¿Por qué los infartos ocurren mas en la mañana, y el asma por la noche?



Los infartos suelen ocurrir por la mañana. Las crisis epilépticas se dan más a menudo a última hora de la tarde. Los ataques de asma son más peligrosos entre las 11 de la noche y las 3 de la madrugada.


Los investigadores han descubierto que los ritmos circadianos, que tienen una duración de unas 24 horas, afectan a cada sistema del cuerpo humano, desde la circulación y el conocimiento hasta el metabolismo, la memoria y el estado de ánimo. Y juegan un papel muy importante al determinar cuándo somos más vulnerables a las enfermedades.


La cronobiología -el estudio del mecanismo de este reloj interno- se ha desarrollado en los últimos años gracias, en parte, al descubrimiento de genes específicos, a los cuales los científicos han dado nombres como Reloj, Periodo y Criptocromo. Esos genes ayudan a mantener los sistemas biológicos sincronizados con la luz y la oscuridad, lo que hace que se produzcan importantes cambios químicos al amanecer y al atardecer.


Comprender los biorritmos está ayudando a los doctores a controlar los tratamientos, incluyendo cuándo es el mejor momento para tomar algunas medicaciones. También sugiere nuevas estrategias de tratamiento, como ajustar la luz en las residencias de ancianos para ayudar a la gente a dormir mejor.


A veces las personas interrumpen sus ritmos circadianos al viajar largas distancias en avión, horarios irregulares de trabajo, ver la televisión o navegar por internet durante largo rato por la noche. Eso puede aumentar el riesgo de sufrir varios problemas de salud, incluyendo enfermedades del corazón y diabetes.
Las que rigen estos tiempos son un grupo de neuronas que hay en el hipotálamo, situadas detrás de los ojos, en una zona que se conoce como núcleo supraquiasmático (NSQ). En la oscuridad, el NSQ ordena a la glándula pineal que libere melatonina, la hormona que favorece el sueño. Otros cambios químicos reducen la temperatura del cuerpo, la presión de la sangre y el ritmo cardíaco, que llegan a su punto más bajo durante la noche.


Otros sistemas están muy activos durante la noche. La producción de jugos gástricos llega a su máximo entre las 10 de la noche y las 2 de la madrugada, digiriendo la cena y posiblemente agravando la acidez estomacal.


El hígado descarga glucosa en el torrente sanguíneo justo antes del amanecer. La leptina, una hormona que reduce el apetito, está alta, por lo que es normal estar menos hambriento al despertar. Y el sistema inmunológico puede estar hiperactivo, inflamando las vías respiratorias en aquellos que sufren asma e hinchando las articulaciones artríticas.


Por la mañana, la luz en las retinas señala al NSQ que corte la producción de melatonina. El cortisol, la hormona del estrés, aumenta, preparando al cuerpo para las necesidades del día. La presión sanguínea y el ritmo cardíaco aumentan. Una sustancia llamada PAI-1, que hace que la sangre se coagule fácilmente, llega a su punto álgido a las 6:30 de la mañana.


Los expertos creen que el PAI-1 puede haber protegido a los primeros humanos de desangrarse por una herida hasta morir cuando iban a buscar comida. En los humanos modernos con placa acumulada en las arterias, esta sustancia aumenta el riesgo de obstrucciones que causan infartos y derrames cerebrales. Según el estudio, estos problemas se dan mayoritariamente sobre las 9 de la mañana.


Comer, dormir y otros patrones de comportamiento también afectan a los cambios diarios del cuerpo.


Pero varios sistemas biológicos, incluyendo la presión sanguínea, el ritmo cardíaco, la coagulación de la sangre y la adrenalina, aumentan y descienden con sus propios ritmos circadianos, según la investigación del Programa Médico de Cronobiología en Birgham junto con el Hospital de Mujeres de Boston y otros centros. Si esos patrones de comportamiento y los ritmos circadianos no funcionan de forma sincronizada, puede dar lugar a varios problemas de salud, tal y como los investigadores han demostrado en experimentos con animales de laboratorios y observados en humanos.


Mucha gente que sufre depresión, desorden bipolar y otros problemas de salud mental han interrumpido sus ciclos circadianos y sus patrones de sueño. Los pacientes con trastorno bipolar suelen tener ciclos con una duración mayor de 24 horas, afirma el psiquiatra Michael McCarthy, miembro de la Universidad de California, el Centro de San Diego de la Biología Cicadiana. Cada vez hay más evidencias de que estos problemas pueden estar relacionados con defectos en los genes del reloj biológico.


En general, los expertos sostienen que ir a la cama, levantarse y comer a la misma hora todos los días, recibir mucha luz durante el día y evitándola por la noche tienen mucho que ver con la mejora de la salud y el estado de ánimo. "Es el mismo consejo que siempre hemos dado", afirma el Dr. McCarthy. "Pero ahora entendemos mucho más por qué es verdad".






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