El polvo del Sahara sigue llegando al Caribe
Por: Danier Ernesto González
Polvo sahariano en el Atlántico tropical. Crédito: NOAA/NESDIS.
Nube de polvo del Sahara afectando el área caribeña el 27 de junio de 2018. Crédito: NOAA/NESDIS.
El cielo recupera su típico color azul después que pasa una nube de polvo. Fotos: Archivo de Danier Ernesto González, 2015.
Polvo sahariano en el Atlántico tropical. Crédito: NOAA/NESDIS.
Quizá has estado notando en las últimas semanas que el cielo se ha “ensuciado” algunas veces, o que se ha presentado opaco, sin su azul habitual. La causa no es otra que el polvo del desierto del Sahara, transportado con frecuencia hacia el oeste por los vientos dominantes de la zona tropical.
La imagen que encabeza este trabajo fue publicada el miércoles 27 de junio. Gracias al avanzado satélite GOES-16 (o GOES East), lanzado por los norteamericanos en noviembre de 2016, apreciamos con claridad una gran nube de polvo cubriendo buena parte del Atlántico y casi todo el mar Caribe.
Esta capa de aire muy seca puede extenderse verticalmente en la tropósfera desde los 5 mil hasta los 20 mil pies. Científicos afirman que miles de toneladas de fósforo contenidas en las masas de polvo proporcionan nutrientes indispensables para la salud de la selva del Amazonas cada año.
Por otro lado, se ha constatado que al caer al océano las finas partículas favorecen la propagación de algas tóxicas en el golfo de México y el sur de la Florida. En las costas españolas provocan la aparición de mareas rojas y la salinización de los suelos del sur de la península ibérica, Baleares y el litoral mediterráneo.
Nube de polvo del Sahara afectando el área caribeña el 27 de junio de 2018. Crédito: NOAA/NESDIS.
De acuerdo con el investigador del Instituto de Meteorología Eugenio Mojena López, el polvo desértico afecta la salud humana, pues contiene virus, ácaros patógenos y bacterias que ocasionan alergias y problemas en la piel. Además, un hongo endémico de África es arrastrado por este, e incide negativamente en los arrecifes de coral en el Caribe.
Se cree que la Capa de Aire del Sahara (SAL, por sus siglas en inglés) tiene un efecto importante en el surgimiento e intensidad de las tormentas tropicales y huracanes.
Estos sistemas atmosféricos pueden ser debilitados por el aire seco, el cual suprime las corrientes ascendentes de la tormenta, y los vientos horizontales que transportan el SAL cambian de manera significativa la cizalladura, ha destacado la NOAA.
Aunque todavía no se entiende muy bien cuál es el efecto del polvo sahariano en la intensidad de los ciclones tropicales, algunos estudios sugieren que puede tener cierto impacto en la formación de las nubes.
El cielo recupera su típico color azul después que pasa una nube de polvo. Fotos: Archivo de Danier Ernesto González, 2015.
Comentarios
Publicar un comentario