A Trump que no juegue a la guerra, el horno no está para galleticas


Rusia puede destruir toda la costa este de EEUU con solo 5 bombas



Momento del lanzamiento de un misil balístico intercontinental ruso SS-1


En el caso de una guerra nuclear, Rusia podría destruir por completo la costa este de EE.UU. de un golpe y solo con cinco bombas atómicas.

Según publicó hace días el diario británico Express, citando a expertos, Rusia tiene la mayor reserva de armas nucleares que cualquier país del mundo, entre las que se encuentra la bomba más potente, el misil balístico intercontinental pesado SS-18 "Satán".

Esta arma rusa tiene una potencia explosiva equivalente a 20.000 kilotones de TNT, es decir, mil veces más potente que la bomba atómica lanzada por EE.UU., al término de la II Guerra Mundial sobre la ciudad japonesa de Nagasaki.


Un SS-18 de Rusia eliminaría las tres cuartas partes del estado de Nueva York por miles de años", apostilla el diario británico Express, citando a expertos.

Los expertos estiman que Rusia dispone actualmente de 55 de las armas más mortales, pero solo cinco serían necesarias para destruir la costa este de Estados Unidos. En el caso de que dicho enfrentamiento ocurriera, un asombroso 112.6 millón de personas morirían, estima el medio británico.



Asimismo el periódico, citando a un experto militar estadounidense que sirvió durante el Gobierno del expresidente de EE.UU. Ronald Reagan durante la década de los 80, agrega que ambas bombas nucleares usadas en 1945 en Hiroshima y Nagasaki, en comparación con la demolición que podrían causar los misiles Satán, se verían como "pistolas de juguete".

Un golpe directo en la ciudad Nueva York mataría a 4,5 millones de personas, heriría a 3,6 millones y material radiactivo se extendería a más de 600 millas de distancia, por lo que destruiría las tres cuartas partes de estado homónimo por miles de años. "Un SS-18 de Rusia eliminaría las tres cuartas partes del estado de Nueva York por miles de años".

El rotativo publica este informe cuando Rusia y el Occidente, liderado por EE.UU., experimentan momentos más tensos que durante la Guerra Fría, discrepancia que comenzó con la reincorporación de la península de Crimea a Rusia en 2014, tras la cual la parte occidental acusando a Moscú de interferir militarmente en el conflicto armado en el este de Ucrania, ha aumentado su presencia militar en Europa oriental, cerca de Rusia.

Esa tensión escaló hace poco por las posturas opuestas ante la guerra en Siria, donde terroristas apoyados por EE.UU. o por sus aliados árabes buscan terminar con el Gobierno de Damasco, apoyado por Rusia.

aaf/ctl/mpv/rba

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