lunes, 30 de noviembre de 2020

Desplome del PLD

Desplome de una organización política histórica
Franklin Almeyda Rancier
30 noviembre, 2020

El país presencia el desplome total del PLD, fundado por el profesor Juan Bosch con un propósito histórico. Su desplome se explica por haberse apartado del objetivo fundamental para la cual fue creado.
Ese objetivo era completar la obra de Juan Pablo Duarte, como lo definió hace 47 años el profesor Bosch, o utilizando un lenguaje diferente, pero el mismo concepto, como recientemente expresó Leonel Fernández, lograr desarrollo económico y consolidación del Estado en democracia.

El desplome del PLD no significa su desaparición, sino su reducción a una pobre organización degradada, tal como lo será porque Danilo Medina retendrá el control de su franquicia o reconocimiento para protegerse, o pretende hacerlo.

Recientemente reclamaron ser segunda mayoría en el Senado de la República, pero nunca 3 senadores (los peledeístas) son más que 9 (los de la Fuerza del Pueblo). En las elecciones presidenciales obtuvieron un porcentaje mayor de votos, pero a cuatro meses de esas elecciones la encuestadora Gallup entrega un levantamiento, y sus resultados son tan deprimentes, que provocan pena.

Esa encuesta confirma lo que en nuestra entrega anterior afirmamos de que Danilo retendría la franquicia para mantener el control del PLD, y que los demás no cuentan. Danilo aparece con un 49.1% en el liderazgo dentro de ese partido, pero catastróficamente con un 6.2% de liderazgo en el país.

En cambio, Leonel Fernández aparece con el 33.7% en el mismo liderazgo del país; si seguimos jugando con el valor de los números, matemáticamente 33.7% es mucho más de cinco veces que los 6.2% de Danilo.

Tan penoso lo es el posicionamiento de los demás presidenciables del PLD. Fuera del PLD ni aparecen, exceptuando a Gonzalo Castillo que aparece con 2.4%. Es decir, si Danilo aparece 5 veces por debajo de Leonel, lo de Gonzalo es algo peor que vergonzoso, aparece 14 veces por debajo de Leonel.

Observen que Leonel está 5 veces, no cinco puntos, por encima de Danilo, y 14 veces por encima de Gonzalo. Como podrá verse, apenas la Fuerza del Pueblo celebra su “Primer (lean otra vez, primer) Congreso del Pueblo Profesor Juan Bosch”; está empezando. Evento donde se discuten ideas y participan los que muestren interés y quieran hacerlo, por ser abierto, participativo, inclusivo y democrático.

Exceptuando a Danilo, que marca 6.2% y Gonzalo 2.4%, en el país ningún otro presidenciable de los que creen que sustituirán a Danilo dentro del PLD no aparecen. Y más doloroso para ellos, dentro del PLD, según lo que dice Gallup, ninguno llega al 1%.

Ridículos porcentajes, veamos: Temo 0.9% (ese es el presidente del partido); Margarita Cedeño 0.6% (ella nunca había recibido tanto desprecio: habiendo sido Primera Dama y dos veces vicepresidente); Abel Martínez 0.5% ( ¡Por Dios! ¿y qué le pasó?); Cristina Lizardo 0.5% (¿?); Reinaldo Pared Pérez 0.4% (¿19 años siendo Secretario General les dicen que se retire?); Francisco Domínguez Brito 0.1% (¿el que incendió la gorra, pero se quedó ahí dentro?); Francisco Javier García 0.0% (¿el que hizo una de las mayores fortunas para ser Presidente y de nada le sirve?). Dice la encuestadora que otros NS (no saben) y NR (no responden) suman 53.1%.

Esos 53.1% ¿serán leonelistas de las bases que se preparan para salir del PLD e ingresar a la Fuerza del Pueblo?

viernes, 27 de noviembre de 2020

Elecciones en EU: Entre guerra civil y crisis institucional

Las elecciones en Estados Unidos: Entre guerra civil y crisis institucional


Alessandro Pagani 

Normalmente, en unas elecciones políticas, lo que verdaderamente cuenta es quién gana y quien pierde, en el caso de estas elecciones en los Estados Unidos de Norte América, las cosas no son así. Aun no conocemos claramente y definitivamente el nuevo presidente, al parecer, se trataría del candidato demócrata, John Biden, pero aun no es así tan seguro, ya que de serlo, Donald Trump apelaría a la Corte Suprema para que interviniera, y pidiendo que se contaran nuevamente todos los votos.

Así que, por la primera vez en la historia de las elecciones en Estados Unidos, no es tan importante quien gane, ya que ambos candidatos son nefastos, políticamente hablando.

 Lo que cuenta, finalmente, es – y esto es algo que ya está quedando bastante claro – el tipo de país que está saliendo de esa contienda electoral, y que podemos fijar en cinco breves puntos:


Un País separado en dos partes con dos mitades que se odian hasta matarse uno con el otro y que se combaten como nunca había pasado desde el fin de la guerra civil hasta hoy;
Un País en el cual salió a escena, una nueva corriente politica: el trumpismo, que ha substituido el Partido republicano y que por cierto es algo completamente distinto y que, sobre todo, no va a ser una novedad de breve duración.
Un País que va hacia una crisis institucional sin precedentes, ya que si saliera de bambalinas la Corte Suprema es evidente que los Estados Unidos irán hacia un choque institucional y político muy grave y sin precedentes. En el 2000, recordemos, hubo una situación bastante similar, pero el ese entonces el candidato presidencial del Partido demócrata, Al Gore, que tenia todas las argumentaciones legales para apelar a la Corte Suprema, para contar de nuevo todos los votos de esa elección, como hombre de las mismas instituciones burguesas-capitalistas y del establishment imperial estadounidense, prefirió aceptar pacíficamente la victoria de su adversario político, Geroge W.Bush.

Estados Unidos es un País donde se ha perdido completamente todas las reglas del así llamado fair play institucional, lo que ha dejado por ende, el rey desnudo, presentando a la opinión publica internacional todas las disfunciones de un sistema electoral, cuya base siempre ha estado la conciliación constitucional entre Estados esclavistas y Estados no esclavistas; mostrando también, todas las disfunciones de un sistema electoral arcaico y antidemocrático, que no funciona en lo más mínimo. Si lo hizo hasta ahora fue únicamente porque nadie había solicitado jamás la intervención de la Corte Suprema. Ahora vamos a ver como gestionará la Corte Suprema esta crisis política e institucional.

Un País que va hacia el abismo de una conflictualidad interna inquietante, ya que no se trata como en el pasado de un conflicto entre clases sociales diferentes o de ideologías inconciliables (socialismo contra capitalismo, para ser claros) que se desatan en guerra política. En un sentido largo, hay sin duda alguna un elemento geográfico en este conflicto, los Estados ubicados en las costas del Atlántico y en el Pacifico, en contra de esa América profunda ubicada en el centro de la Unión americana; pero estamos hablando sobre todo del choque entre dos fundamentalismos. 

De hecho, no hay una diferencia de clase o de ideología entre las razones que separan los que sostienen los demócratas y el nuevo Partido republicano (trumpiano), respecto a las posiciones que hay, por ejemplo, entre sunitas y chiitas, por cierto hay una actitud integralista absolutamente igual que no permite ninguna mediación política para llegar a lograr un acuerdo, sobre la base de un sentido común institucional típico de los estadounidenses.

Este cuadro es muy importante y por su gravedad, ya tomado en cuenta, no puede ser ignorado. El conflicto institucional en Estados Unidos, no solo no tiene precedentes, si no que también puede tener repercusiones hasta a nivel internacional y en la economía y finanzas mundiales. Si este conflicto llega a unos niveles de una guerra civil inesperada, las repercusiones en un breve tiempo serían muy dolorosas, no solo por la moneda nacional estadounidense, el Dólar, sino también en las economías nacionales en todo el mundo. Estamos frente a una crisis política y financiera nunca antes vivida y aun no sabemos su gravedad y magnitud.
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domingo, 22 de noviembre de 2020

“La Ceguera del Danilismo”


PorManuel CruzManuel Cruz


Los psicólogos dicen que el exordio para solucionar un problema es el reconocimiento del mismo por parte de quien padece una patología. En ese sentido, si extrapolamos ese axioma al engorroso escenario que está afectando al PLD podemos afirmar que están muy lejos de encontrar una salida satisfactoria en su IX Congreso.

Desde esa perspectiva, resulta absurdo y jocoso ver a hombres brillantes tratando de renovar y relanzar un partido premiando y haciéndole reverencia a uno de los dos arquitectos de su misma desgracia. Y, aferrados a los recuerdos de victorias pasadas negándose a reconocer las demandas del signo de los tiempos. Eso sería como decir que Aníbal no fue derrotado por Escipión por todas las batallas que el 1ro ganó.

Un Glaucoma Profuso.

Terminando el PLD de perder las elecciones del pasado 5 de julio advertí, que el mismo estaba amenazado por la Trampa de Tucídides frente a la Fuerza del Pueblo. Y, que si su cúpula se resistía a dejar fluir una verdadera reforma estarían destinados en el mediano y largo plazo a ser una versión moderna del PRD. Después de eso han perdido la 2da mayoría en el Senado y una gran cantidad de dirigentes.

Sin embargo, lo que parece ser digno de una consulta con el neurocirujano estadounidense Ben Carson es que todavía ellos no entiendan por qué se están marchando sus antiguos compañeros. Con el agravante, que ante la carencia de una capacidad de introspección han fabricado traidores y enemigos exógenos.

Empero, nadie quiere preguntarse ¿Por qué los abandonan si tienen una estructura más poderosa que la FP? La respuesta es muy simple, al otro caudillo solo le interesa la presidencia mientras el Danilismo quiere la presidencia, los ministerios, las direcciones, el partido, el CP, y el CC para sus hijos, queridas y correligionarios. La política es apasionante, pero nadie está en ella por amor a otros.

De igual forma, siguen sin entender que no solo perdieron el poder sino, la credibilidad social, la fisonomía partidaria y la confianza y el respeto de su militancia. Cual, si fuera poco, pretenden ratificar a muchas focas que todavía siguen aplaudiendo y venerando a un monarca que fue el sepulturero de su propia corona.

También Tienen Miopía.

El gran Robert Green relata en la ley No.11 de su emblemática obra Las 48 Leyes del Poder, como hasta una hipótesis igual a la planteada por el astrólogo a Luis XI se puede convertir en una ingente herramienta de poder logrando que otros dependan de ti. Así logró titiritear esa cúpula del PLD a las mismas bases que le habían entregado todo el poder que nunca disfrutaron.

Dentro de ese contexto, están obviando que ya las herramientas del poder de Harold Lasswell no están a su disposición, que el presente gobierno está sacando a la luz pública todos los negocios y beneficios que debieron recibir las bases del partido y que estaban en manos de sus acólitos.

Además, olvidan que en este mundo disruptivo de la información cualquier tarúpido con un canal de YouTube construye un liderazgo y moviliza a miles de pelafustanes más. Eso significa, que deben dejar de creer que los huevos sancochados sacan y que en el mundo de hoy nadie es jefe de nadie.

En ese sentido, ojalá más temprano que tarde puedan hacer una cita con el oftalmólogo español Jorge Alió, de lo contrario, estarán condenados a seguir como súcubos al Luis XIV del PLD quien ya demostró con pruebas suficientes que a la hora de imponer su resentimiento y jefatura primitiva; le importa un carajo el instrumento partidario.

lunes, 9 de noviembre de 2020

Advierte crisis agro, si no se moderniza antes del año 2024





Seis de los principales productos agropecuarios de la canasta familiar, a partir del 2024 entrarán en una etapa difícil para los productores, debido a que podrán entrar al país sin pagar aranceles por medio del Tratado de Libre Comercio (DR-Cafta) firmado con Estados Unidos y Centroamérica.

Al hacer ese recordatorio, el consultor Marcelino Vargas recordó que “nos quedan 4 años para contrarrestar los efectos negativos que le traerá a los productores ese convenio comercial negociado a 20 años”.

Se trata de arroz, habichuelas, cortes de pollo, cebolla y ajo, parte de los productos de la denominada Rectificación Técnica. Para modernizar el sector agropecuario nacional el próximo año y poder contrarrestar la entrada de esos productos libres de aranceles en el 2024, Vargas hace 10 sugerencias y son:

Tratar de renegociar el DR-Cafta, para detener o alargar las desgravaciones de los aranceles, desarrollar un programa de mejoramiento genético en los cultivos y cría de animales y, en el caso de la ganadería de leche y carne, sembrar las nuevas variedades de pastos resistentes a sequías, de crecimiento más rápido y mayor contenido nutritivo y disponer de un banco de proteínas con fines de disminuir los costos.

Además, debido al cambio climático y el calentamiento global, programar con los ministerios de Medio Ambiente y de Agricultura un proyecto de reforestación de las fincas, lograr el etiquetado en los próximos meses con fines de proteger la producción agropecuaria nacional, los cuales llegan al país con etiquetas en otros idiomas, muchas veces vencidos o cerca del vencimiento y sobre todo productos cárnicos que han terminado su periodo de consumo y entran al país, haciendo una competencia desleal a las carnes frescas dominicanas y, si es posible, lograr en el primer trimestre del próximo año la licencia federal de exportación de carne de res hacia los Estados Unidos.

También ponerle más atención a la sanidad animal y vegetal, que el Ministerio de Agricultura desarrolle un plan de extensión y capacitación a técnicos y productores y hacer el censo agropecuario en 2021.

“Aquí debemos ser rigurosos, con fines de proteger de enfermedades a los consumidores. Sobre todo debemos tomar en cuenta la inocuidad de los alimentos, de tal manera que tanto los productos frescos como industrializados estén libres de contaminación”.

Otra de las recomendaciones de Marcelino Vargas es la de que “deberíamos imitar a Brasil, país que hasta finales del siglo pasado era de los mayores importadores de lácteos del mundo, sin embargo con un programa a nivel nacional de inseminación artificial y trasplante de embriones, cruzando razas lecheras con las razas cebuinas de leche, se ha convertido en uno de los mayores productores de leche del mundo”.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Homenaje póstumo a David Graeber ciudadano de la humanidad




David Graeber ciudadano de la humanidad y militante en defensa de los sagrados intereses de los que compartimos la vivencia en el planeta tierra.

Octavio Alberola, Público

La prematura desaparición del antropólogo y activista David Graeber ha provocado una viva emoción en las redes sociales y suscitado, en la prensa internacional, numerosos titulares: tanto en reconocimiento del valor intelectual de su extensa y valiosa obra como de su activismo militante.

Un reconocimiento ampliamente merecido. No solo por el interés que sus trabajos de investigación, en el campo de la antropología y la filosofía política, despertaron, dentro y fuera de los ámbitos académicos, sino también por haber sido un infatigable y consecuente activista militante. Dos facetas inseparables que le permitieron ofrecer –a la vez– una vasta panorámica de la experiencia humana y conclusiones útiles para luchar contra el autoritarismo y la desigualdad en nuestras sociedades.

Constituida en su mayor parte por trabajos de investigación académica, en el terreno y bien documentados, su obra ha tenido gran repercusión en el mundo de la ciencia y la cultura, convirtiéndole en un antropólogo conocido y reconocido mundialmente. Lo que no le impidió de poner su pensamiento y erudición accesibles para la gran mayoría de lectores.

Una labor de investigación y divulgación democrática que muy pronto encontró eco y adhesión en los medios de la izquierda radical. No solo por sus tomas de posición públicas sino también por su implicación activa en los conflictos y luchas sociales. Al punto de convertirse en una «celebridad» mediática mundial en tanto que activista y «antropólogo anarquista». Notoriedad que él puso siempre al servicio de esas causas.

De ahí que en este reconocimiento póstumo hayan sido frecuentes las referencias –más o menos bien intencionadas– a su militancia anarquista y a su concepción del anarquismo. Aunque insistiendo sobre todo en lo de que a él no le gustaba ser catalogado de «antropólogo anarquista», porque, para él, el anarquismo es una práctica y no una identidad: «el anarquismo se hace, no es».

Una concepción del anarquismo que le lleva al activismo en los movimientos altermundialistas, luego en Occupy Wall Street y últimamente en Rojava, por considerar a estos movimientos muy proclives al hacer anarquista en sus praxis y en la lucha contra la desigualdad y la dominación. Lucha que se inscribe de más en más en coordenadas éticas, humanas, y cada vez menos en coordenadas ideológicas. No solo por estar los aparatos de persuasión y coerción más movilizados –desde hace unos treinta años– para ganar la guerra ideológica, que para imponer el sistema por la fuerza, sino también por estar el modo de producción actual fundado sobre principios «morales» consumistas (el derecho al consumo) más que económicos y ser los objetos del deseo siempre objetos imaginados. Y de ahí la importancia cada vez mayor de los imaginarios en la lucha contra el sistema capitalista.

Es por todo esto que esta concepción del anarquismo me parece, además de pertinente, de gran actualidad, y que, más allá de pensarlo David Graeber y de corresponder ampliamente a su militantismo activista, la considere una concepción lógica, coherente con los orígenes del anarquismo y válida para todos los tiempos y circunstancias.


El anarquismo: una práctica y pensamiento de la acciónClaro que no es nada nuevo y que no es David Graeber quién lo ha descubierto, ni el primero que lo ha defendido con tanta convicción. Antes que él, mucho antes, por no decir desde siempre, se ha concebido el anarquismo como una manera no autoritaria de comportarse, de luchar contra todas las formas de autoritarismo y de rechazar dogmas y ortodoxias. De joven fui censurado –en la revista del Grupo Tierra y Libertad de los anarquistasespañoles exiliados en México– por afirmar en un artículo que el anarquismo era una praxis y no una filosofía, una doctrina, una ideología.

No está por demás recordar que, aunque en la historia convencional se presenta al anarquismo y al marxismo, como ideologías muy próximas en el tiempo y los objetivos, la verdad es que, a diferencia del marxismo, que sí surge de la mente de Marx como una construcción teórica, el anarquismo no surge de ninguna mente en particular, aunque haya muchos pensadores que se han declarado anarquistas. La prueba: las escuelas del marxismo (leninistas, maoístas, althusserianos…) y sus corrientes (lacanianos, foucaultdianos…) tienen generalmente fundadores, en cambio, las del anarquismo emergen casi siempre de principios o prácticas organizacionales (anarco–sindicalistas y anarco–comunistas, insurreccionistas y plataformistas, cooperativistas, individualistas, etc.).

Principios y prácticas (ayuda mutua, asociación voluntaria, toma de decisiones igualitaria) que, en realidad, son tan viejos como la humanidad. Y lo mismo puede decirse del rechazo del Estado y toda forma de violencia estructural, desigualdad o dominación, por haberse producido desde que éste y éstas han existido. Nada que ver pues con ninguna teoría ideológica general o una doctrina sorprendentemente nueva, sino como una tendencia persistente en la historia de la humanidad y del pensamiento humano.

No es, pues, solo la existencia –desde tiempos inmemoriales– de estas prácticas, de horizontalidad radical y de auto organización, lo que no permite considerar el anarquismo como una construcción teórica, una doctrina o una ideología, también lo impide el resultado catastrófico de haber reducido su praxis a una declaración o una postura ideológica. Otra cosa es la necesidad de reflexiones teóricas, sobre esas prácticas ancestrales y espontáneas, para potenciar su desarrollo en la sociedad actual; pues, pensar y vivir el anarquismo, como una práctica consecuente y cotidiana de la libertad y la igualdad, no es obviamente suficiente para cambiar el curso de la historia. Ni siquiera para evitar las intrusiones del poder en nuestras vidas cotidianas.


El anarquismo, o el movimiento revolucionario del siglo XXIEn una obra de 2004 con este título, sus autores, David Graeber y el antropólogo yugoslavo Andrej Grubacic, consideraban que «la era de las revoluciones no ha terminado» y que «el movimiento revolucionario global del siglo veintiuno será uno que tenga sus orígenes no tanto en la tradición del marxismo, o incluso de un socialismo restringido, sino del anarquismo». Una convicción fundada en que «desde la Europa del Este hasta Argentina, desde Seattle hasta Bombay», las ideas y principios anarquistas estaban «generando nuevas visiones y sueños radicales». Pues, aunque sus exponentes no se proclamaran anarquistas y se dieran otros nombres («autonomismo, anti–autoritarismo, horizontalidad, Zapatismo, democracia directa…»), en todos esos lugares los principios fundamentales eran: «descentralización, asociación voluntaria, ayuda mutua, redes sociales, y sobre todo, el rechazo a cualquier idea de que el fin justifica los medios, y mucho menos que el objetivo de la revolución sea el de tomar el poder estatal para imponer una visión propia».

Para ellos, el anarquismo, en tanto que «ética de la práctica» (la idea de construir una nueva sociedad dentro de la antigua sociedad) se había convertido en la inspiración básica del «movimiento de movimientos» (del cual los autores formaban parte), cuyo objetivo era, desde el principio, «exponer, deslegitimizar y desmantelar los mecanismos del poder mientras se ganan espacios cada vez más amplios de autonomía y de gestión participativa dentro de él».

Ahora bien, aunque el interés creciente por las ideas anarquistas en el comienzo del siglo 21 es real y proviene –en gran parte– de la ruptura producida en los años 60 y 70 entre las generaciones del anarquismo, al denunciar las más jóvenes los hábitos sectarios del siglo pasado y participar activamente en movimientos feministas, ecologistas, contra–culturales e indígenas, en realidad este auge, de las formas de funcionamiento ácrata, es el resultado del interés de las nuevas generaciones por experimentar formas más democráticas del proceso de toma de decisión. O sea, crear una cultura alternativa de democracia más que un objetivo prefigurativo del mundo que quieren crear a través de ésta.

La razón es obvia, la nueva generación está mucho más interesada en el modo de funcionar, y de funcionar ya, que en argumentar «sobre los puntos más finos de la ideología» para prefigurar ese mundo y luchar por hacerlo posible. Lo que, en principio, es un pragmatismo legítimo y prometedor a largo plazo; pero que, en lo inmediato, deja el campo libre a la política institucional para recuperar –con el señuelo de la «participación» en las decisiones institucionales y de una «economía participativa» en el seno del sistema capitalista– esas prácticas ácratas.

Claro que esta recuperación política no puede evitar la vuelta del anarquismo al centro de la creatividad revolucionaria, ni que sus promotores se vean obligados a reconocer o, por lo menos, a enfatizar la cercanía de sus idearios políticos con una visión anarquista de la democracia. Pero, obviamente, esto no permite afirmar que el anarquismo es «el movimiento revolucionario del siglo XXI». Aunque, como lo reconocen los autores de este texto en su conclusión, es «un proceso a largo plazo» y «el siglo anarquista tan sólo acaba de comenzar».

Además de ser cada vez más evidente que la agudización de los problemas de desigualdad social, desde el derrumbe financiero de 2008, y de preservación de la vida, por la catastrófica gestión capitalista de la pandemia COVID–19, plantea con carácter de extrema urgencia la necesidad vital de cambiar el curso de la historia humana.


«Cómo cambiar el curso de la historia»En otra obra, publicada en 2018 con este título, David Graeber y el joven arqueólogo británico David Wengrow denunciaban el gran relato –de inspiración rousseauniana– de los «orígenes» de la humanidad y el gran relato teleológico de la «civilización», que le acompaña. No solo por haber sido desmentida esta narrativa por una cantidad abrumadora de evidencias arqueológicas y antropológicas, sino también por acreditar la idea de que solo somos «espectadores impotentes» para cambiar «la realidad y las jerarquías» que le serían consustanciales.

Su análisis, fundado en el «largo tiempo» en la historia y en los últimos aportes de la arqueología, mostraba –por el contrario– las numerosas y reversibles circulaciones entre las sociedades nómadas y las sedentarias, entre las comunidades extendidas y las restringidas, entre las organizaciones sociales jerarquizadas y las igualitarias. Como también que la igualdad no es solo alcanzable en el marco de comunidades restringidas y que la desigualdad no ha sido necesariamente el precio a pagar para el desarrollo de las sociedades humanas y nuestro confort. Lo que desmentía la idea, de que el interés personal y la acumulación de poder eran y son las fuerzas inmutables detrás del desarrollo de las sociedades humanas. Además de reforzar las idea de que el vaivén entre igualdad y desigualdad, entre autoritarismo y horizontalidad, estaba ritmado en la vida social prehistórica por los ritmos estacionales. Por ser las variaciones estacionales –desde el comienzo de la humanidad– las que permitían a los seres humanos experimentar, en plena consciencia, diferentes posibilidades sociales en función de sus necesidades.

Esta flexibilidad institucional es la prueba de la capacidad de los humanos y humanas de liberarnos, de no importa que estructura social, cada vez que las circunstancias lo exigen. De ahí que la verdadera cuestión –como lo precisan Graeber y Wengrow– no sea preguntarnos por el origen de la desigualdad social sino ¿por qué la aceptamos? Y ello a pesar de no haber ninguna prueba de que las estructuras de poder piramidal son la consecuencia necesaria de una organización a gran escala, y de que las circunstancias actuales exigen un cambio radical del curso de la historia para preservar nuestra propia existencia.

Es verdad que la pérdida más dolorosa de libertad comienza a pequeña escala –al nivel de las relaciones de género, de grupos de edad y de la servidumbre domestica– y que es en ella en donde vivimos las relaciones en una gran intimidad, acompañada simultáneamente de las más profundas formas de violencia estructural. Pero esto no es suficiente para explicar el por qué la especie humana no reacciona ante un poder y un sistema que la ponen en peligro de desaparecer. Pues, a pesar de ser una necesidad vital para nuestra especie, esta reacción no se produce, pese a que, como lo recuerdan pertinentemente Graeber y Wengrow, «las piezas están todas allí para crear una historia mundial completamente diferente».

Como no coincidir pues con ellos en que, «si realmente queremos entender cómo se volvió aceptable para algunos convertir la riqueza en poder, y para que a otros les digan que sus necesidades y vidas no cuentan, es aquí donde debemos mirar». Como también en que «es donde tendrá que producirse el trabajo más difícil de crear una sociedad libre». Sin embargo, me parece que será muy difícil de producir este trabajo sin liberarnos antes de la inercia existencial que nos mantiene atados y atadas a la normalidad capitalista en la que se desenvuelven nuestras existencias. Más que «cegados por nuestros prejuicios para ver las implicaciones», por comodidad o miedo a salir de la normalidad. Y ello a pesar de saber ahora adonde ella nos conduce.

De ahí la importancia de no olvidar que «el anarquismo se hace, no es» y de no resignarnos a solo serlo.

lunes, 2 de noviembre de 2020

Presidente Abinader promete apoyo al Inespre

Presidente Abinader promete apoyo al Inespre para llevar comida barata a sectores vulnerables

Bodegas móviles llegan a más de 40 sectores este lunes. También se inició venta de pollos a 100 pesos


Los Alcarrizos.-El presidente Luís Abinader Corona prometió apoyar al Instituto de Estabilización de Precios (INESPRE) para que dicha institución pueda llevar comida barata a los sectores más vulnerables del país.

Abinader manifestó que cada centavo del “Gobierno del Cambio” será utilizado para cubrir las prioridades de la gente, entre la que mencionó la alimentación diaria.

El primer mandatario habló durante una visita a Los Alcarrizos, donde supervisó junto al director del Inespre, Iván Hernández Guzmán, un operativo de ventas populares de alimentos a través del programa de las bodegas móviles.

Hernández Guzmán informó que dicho operativo benefició a residentes de 15 sectores de los Alcarrizos ente los que se encuentran La Unión, Juana Saltitopa, La Piña, El Brisal, Villa Linda, La Cuaba, El 23 de Pantoja, Villa del Palmar(Pantoja), Invi, Los Americanos, Las Mercedes y Nuevos Horizontes entre otros.

El director ejecutivo del Inespre anunció que a partir de este lunes 2 de noviembre las bodegas móviles llegarán a más de 40 sectores diariamente, con el respaldo de la Presidencia de la República y del Ministerio de Agricultura.

Los residentes de Los Alcarrizos pudieron adquirir pollos a 100 pesos la unidad, plátanos a 5, arroz a 90 pesos 5 libras, ajo a 50 la media libra, cebolla a 50 la libra, cartón de huevo a 130 pesos, habichuelas 2 libra a 100, papas 2 libras y media a 50, espaguetis a 25 el paquete jamoneta a 50, salami de 2 libras a 75 pesos, entre otros productos de las canastas básicas.

Bodegas este lunes
Este lunes las bodegas móviles visitaron en el Distrito Nacional los sectores de San Carlos, Ciudad Nueva, kilómetro 8 y media de la carretera Sánchez, Ensanche La Paz, kilómetro 11 de la Independencia, Los Praditos, Manganagua, Costa Caribe y Km 7 de la Independencia, Mata Hambre y Quisqueya.

En Santo Domingo Norte vendieron en La Victoria, La Nueva Barquita, Guaricanos, Villa Mella, La Javilla, Guaricanos, Sabana Centro y El Tanque de Milloncito.

Mientras que en Santo Domingo Oeste estuvieron en Palave, Bayona, El Palmar de Herrera, Pueblo Chico, Las Palmeras, Colinas del Norte, Pegoro, Los Platanitos en Pantoja, Villa María en Pantoja.

En Pedro Brand en la Guayiga Centro, Eduard Brito 1 y 2, El Pedregal, parque de la Guayiga, Los Corosos, Los Cocos de Pedro Brand, Pedro Brand Centro, Paraiso, y Santa Barbara.

Tomado del El Nacional

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