Antes de "50 sombras de Grey": 12 películas de alto contenido erótico.


El último tango en París (1972)


Bernardo Bertolucci propuso a Marlon Brando una película en la que se desnudara, en todos los sentidos, aunque el actor se negó a mostrar sus partes más pudientes por -dicho por él mismo- el escaso tamaño de su pene en el set de rodaje.

La España de final de la dictadura no pudo ver esta película por lo explícito de sus escenas, aunque los viajes a los cines franceses se popularizaron gracias a ella. Una de las tomas más famosas, la de la mantequilla, fue improvisada por Brando y Bertolucci sin consultar a Maria Scheider, como confesó ella misma años después.

«El último tango en París», además de conseguir dos nominaciones al Oscar, se convirtió en un fenómeno de taquilla y consiguió, pese a la censura en algunas naciones, multiplicar por 100 sus costes de producción.

El imperio de los sentidos (1976)


La película japonesa más explícita sobre el sexo, en la que se narra la historia de amor entre una exprostituta y un hombre casado, fue censurada en su propio país para poder ser mostrada en cines. Y pudo finalizar su rodaje al ser catalogada como una cinta francesa. También tuvo problemas de distribución en Estados Unidos, donde finalmente se exhibió sin cortes y cuentas las crónicas de la época que aumentó la venta de huevos sin causa aparente.

Fuego en el cuerpo (1981)

William Hurt y Kathleen Turner se desnudaron completamente para presentarse al equipo que rodaría las escenas de sexeo. Con esta manera tan explícita de romper el hielo, los cámaras no tuvieron ningún problema en recrear esta historia de atracción y venganza de una mujer y su amante. Alcanzó los 24 millones de dólares de recaudación pese a que su estreno solo llegó a 34 pantallas en todo EE.UU.

Nueve semanas y media (1986)

Aunque en los planos más cortos el cuerpo que se veía no era el de Kim Basinger (uso dobles para las partes más explícitas), la sensualidad que destila la cinta de Adrian Lyne ha quedado reflejada para siempre en el striptease de la protagonista en el que juega con las siluetas y la luz que entra por una persiana.

Átame (1989)

El cine español puede presumir de haber escandalizado a su público, desde el primer desnudo frontal que protagonizó María José Cantudo en «La trastienda» hasta Bigas Luna y cintas como «Las edades de Lulú».

Pedro Almodóvar también puso su granito de arena a subir la temperatura del celuloide nacional con «Átame», en la que Victoria Abril y Antonio Banderas mantienen una tórrida relación con algunas de las escenas de sexo mejor rodadas del cine español. La película tuvo un estreno limitado en Estados Unidos por su calificación no apta para menores, tal vez por la recordada escena del submarinista.

El amante (1991)


El amante es una película dramática franco-británica-vietnamita, producida por Claude Berri y dirigida por Jean-Jacques Annaud en 1991. La película muestra un amor ilícito en la Indochina francesa durante 1929, entre una adolescente francesa y un rico hombre chino.


En el guion de la película escrito por Annaud y Gérard Brach, la edad de la mujer es modificada de 14 y 1/2 a 18 años de edad, el personaje es representado por la actriz Jane March, quien cumplió 18 años al breve tiempo después de haber comenzado el rodaje.


La producción comenzó en 1989, mientras que la filmación recién comenzó en 1991. La película fue estrenada el 22 de enero de 1992. En general recibió críticas negativas de la mayoría de los críticos norteamericanos. Se dice que los protagonistas tenían sexo real y no ficticio en las tórridas escenas del filme.
Instinto básico (1992)

Paul Verhoeven escandalizó a todo Estados Unidos con el legendario cruce de piernas que dejó al descubierto el más íntimo secreto de Sharon Stone, una escritora deshinibida que en la película pone contra las cuerdas a Michael Douglas, picahielos en mano. Un icono del cine de los noventa que costó unos 49 millones de dólares y recaudó 352 en total.

Kids (1996)

Larry Clark se propuso retratar la vida en un día normal de niños habitantes de una gran ciudad norteamericana, que hablan sobre el sexo sin tapujos y lo practican ante la cámara. También fueron grabados borrachos, drogados, en escenas rodadas con independencia del guión que escribió Harmony Korine. Paradójicamente, la película que iba sobre niños no pudo ser vista en los cines de Estados Unidos por ninguno: fue calificada no apta para menores de 17 años, que tenían prohibida la entrada a las salas.

Lolita (1962 y 1997)

El texto más conocido de Nabokov, que narra la historia de amor entre una joven de 12 años y un adulto, tuvo que ser modificado ligeramente para no resultar tan escandaloso en pantalla. Kubrick tuvo que aceptar que el personaje tendría 14 años y que la actriz protagonista sería de 16 años. Fue elegida Sue Lyon debido al pequeño tamaño de sus pechos.

En la versión moderna, la actriz Dominique Swain tenía 15 años en el momento de rodaje y tenía que ponerse una almohada entre ella y Jeremy Irons para las escenas más íntimas. También se utilizó una doble adulta en las imágenes que recrean sexo explícito.

Eyes Wide Shut (1999)

El considerado por Stanley Kubrick como el mejor trabajo de su carrera, que no vio estrenado por fallecer poco antes, expuso a la pareja protagonista -Tom Cruise y Nicole Kidman, por entonces juntos en la vida real- a sus desnudeces más íntimas. La trama en la que se ven implicados en la secta fue alabada y denostada a partes iguales por la crítica. El público respondió de modo correcto a una cinta que costó 65 millones de dólares y recaudó 160 en todo el mundo.

Nymphomaniac (2013)

La última aventura cinematográfica del genial Lars Von Trier fue polémica desde su presentación: una joven ninfómana (Charlotte Gainsbourg) iba descubriendo diferentes caras del sexo a lo largo de su vida, en una narración descarnada y extensísima (el montaje final se tuvo que dividir en dos partes, y aún así sobró material) que tuvo malas críticas. Su lanzamiento a los cines un día tan familiar como el de Navidad no sirvió más que para avivar aún más la polémica.

La vida de Adèle (2014)

Abdellatif Kechiche puso su cámara a la altura de los ojos para contar una historia que tenía su centro en el corazón de Adèle y más abajo. Un trabajo que mereció la Palma de Oro en Cannes y que descubrió a una estrella, Adèle Exarchopoulos, con una prometedora carrera por delante aunque para ello tuviera que rodar largas escenas de sexo explícito con planos muy cortos junto a Léa Seydoux.




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