Cualquier ejercicio es mejor que nada
Infinidad de estudios han constatado que el ejercicio físico tiene efectos muy positivos sobre la salud, caso muy especialmente de la salud cardiovascular. Además, tampoco es necesario ‘marcharse’ en el gimnasio para lograr este beneficio. Practicar con asiduidad cualquier actividad física de intensidad moderada es suficiente para reducir nuestro riesgo cardiovascular y, por ende, disminuir nuestra probabilidad de sufrir un infarto o un ictus. Y llegado el caso, siempre será mejor realizar cualquier ejercicio, aun mínimo, que permanecer sentado o tumbado. O así sucede, cuando menos, en los jóvenes y personas de mediana edad. Y es que las investigaciones para evaluar las bondades del ejercicio sobre el corazón han excluido, por lo general, a la población mas longeva. Entonces, ¿qué pasa en el caso de los mayores? ¿Esta actividad física, aun nimia, es también beneficiosa? Pues según concluye un nuevo estudio dirigido por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam