La estructura organizativa que hizo posible la supervivencia de la Revolución Cubana
La Habana, (PL) Los Comités de Defensa de la Revolución de Cuba (CDR) celebrarón este año su 54 aniversario de creados con la firme convicción de proseguir cumpliendo con su misión fundamental: proteger el proceso social humanista iniciado en 1959.
Los CDR, conocidos popularmente como los Comité, es una de las organizaciones de la sociedad civil que agrupa a los nacidos en esta isla caribeña en sus comunidades.
Llegamos al 54 aniversario con una mezcla de alegría, optimismo e insatisfacciones, expresó el actual vicecoordinador nacional de esa organización vecinal, Orestes Llanes.
El dirigente aseguró que los CDR tienen el orgullo de seguir siendo la organización por excelencia de la familia cubana y de formar parte durante 54 años del escudo defensivo del proyecto social.
Asimismo, señaló que de la masa de dirigentes de la organización en el país el 39 por ciento no rebasan los 35 años.
Julia Durruthy, miembro del secretariado nacional de los CDR destacó la vigilancia revolucionaria como la tarea fundacional de esta organización y que en la actualidad se mantiene y se crean nuevos grupos que cumplen importantes funciones de defensa, entre ellos los destacamentos Mirando al mar, que apoyan la custodia de las zonas costeras.
En 75 municipios de la isla existen 312 de esos grupos que colaboran con las tropas guardafronteras, informó.
Además, a nivel de territorio los CDR adelantan la identificación de zonas con problemáticas relacionadas con la indisciplina social, tema sobre el cual se trazan estrategias para combatirla, explicó.
A 54 años de su fundación, la organización fija como prioridad la renovación constante en su participación en las actividades sociales más necesarias e importantes de los cubanos.
Creada el 28 de septiembre de 1960 por el líder de la Revolución, Fidel Castro, la mayor organización de masa de la nación, con más de ocho millones de personas, implementa nuevas estrategias para revitalizar su membresía y funciones, en pos de preservar los éxitos alcanzados por los cubanos desde 1959.
La organización -en la cual sus integrantes ingresan de manera voluntaria- tiene entre sus prioridades la movilización popular a través del contacto directo con las personas y las familias que interactúan en la comunidad.
Prevenir delitos en los barrios, promover las donaciones de sangre y velar por la limpieza e higiene en las zonas residenciales forman parte del actuar cotidiano de los aquí llamados cederistas.
También participan en actividades importantes para el país como el censo de población y vivendas y en los procesos electorales.
Los CDR se encuentran enfrascados en campañas de salud como la erradicación del mosquito Aedes Aegepti, agente transmisor del dengue.
Las autoridades sanitarias insisten en la importancia de organizar el combate contra ese vector desde las propias comunidades, donde tienen protagonismo los cederistas.
Por estos días cuando el país caribeño se mantiene además alerta ante el período activo de la temporada ciclónica iniciada en junio pasado, los ciudadanos organizados en los barrios acometen en coordinación con la Defensa Civil, labores de limpieza de desagües, sótanos y azoteas, estrategias dirigidas a salvaguardar la vida de la población.
Previo a su fundación, existían en la nación antillana diversas asociaciones con diferentes fines, quedando fusionadas en ella para dar una respuesta enérgica y espontánea contra el terrorismo instrumentado por el gobierno estadounidense.
Fidel Castro expresó el 28 de septiembre de 1960 en un acto público "vamos a establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva, están jugando con el pueblo y no saben todavía quién es el pueblo; están jugando con el pueblo y no saben la tremenda fuerza revolucionaria que hay en el pueblo".
Esa misma noche, al terminar el discurso nacieron los primeros CDR, sui géneris asociación caracterizada por su iniciativa, voluntad, solidaridad y combatividad.
La agrupación vecinal está organizada por cuadras, zonas, municipios, provincias y nación, y reúne a ciudadanos cubanos mayores de 14 años de edad, sin distinguir credo, sexo o raza.
Entre las principales tareas en las que participaron los CDR en sus inicios están su respaldo decisivo en las campañas de Alfabetización y de vacunación contra la poliomielitis y otras enfermedades prevenibles.
Una misión calificada de noble y humana que también han cumplido los cederistas es la donación de sangre de manera voluntaria.
Gracias a la labor de los CDR, la Mayor de las Antillas alcanza un promedio de donaciones de sangre superior a la meta de la Organización Mundial de la Salud de una por cada 20 personas para países desarrollados y una cada 200 en naciones del Tercer Mundo.
Con la sangre donada de forma segura, se benefician pacientes con diferentes dolencias y es posible el ahorro de divisas a la economía del país con la sustitución de importaciones por concepto de producción de hemoderivados y medicamentos.
La donación voluntaria y no remunerada ha caracterizado este proyecto, y gracias a sus resultados la nación se satisface de los productos sanguíneos para apoyar proyectos tan humanitarios como el trasplante, la cirugía cardiovascular y la oncología, entre otros.
Este esquema fue diseñado desde 1962 con el objetivo primordial de salvar vidas humanas, y uno de sus protagonistas es la mayor organización de masas de la isla caribeña.
*El autor es periodista de la redacción nacional
rc/joe
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