¿cómo piensa el hombre que gobierna China?
Entrar en la cabeza de Xi Jinping: ¿cómo piensa el hombre que gobierna China?
© Sputnik / Grigory Sysoev
Desde 2013 Xi Jinping es el presidente de la República Popular China. Hoy se lo considera el líder chino más poderoso después de Mao Zedong. Fundó el "socialismo con peculiaridades chinas", lineamiento que llevó a su país a convertirse en el segundo socio comercial de América Latina. A 67 años de su nacimiento, te contamos cuál es su filosofía.
El 14 de marzo de 2013, Xi se convirtió en el octavo presidente comunista desde que Mao (1894-1976) anunció el nacimiento de una nueva nación, el 1 de octubre de 1949, tras el fin de la guerra civil china, el combate que duró 22 años entre el Ejército Nacional Revolucionario del Kuomintang o Partido Nacionalista Chino, y el Ejército Rojo del Partido Comunista Chino.
El fundador del nuevo Estado comunista desempeñó un papel clave en la historia de China y sus ideas contribuyeron a que el país asiático pudiese alcanzar logros económicos realmente increíbles. Xi ha seguido las ideas de Mao, quien vaticinaba que "una vez que el destino de la patria esté en las manos del pueblo, China, como el sol naciente del Este, iluminará todos los rincones de la tierra con su brillante llama". Xi ha dicho en reiteradas ocasiones que su objetivo es que China se convierta en "una sociedad moderadamente próspera", frase que hoy se considera su eslogan.
El pensamiento de Xi
El mandatario chino ha pronunciado un sinnúmero de discursos como secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCC) y, después, como presidente. Aquí algunas de sus ideas:
Ocho meses después de haber asumido, Xi dijo que "en la historia humana no hay una nación ni un país que pueda materializar el fortalecimiento y la revigorización a través del apoyo en las fuerzas externas y siguiendo cada paso a otros", y aseguró que para "persistir en la independencia y la autodecisión, se debe persistir en la política exterior independiente y de paz, y seguir firme e invariablemente el camino del desarrollo pacífico", según se lee en el Tomo I del libro Xi Jinping: La Gobernación y Administración de China (2018).
En la inauguración anual del Foro Económico Mundial, el 17 de enero de 2017, Xi introdujo a su discurso el concepto de "ganar-ganar" para hacer un llamado a "impulsar con firmeza" la globalización económica. Explicó que a través de una cooperación basada en la "apertura" y en un desarrollo asentado en el "equilibrio" y el "beneficio general", sería posible establecer un modelo de transacción en que ambas partes salen beneficiadas.
"El crecimiento de China representa una oportunidad para el mundo. El pueblo chino invita a los pueblos de otros países a subir a bordo del 'tren expreso' del desarrollo de China", dijo en esa ocasión.
En noviembre de ese año, explicó que "en la historia humana no hay una nación ni un país que pueda materializar el fortalecimiento y la revigorización a través del apoyo en las fuerzas externas y siguiendo cada paso a otros", y agregó que "para persistir en la independencia y la autodecisión, hemos de persistir en la política exterior independiente y de paz y seguir firme e invariablemente el camino del desarrollo pacífico".
¿Cuál es el poderío chino sobre Latinoamérica?
A principios de junio nos llegó la última noticia sobre el accionar del gigante asiático en la región: China y Cuba anunciaron el acuerdo de cooperación más grande que ha recibido el país caribeño desde la caída de la Unión Soviética. Cuba, al igual que otra decena de países, hacen que América Latina sea el segundo destino de la inversión china en el exterior.
Hasta noviembre de 2019, la inversión sobrepasaba los 410.000 millones de dólares, según datos publicados por Xinhua. Las empresas de capital chino han creado más de 1,8 millones de puestos de trabajo al instalar unas 2.500 filiales en los países latinoamericanos.
En menos de una década, China multiplicó por 20 el volumen comercial con América Latina: en 2018 superó los 300.000 millones, con cientos de acuerdos firmados y decenas de proyectos en áreas clave, principalmente en energía, transporte e infraestructura.
China tiene Tratados de Libre Comercio con Chile (donde cerca del 98% de las mercaderías están exentas de aranceles), Perú y Costa Rica. Actualmente está negociando uno con Panamá y está a punto de cerrar uno con Colombia. China es el segundo socio comercial de América Latina, y el primero para Brasil, Chile y Perú.
Dicho crecimiento quizá ha hecho que Xi vea hoy a América Latina como "una extensión natural" de su iniciativa de la Franja y la Ruta, lanzada durante el primer año de su presidencia como la nueva Ruta de la Seda. Aunque tenía el objetivo de crear enlaces marítimos y ferroviarios para unir Europa y Asia, la expansión llegó hasta América Latina.
De los 136 países que han firmado documentos de cooperación, 18 son latinoamericanos. Xi ha dicho que se trata "del proyecto del siglo": los países miembro han recibido 90.000 millones de dólares en inversión, e intercambiado 6 billones de dólares en comercio, según información publicada en diciembre de 2019 por el think tank holandés Transnational Institute.
Comentarios
Publicar un comentario