Destierro de los Duarte
Destierro de los Duarte
Santana paga a la familia Duarte su entrega a la patria bien amada expulsando madre, hermanos, sobrinos del padre fundador de la Republica, Juan Pablo Duarte.
Escrito por: Eunice Lluberes EUNICE LLUBERES (Especial para HOY)
Pedro Santana sostenía su régimen despótico avasallando cualquier asomo de oposición con fusilamientos y medidas arbitrarias. A la sombra de leyes injustas, emanadas de la Constituyente que lo llevó al poder en noviembre de 1844, Santana creó comisiones militares para juzgar “a verdad sabida y buena fe guardada” a quienes “intranquilizaban” a la ciudadanía. Junto a Tomás Bobadilla, comenzaba a reescribir la historia borrando todo vestigio de Duarte y las ideas trinitarias. Los que recordaban al fundador de la nación se hacían sospechosos de traición. Los que buscaban el retorno de los exiliados trinitarios iban al paredón, como ocurrió a María Trinidad Sánchez, su sobrino Andrés Sánchez, Nicolás de Barías y José del Carmen Figueroa, fusilados el mismo día en que la República conmemoraba su primer año. Corrían el mismo riesgo los que recibían correspondencia del exterior.
La coerción tocó las puertas de la familia Duarte el lunes 3 de marzo de 1845, mientras la casa despertaba a sus labores habituales. En medio de los rezos matinales, doña Manuela Díez recibió del Ministerio de Interior y Policía la siguiente comunicación: “Siéndole al Gobierno notorio por documentos fehacientes que es a su familia de usted una de aquellas a quienes se le dirigen del extranjero planes de contrarrevolución e instrucciones para mantener el país intranquilo, ha determinado enviar a usted un pasaporte, el que le acompaño bajo cubierta, a fin de que a la mayor brevedad realice su salida con todos los miembros de su familia, evitándose el Gobierno de este modo de emplear medios coercitivos para mantener la tranquilidad pública en el país”.
Comentarios
Publicar un comentario