Datos sobre la infidelidad femenina.

En Africa las mujeres son infieles por el tamaño del pene 
excesivamente grande y otros datos sobre la infidelidad femenina.


La infidelidad está presente en nuestras vidas desde tiempos ancestrales.


Civilizaciones antiguas vivían felices con diferentes parejas, con la libertad de tener más de un cónyuge sin tener peleas o explicaciones para su comportamiento.


Muchos matrimonios de la antigüedad se realizaban entre un hombre y varias mujeres o viceversa, lo que se denomina respectivamente, poligamia o poliandria. Por un lado, la poligania es la más tradicional de las dos, pues aún varios grupos musulmanes adinerados la practican. Por otro lado, en una tribu de la India, una mujer puede casarse con varios hermanos. Así, el contrato matrimonial ha cambiado en el transcurso de los años. Hombres y mujeres firman un pacto para lograr crecer económicamente y establecer sus tierras en conjunto: más personas igual a mayor posibilidad de enriquecimiento.


Sin embargo, este contrato social muchas veces no se lleva a cabo bajo las reglas establecidas. La curiosidad o el narcisismo de una persona a veces es más poderoso que las ganas de permanecer junto a su amado por el resto de los días. En muchas ocasiones alguien tiene la necesidad de demostrarse que aún es atractiva y capaz de seducir; otras veces la oportunidad de cambiar su rutina sexual es su motivación.


Uno de los casos de infidelidad más sonados en el mundo literario es el del escritor Charles Dickens. Él y su mujer se casaron a los 24 años con Catherine Thompson Hogarth, hija del editor de prensa para el que trabajaba. Tuvieron diez hijos y vivían felices, o al menos eso parecía. Se dice que Dickens le fue infiel varias veces y en una de esas conoció a su gran amor, la actriz Ellen Lawless Ternan, quien tenía 18 años mientras él 45.


Dickens hizo todo lo posible para ocultar su relación, pues era concebido como un pilar de la sociedad victoriana, alquiló una casa para su amante y la veía en secreto. El matrimonio terminó un año después, cuando su esposa, Catherine Dickens, abrió un paquete que el joyero había dejado en su casa, la mujer pensó que se trataba de un regalo para ella, pero en realidad era un brazalete de oro para la joven Tenan, con una nota de su “marido”, lo que había hecho Dickens para conservar su buena reputación y fama. El escritor tuvo en secreto su romance hasta su muerte, en 1870, pero él y la joven lo continuaron durante 13 años; en el libro The invisible woman: The story of Nelly Ternan, se asegura que tuvieron un hijo.


8 datos sobre la infidelidad.

1.- Las mujeres suelen ser más promiscuas en su periodo pre-ovulatorio. Algunos estudios han mostrado todos los cambios que ocurren en el cuerpo de la mujer durante esta época: sus voces se hacen más fuertes, ellas se juzgan como más atractivas, se visten con prendas más sensuales y más llamativas.
2.-En algunos países africanos, las razones por las que las mujeres son infieles son el maltrato, la insatisfacción y el tamaño del pene excesivamente grande.
3.- Según el sitio de citas extramaritales Victoria Milan, una encuesta a 4 mil de sus suscriptores demostró que la mayoría de los infieles consideran mucho más atractivas a su pareja que a aquellas personas con las que la engañan.
4.- En Michigan, Minnesota y Carolina del Sur, puedes ser llevado a la cárcel por ser infiel, pues la práctica es ilegal.
5.- Puedes estar genéticamente predispuesto a engañar: Investigadores de la Universidad Binghamton encontraron que al menos la mitad de las personas con el gen DRD4, eran más proclives a la promiscuidad e infidelidad.
6.- Las mujeres creen que aquellos hombres con voz más grave son más proclives a engañar, según el periódico Personality and individual differences.
7.- Entre más adinerada sea una persona, es más propensa a engañar. Un estudio de la Universidad de Washington encontró que la infidelidad y salario van de la mano.
8.- La evolución del hombre, incluido su pene, ha compensado el engaño. La competencia para tener el esperma ganador de entre todos los machos es un rasgo natural. Una investigación asegura que cuando los hombres estaban lejos de su pareja por un largo periodo de tiempo, al regreso se tenía mayor interés y persistencia en la relación sexual. Buscaban tener sexo de manera más profunda y vigorosa, sobre todo cuando empujaban su pene.

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