La renuncia del Papa Benedicto XVI

Amalio (Mayito) Solano El nombre del papa es Joseph Ratzinger, y es acusado por encubrir a cientos de sacerdotes y no haber hecho nada al respecto. Tenemos por ejemplo casos en: Irlanda y Estados Unidos

El presidente de la Conferencia  Episcopal de Venezuela, monseñor Diego Padrón dijo que fue un ejemplo la renuncia del papa Benedicto XVI,  por haber puesto límite a su mandato y que la iglesia  no está solo dirigida por hombres sino que más allá de los hombres está Cristo.

Las palabras de este monseñor a mi me da impresión que llevan veneno. Él pone de ejemplo esa renuncia, pero su pensamiento va más allá; va hacia Hugo Chávez. Lo digo porque éste es uno de los que quiere ver al Presidente renunciando al mandato que la mayoría del pueblo venezolano le concedió en elecciones libre y secreta.

Pero hay mucha diferencia entre la elección de un papa (lo eligen 120 obispos) y un presidente de un país (elegido por mayoría de sus habitantes). Según la renuncia del papa Benedicto XVI, es por cansancio (86 años de edad). Lo cierto es que detrás de esta se ocultan muchas cosas que tal vez son los pecados que carga el papa Benedicto XVI, y al no soportar ese peso de conciencia lo hicieron renunciar. Son los pecados cometidos por él y los de los obispos. Así como los de los sacerdotes peredastas. Demasiado peso para este hombre.

El nombre del papa es Joseph Ratzinger, y es acusado por encubrir a cientos de sacerdotes y no haber hecho nada al respecto. Tenemos por ejemplo casos en: Irlanda, Estados Unidos y Boston. En cuanto a su renuncia ni obispos ni cardenales  la esperaban, mucho menos los fieles creyentes. Cuando en el Vaticano después que lo eligieron, se supo que fue por la edad, para que no durara mucho en el trono y así elegir a un nuevo papa. Hasta en ellos mismos existe el pensamiento de la maldad.

Monseñor Diego Padrón dijo que la renuncia de Benedicto XVI es “un buen ejemplo”. Pero la verdad que sí es un ejemplo para  ellos, para que renuncien por sus actividades oscuras dentro de la iglesia.

En Estados Unidos, las victimas están pidiéndole a la Iglesia Católica que publiquen los nombres de los sacerdotes que fueron responsables de los abusos sexuales. El papa no se atrevió a publicar esa lista. Esto es una de las cargas que él lleva encima.

Por su parte Mariano Parra Sandoval, Obispo de Ciudad Guayana, el papa es un hombre de una inteligencia muy grande y logró que se estructurara y se sistematizara la reflexión (a) muchos temas. Luego dijo: “Él logró resolver muchísimo problemas que se estaban dando en su pontificado”. ¿Resolvió el papa lo de los curas que abusaron sexualmente de los niños? ¿Por qué continúan con esas ideas ortodoxas de que los curas no se pueden casar? ¿Por qué ellos no pueden tener sus esposas y formar sus familias como cualquier ser humano? ¿Por qué las monjas no se pueden casar y tener sus hijos?

Estas son interrogantes que la Iglesia Católica tiene que darle una respuesta para su propio bien. No puede seguir torturando a esos seres humanos con el celibato. Que en el Vaticano sean ellos (obispos y cardenales)  que quieran vivir esa vida, allá ellos. ¿Por qué en las otras iglesias los pastores, las pastoras, diácono, sacerdotes y obispos tienen sus familias y atienden a su iglesia y nadie es dueño de lo que allí existe?

Ojalá que el próximo papa que elijan sea una persona de ideas progresista y acabe con esas absurdas condenas a las que están sometidos quienes la dirigen. Hombres y mujeres que también necesitan tener sus hijos, a no ser que sean ellos que juren mantenerse en castidad cosa que veo difícil. Yo que fui monaguillo, me preguntaba siempre por qué el cura no se casa, si tenía una mujer a escondida.

Esto tiene que cambiar, no puede seguir así. Y  sólo los estudiantes de los seminarios pueden cambiar esto si el próximo papa no acepta que los curas se casen con una mujer. Sólo ellos, los seminaristas, pueden acabar con el celibato en la Iglesia Católica. ¿Cómo? Renunciando todos aquellos que deseen casarse después de ordenarse como sacerdote.

Que la renuncia de este papa sirva para que los curas lleguen al altar no sólo para celebrar la misa, sino para jurar ante Dios que también aceptan por esposa a una mujer; y tal vez los hijos e hijas sigan el camino que ellos emprendieron.

Antes de terminar este artículo quiero decir que: Tuve la suerte de recibir clase de biología cuando estudiaba bachillerato, de un cura colombiano que llegó a mi pueblo, con su mamá, una hermanita y un sobrino; vivían en la parroquia. Después de más de un año siendo párroco en la Iglesia San José de Irapa, lo cambiaron para Carúpano, y luego de un tiempo en la Iglesia Santa Rosa de Lima, decidió dejar los hábitos y casarse. Se había enamorado y se quedó en esa ciudad dando clase.

Si la Iglesia Católica permitiera que los curas se casen, este “padre”, que después tuvo sus hijos, seguro no hubiese renunciado. Traje a colación este ejemplo, porque de parte del Vaticano los sacerdotes y las monjas deben mantenerse castos y vírgenes. Confieso que quise ser cura, pero al saber de todo esto en la iglesia, decidí que mejor era tener mi familia. Tal vez no estaba en la lista de ser sacerdote.