta entonces; y eso me sucedió a mí. Así, a partir del 28 de abril de 1965 comencé a estudiar cuidadosamente la historia de los Estados Unidos tal como es y no como la cuentan los norteamericanos; comencé a darme cuenta de que ese país gigantesco y poderoso tiene una antigua tradición de engaños y una capacidad asombrosa para mentirle al mundo; ha hallado la forma de atropellar de la manera más brutal a los pueblos débiles y presentar esos atropellos como si fueran grandes y costosos esfuerzos para liberarlos de males infernales y para defender la libertad humana. Cuando los libros de historia me convencieron de que los Estados Unidos no son lo que sus propagandistas dicen que son, sino todo lo contrario, me dije a mí mismo que esos libros podían ser en fin de cuentas obras de fanáticos antiyanquis y que mi deber era comprobar los hechos sobre el terreno; y visto que la prensa, la televisión, la radio y la mayor parte de los medios de comunicación norteamericanos tienen años y años presentando al mundo socialista como el espejo de la esclavitud, el atraso y la miseria, fui a visitar Yugoeslavia y Rumanía. Allí, en Yugoeslavia y Rumanía comprobé que de cada mil palabras sobre los países socialistas que se escriben en los Estados Unidos, novecientas noveintinueve son mentiras, y llegué a la conclusión de que el empeño que ponen los yanquis en hacer que los gobiernos sirvientes de América Latina persigan como a un criminal al que viaja a los países socialistas tiene un fin, el de evitar por medio de la violencia que los pueblos de América Latina se enteren de que la propaganda norteamericana contra esos países se basa en la mentira y sepan que cualquiera de ellos tiene un grado de desarrollo y bienestar, y sobre todo de justicia social, incomparablemente más alto que el de los latinoamericanos. Yo, que no soy comunista y por eso mismo no estoy obligado en ningún sentido ni por ninguna razón a defenderlos, lo afirmo categóricamente ante el pueblo dominicano, y digo a conciencia, con la mano puesta en el corazón, que de cada diez verdades sobre los países comunistas que dice un yanqui, dice al mismo tiempo, y con la mayor tranquilidad, noventa y nueve mil novecientas noventa mentiras.
La mentira es una parte tan importante en la vida norteamericana que sus historiadores, escritores, ensayistas, periodistas y funcionarios mienten hasta sin darse cuenta. Unas veces mienten directamente y otras de manera indirecta; unas veces dicen lo que no es verdad y otras veces se callan la verdad. Y esto lo hacen no sólo cuando hablan de otros países sino también cuando hablan del suyo; no sólo cuando se refieren a hechos actuales sino también cuando se refieren a hechos históricos. Por ejemplo, hace algo así como año y medio el ex embajador Crimmins respondió a una carta del PRD y en esa carta afirmó que los Estados Unidos son un país que se ha desarrollado pacíficamente, mediante la sola aplicación de las leyes; y recientemente el sucesor del Sr. Crimmins ha repetido lo que éste había dicho.
Pues bien, ni el señor Crimmins ni su sucesor dijeron la verdad, y yo me permito poner en duda que los embajadores norteamericanos ignoren la historia de su país. Claro que la conocen, pero la deforman para presentar a su país ante el pueblo dominicano como no es y como nunca ha sido. Al contrario de lo que han dicho los dos embajadores, los Estados Unidos han tenido revoluciones sangrientas, de las más sangrientas que ha conocido la Humanidad; en una de ellas murieron miles y miles y miles de hombres y mujeres, desde civiles y soldados hasta el presidente de la república; ciudades enteras fueron destruidas a cañonazos y se combatió ferozmente durante cuatro años. ¿Cómo es posible que el señor Crimmins y su sucesor pretendan hacernos creer que la fabulosa matanza de 1861-1865 no existió? ¿Y saben los dominicanos por qué no mencionan los señores embajadores esa hecatombe? Pues porque los norteamericanos le cambiaron el nombre; en vez de revolución pasaron a llamarle “guerra de secesión”. Pero fue una revolución provocada por los dueños de esclavos del Sur, que se levantaron en armas cuando creyeron que el gobierno de Lincoln  iba a decretar la libertad de los esclavos. Lincoln no pensaba hacer eso, pero él representaba a los industriales del Norte, que para poder vender sus máquinas necesitaban que desapareciera la esclavitud en el Sur, puesto que los esclavos no estaban capacitados para manejar maquinarias y esto tenían que hacerlo obreros asalariados; y como Lincoln representaba a esos industriales, los esclavistas creyeron que iba a poner en peligro su “sagrado derecho” a ser propietarios de hombres.
Además de la revolución de la independencia y de la llamada “guerra de secesión”, los Estados Unidos han conocido y sufrido revoluciones larvadas que han producido millares y millares de víctimas, entre ellas varios presidentes de la república asesinados. Y ahora mismo, ¿qué está sucediendo con los negros de los llamados “ghettos” y con los “panteras negras”, a quienes cazan a balazos todos los días? Por último, los Estados Unidos han evitado más revoluciones dentro de sus fronteras mediante el método de proyectar sus crisis y su violencia hacia el mundo exterior, pues se trata de un país que ha vivido agrediendo a otros pueblos desde antes de nacer como república. Cuando todavía no eran independientes, los yanquis hacían matanzas memorables de indios americanos para quedarse con sus tierras, y siguieron haciéndolas hasta fines del siglo pasado(IX); después de independientes, arrebataron las Floridas a España y le quitaron a México más territorio del que ocupa hoy esa nación; se quedaron a cañonazos con Puerto Rico; se quedaron con Hawai y la Zona del Canal de Panamá; partieron en dos a Colombia y hoy tienen sus tropas establecidas en Corea del Sur y en Vietnam del Sur, dos países inventados por ellos a costa de la unidad de los viejos pueblos de Corea y de Vietnam, así como inventaron en Formosa una China nacionalista sustraída de la China continental e inventaron en Santo Domingo el llamado gobierno de reconstrucción nacional para mantener dividido al pueblo dominicano.
Un humilde hombre del pueblo pide  a un soldado Yanqui  Invasor  dejarlo pasar para llevar a su niño herido a la Cruz Roja luego de un ataque indiscriminado por las tropas invasoras a la indefensa   población civil.
Pero el embajador norteamericano no se atiene a decir lo que no es verdad en el caso de su país; va más allá y afirma que Inglaterra se ha desarrollado también sin violencias. ¿Sí? ¿Y qué cuenta la historia inglesa? ¿O son invenciones de novelistas las sangrientas revoluciones de 1648 y 1688, para mencionar sólo las del siglo XVII? Quien le cortó la cabeza a Carlos I en 1649 no fue un cirujano que quería devolverle la salud; fue el verdugo que le aplicó la pena de muerte votada por el Parlamento; y las ruinas de las iglesias que se ven en algunos lugares de Inglaterra no se deben a los maltratos del tiempo, sino a los hombres de Oliverio Cromwell, que las saquearon y las quemaron en los días de la revolución de 1648.
Esa necesidad de ocultar la verdad, ¿es acaso una deformación sicológica que se ha propagado, como una epidemia, entre los norteamericanos?
Pues no señor; no se trata de una deformación sicológica. Hubo una época en que los yanquis estaban orgullosos de sus revoluciones y hablaban de ellas con entusiasmo, pero ahora necesitan hacerles creer a los pueblos pobres como el dominicano y los de la América Latina que las revoluciones son un gran pecado, algo muy malo, algo que no debe hacerse nunca, y para decir eso tienen que arrancar de la historia de su país, de Inglaterra y de otros lugares, todas las páginas que se refieran a sus revoluciones; necesitan presentarse como libres del pecado revolucionario para poder reclamar de otros que no lo cometan.
¿Y cuál es la causa de esa actitud? ¿Por qué los norteamericanos, que hicieron revoluciones sangrientas, sin las cuales no habrían podido desarrollarse ni económica ni política ni socialmente, fueron entonces partidarios de revoluciones y ahora son enemigos de ellas?
Porque aquellas revoluciones inglesas y norteamericanas de los siglos XVII, XVIII y XIX fueron hechas por las masas de los pueblos de Inglaterra y los Estados Unidos para entregarles  el poder a las minorías capitalistas de sus respectivos países, y las revoluciones que se hacen ahora en el mundo tienen la finalidad de establecer en el poder a las masas, no a las minorías capitalistas. En el caso concreto de la República Dominicana, la revolución se hará para desmantelar el Frente Oligárquico, que es el instrumento de que se valen los Estados Unidos para gobernar nuestro país a su antojo, y los señores embajadores norteamericanos pretenden hacerle creer al pueblo de Santo Domingo que la revolución es innecesaria, que en Norteamérica y en Inglaterra jamás hubo revoluciones, que los que tienen hambre deben esperar su oportunidad para comer, aunque haya que ir a servirles la comida al cementerio. Al tomar el poder, lo primero que harán las masas dominicanas y las de todos los países pobres del mundo —con los de la América Latina a la cabeza, desde luego— será tomar posesión de lo que es legítimamente suyo, de lo que se halla en su tierra y de lo que ha sido creado con el trabajo de sus hijos; es decir, procederán a nacionalizar las empresas norteamericanas. Y como eso significa que los millonarios norteamericanos dejarán de seguir recibiendo los dólares que sacan de nuestros países, hay que evitar por todos los medios que hagamos revoluciones. Esa es la razón de esas mentiras. Hay que engañar a nuestros pueblos haciéndoles creer que las revoluciones son pecados mortales, obra del demonio comunista, crímenes horrendos contra la libertad, y si los pueblos creen eso y se mueren de hambre, allá ellos con sus miserias; que se los lleve quien los trajo, porque eso no le quita el sueño a ningún ricacho norteamericano.
Pero sucede que el mentiroso y el cojo no llegan lejos. La red de mentiras con que los Estados Unidos tienen envuelto al mundo está destruyéndose rápidamente. En la América Latina la destruyó la invasión militar de Santo Domingo; en el resto del mundo la ha destruido la incalificable guerra de agresión a Vietnam. Por otra parte, el ser humano busca instintivamente la verdad, y cuando da con ella siente la necesidad de transmitírsela a otros. Como a cualquiera persona, a mí me sucede eso; pero ocurre además que tengo una responsabilidad ante el pueblo dominicano, la de ayudarle a disipar las sombras de la mentira en que quieren sumirlo a fin de que vea claramente por dónde va el camino hacia la libertad, la justicia social y el bienestar. Si al visitar Yugoeslavia y Rumanía comprobé que las mentiras que se dijeron sobre la Revolución de Abril eran iguales a las que se decían de esos dos países, ¿no era natural que me dijera a mí mismo que igual debía suceder en el caso de Corea del Norte, de China y de Vietnam? ¿Y no era lógico, en consecuencia, que aceptara las invitaciones que se me hicieron para visitar esos países?
Aquí digo lo que vi, sin la menor deformación. Lo que digo es el resultado de mis observaciones; no es propaganda de partidos ni de gobiernos. Y lo escribo para servir al pueblo dominicano; para que éste conozca la verdad y juzgue por sí mismo, no a base de las mentiras que le sirven los que tienen interés —y ganan dinero al hacerlo— en mantenerlo confundido.
Este breve resumen de un viaje a los antípodas comienza por:
La República Democrática de Corea
La historia escrita de Corea tiene miles de años, de manera que la lengua de sus pobladores es vieja. En esa lengua, que ya se hablaba cuando todavía no se había formado Roma, Corea se llama “el país de los amaneceres luminosos”. Hubiera podido llamarse también “el país de la gente que sonríe”, porque el coreano reacciona ante cualquier estímulo con una sonrisa franca; pero yo recordaré siempre a Corea como “el país de los niños alegres”. Kim Il Sung, el padre….  de la patria, dijo una frase que es a la vez profunda y conmovedora; dijo: “En Corea, el niño es ley”. Tómese esa frase por dondequiera y como quiera, y el resultado será siempre uno: El pueblo coreano está dedicado a sus niños; vive y muere, trabaja, lucha y crea por sus niños. De alguna manera, con esa extraña sensibilidad que tienen los niños en todas partes, los de Corea se dan cuenta de eso, porque donde ellos están —sea en la escuela, en las calles, en los parques—, sus risas y sus gritos de júbilo dan la impresión de una enorme pajarera colmada de cantos. En mis años, que no son pocos, jamás había visto nada igual.
Kim Il Sung sabía lo que decía al afirmar que en Corea el niño es ley, pues los países perduran en la medida en que sus ciudadanos los amen y los defiendan, y los niños de hoy serán los ciudadanos de mañana. El mismo Kim Il Sung era apenas algo más que un niño cuando a los trece años de edad comenzó a cumplir misiones de los grupos de patriotas que estaban luchando contra los japoneses —que habían ocupado el país en 1910—, y se hallaba en la flor de la vida cuando hacia 1932, acabando de cumplir los veinte años, inició la guerra de guerrillas por la liberación de Corea.
“¿Cuántos eran sus hombres en ese momento?”, le pregunté, entre cucharada y cucharada de una sabrosa sopa coreana que él mismo me servía con la naturalidad conque se comporta alguien con un hermano.
Kim Il Sung sonrió. Como todos sus compatriotas, es de sonrisa fácil y expresiva. Pero en esa ocasión la sonrisa del líder de Corea quería decir muchas cosas; quería decir, según me pareció: “Usted no va a creerlo”.
“Dieciocho”, dijo.
¿Y por qué no debía yo creerlo? ¿No se había quedado Fidel Castro con sólo doce seguidores poco después de haber desembarcado al pie de la Sierra Maestra? Fidel Castro había  bajado de la Sierra, convertido en vencedor, a los dos años de haber subido a ella, y Kim Il Sung estuvo guerrilleando trece años, y los dos tomaron el poder al cumplir los treintidos. ¡Extraña similitud de destinos entre el líder de un viejo pueblo  oriental y el de un pueblo nuevo del Caribe!  Pero si el destino de Kim Il Sung y el de Fidel Castro se parecen, en cambio el de Corea y el de Cuba son distintos, porque a Corea le ha tocado ser uno de esos países a los que Norteamérica les ha aplicado la fórmula que ensayó con Colombia en Panamá, la de dividir las naciones y de cada una hacer dos: dos Coreas, dos Chinas, dos Vietnam. A lo mejor, en esa historia de país dedicado a dividir pueblos hallaron los negros norteamericanos la idea de dividir ellos a su vez a los Estados Unidos en una nación para los blancos y otra para los negros.
Corea quedó liberada en agosto de 1945 y el día 15 de ese mes fue proclamada república bajo un gobierno encabezado por el joven que había estado trece años dirigiendo las guerrillas antijaponesas, esto es, por el mismo Kim Il Sung de quien vengo hablando. Unas semanas después de establecida la república, los norteamericanos desembarcaban en el sur al mando de Douglas MacArthur, y éste proclamaba, con su conocida arrogancia: “… Todos los poderes del gobierno sobre el territorio de Corea, al sur del paralelo 38 de latitud Norte, y sobre el pueblo que lo habita, serán… ejercidos bajo mi autoridad”; y fue así como Corea, un país con más de tres mil años de historia escrita, quedó cercenado como un cuerpo al que le cortan la mitad.
Cinco años después de eso comenzó el ataque norteamericano contra Corea del Norte. Al cabo de tres años de guerra, todas las ciudades coreanas habían sido destruidas, o dicho con más propiedad, habían sido demolidas por los bombardeos yanquis. Dieciséis años después, ningún extranjero que visite el país verá las huellas de esa destrucción masiva, pues una por una, todas las ciudades han sido levantadas otra vez, y aun-que cualquiera se da cuenta de que son nuevas porque sus avenidas están trazadas y sus edificios concebidos según los conceptos característicos de la arquitectura más moderna, parece que tienen siglos de habitadas, porque a primera vista se nota que entre sus habitantes y ellas hay esa coherencia y esa intimidad que son propias de las ciudades antiguas.
Debido a que en los años de la vida de Kim Il Sung su país pasó de colonia a república, y en la lucha para hacer ese cambio él fue durante trece años el líder de la resistencia patriótica; debido a que a causa de su papel como líder de la resistencia él pasó automáticamente a ser el jefe del primer gobierno libre de Corea; y dado que debido al ataque norteamericano las ciudades del país quedaron demolidas y fueron reconstruidas bajo ese gobierno del antiguo guerrillero, la historia de la república de Corea y su renacimiento se ha confundido con la de Kim Il Sung. Decir Corea del Norte es, pues, decir Kim Il Sung; o si se prefiere expresado al revés, Kim Il Sung es Corea del Norte. Mi impresión es que para los coreanos no hay diferencia alguna entre el país y su líder, y que ellos se imaginan a Kim Il Sung como una parte esencial de Corea y a Corea como una obra de Kim Il Sung.
Esa identidad entre líder y país es un fenómeno poco común en la historia humana, y gracias a ella el poder de Kim Il Sung va más allá del campo político y alcanza una calidad que no puede ser apreciada fácilmente; no es un poder que descansa en la autoridad, en el terror, en el carisma del líder, en los bienes que éste distribuye. Nada de eso. Es algo más profundo. Para el pueblo coreano, Corea y Kim Il Sung son una sola y misma cosa.
Ese hombre que es a la vez su pueblo se presenta de improviso en una escuela de párvulos, se sienta en un pupitre y  comienza a hacer preguntas como otro escolar; o se va al campo y se pone a vivir en una cooperativa para ayudar a los campesinos en su trabajo. Héctor Aristy y yo estábamos alojados en una residencia que tiene el gobierno para sus huéspedes y se suponía que antes de irnos de Corea visitaríamos a Kim Il Sung, y sucedió lo contrario: una mañana Kim Il Sung se presentó en la residencia, comenzó a hablar conmigo y se quedó a comer con nosotros. Como yo estaba a su derecha en la mesa, él mismo me servía la comida. Iba vestido con la sencillez característica de los líderes socialistas de Asia: un traje simple, pantalón y chamarra negros, y una gorra de tela, de ésas que en Santo Domingo no usaría un campesino porque le parecería pobre. Lo que hablamos en más de tres horas de conversación fue mucho, variado y bueno, y me sorprendió lo bien informado que está acerca de América Latina y sus problemas. Pero también tiene a flor de labios las estadísticas de su país.
“En comparación con 1948, hasta 1967 la producción industrial de Corea había aumentado 22 veces, y la fabricación de maquinarias, 100 veces, a pesar de la guerra; en 1946, la proporción de la industria en el Producto Nacional Bruto era de 28 por ciento y en 1964 era de 75 por ciento; en 1965, la producción de tejidos había aumentado 195 veces en comparación con la de 1944; en ese año de 1944, la producción de tejidos per cápita era de 14 centímetros y en 1965, de 25 metros”.
Todo eso lo dijo de un tirón, a pesar de que las comparaciones son tan dispares en lo que se refiere a los años que es difícil retenerlas en la memoria. De todos modos, no era necesario que lo dijera, pues el que visita Corea del Norte se da cuenta inmediatamente de que es un país con un desarrollo económico vertiginoso. Los que conocen Alemania del Este dicen que es el país cuya economía crece más de prisa en el campo socialista. Yo no he estado en Alemania del Este, pero me asombraría que su ritmo de crecimiento superara al de Corea. Corea produce el 98 por ciento de lo que consume, desde maquinaria pesada hasta fósforos, y lo que consume es mucho a juzgar por el nivel en que vive el pueblo.
La totalidad de las familias usa electricidad. Por la vivienda se paga sólo 57 centavos por cada 100 pesos de salario, de manera que la persona que gane, digamos, 200 pesos, paga 1 peso y 14 centavos. Actualmente está construyéndose una casa para cada familia campesina, y ya hay 600 mil familias campesinas con casas nuevas. Todo lo que se refiere a medicinas, médico, hospital, operaciones y tratamiento es gratuito y según pude ver visitando hospitales, el servicio es como para tutumpotes de nuestro país. La cuarta parte de la población está estudiando en 9,260 establecimientos escolares y no hay un solo analfabeto; el teatro, el ballet y el circo —que es muy popular en el país— son de primera categoría; su cine y su televisión, excelentes.
Corea tiene que destinar una suma enorme al mantenimiento de sus fuerzas armadas, lo que se explica porque vive esperando de un día a otro el ataque norteamericano. A eso se debe que la parte más importante de su industria pesada —y según algunos, toda su industria de guerra— se halle bajo tierra, dotada además de hospitales, escuelas, viviendas, almacenes de provisiones y agua, luz eléctrica y hasta vías de comunicación subterráneas. Ya es un esfuerzo grande mantener un ejército en pie de guerra, pero estar preparado para la guerra nuclear es un esfuerzo extraordinario para cualquier país, cuanto más para uno pequeño que en quince años ha rehecho todas sus ciudades y todas sus industrias, y las ha multiplicado. Si Corea pudiera dedicar a su desarrollo todos los recursos que tiene que destinar a defenderse, sería el asombro del mundo. Para los partidarios del régimen socialista, ese poder de progreso será fruto del socialismo; para mí, al socialismo hay que sumar las condiciones naturales del pueblo coreano y la circunstancia de que cuenta con un líder —desde luego, socialista— que es a la vez resuelto y prudente; de una prudencia exquisita, al grado que en Corea no se ha impuesto a la fuerza ninguna medida socialista: todas han sido llevadas a la práctica después que han sido clara y metódicamente explicadas al pueblo y después que éste ha decidido aceptarlas. En cuanto al pueblo, es sobrio, disciplinado, trabajador, ardientemente patriota, y muy inteligente, y muy fino. De lo último da prendas abundantes su actitud ante la obra artística. El coreano es un artista nato.
Volviendo de Pammunjong —el punto donde se celebran desde hace años las conversaciones de paz— llegamos a media tarde a Kessong, y allí, en el Palacio de los Pioneros, se improvisó una fiesta de teatro infantil. Toda la vida recordaré aquellos diminutos artistas de 6 y 7 años; sus cantos, sus danzas, sus pequeñas piezas de teatro, y sobre todo el final del acto. Los niños coreanos no me dejaban salir. Me abrazaban, me besaban; cada uno de ellos era un surtidor de alegría. Yo tenía los ojos puestos en ellos, pero a quienes veía era a los niños de mi país.
JUAN BOSCH
(Publicado en la revista ¡Ahora!, Nº 326 del 9 de febrero de 1970.)

"Cómo funciona el capitalismo"

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