La victoria de Alepo y algunas conclusiones
Es una palabra muy castellana: antiguamente se pagaba a mujeres para que llorasen en los entierros de ciertas personas, siempre pudientes, y para que al mismo tiempo alabasen las virtudes del muerto. Las plañideras han vuelto a salir a llorar por otro muerto: la "contra" moderadamente extremista o extremistamente moderada en Alepo. Para ser más exactos, en la parte de la ciudad que controlaban desde 2012 porque otra parte siempre se mantuvo fiel al gobierno sirio y un barrio a los kurdos. Los calificativos de "infierno", "horror", "genocidio", "ejecuciones en masa", "fin del mundo" y otros similares, cualquiera que se os ocurra, están en todos los medios de propaganda occidentales, incluidos no pocos pretendidamente alternativos, y árabes, esos que siempre han apoyado a la "contra" y que ahora se ven obligados a acudir como plañideras a su entierro. No está mal. A fin de cuentas, cobran por ello. Y bastant