Benedicto XVI en Cuba, respeto y cálida acogida marcaron la visita


















La Habana (PL) La visita del Papa Benedicto XVI fue uno de los acontecimientos más importantes vividos en el 2012 por el pueblo de la isla, que acogió con respeto y solidaridad al Sumo Pontífice.
Su Santidad llegó a la mayor de las Antillas procedente de México a finales de marzo, en el Año Jubilar por el 400 aniversario del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, considerada por los católicos la patrona de Cuba.

Por segunda ocasión un Papa visitó el país caribeño, luego de la estancia realizada en 1998 por Juan Pablo II.

En la isla, Benedicto XVI cumplió una intensa agenda, compartida entre la oriental provincia de Santiago de Cuba y la capital, donde ofició misas públicas y dialogó con autoridades del gobierno y religiosas.

Previamente a su llegada, el canciller Bruno Rodríguez afirmó al inaugurar las salas de prensa habilitadas para cubrir la visita, que creyentes y no creyentes lo aguardaban con afecto y respeto.

"Su Santidad encontrará en Cuba a un pueblo patriótico e instruido, orgulloso de su cultura, de sus convicciones, de su independencia, de su proyecto social, de su democracia genuina y de sus sentimientos de solidaridad y justicia, un pueblo que lo escuchará con profundo respeto y civismo", señaló.

Por su parte, el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, Dionisio García, destacó el entusiasmo de la población y la labor organizativa del gobierno.

En una intervención en la televisión nacional, el arzobispo de Santiago de Cuba subrayó que en la oriental provincia existían gran entusiasmo y expectativa, y con mucho esfuerzo se remozaron calles, casas y los edificios que acogerían al Santo Padre.

En La Habana -señaló- se trabajaba de igual manera y nadie podía albergar la menor duda de que el recibimiento estaría matizado por el calor humano que caracteriza a nuestro pueblo, pues Benedicto XVI nos traería palabras de ánimo, esperanza y reconciliación.

García invitó a todos los cubanos a participar en el recibimiento y en las misas que se celebrarían en Santiago de Cuba y en La Habana y a seguir por la televisión sus oraciones en el Santuario del Cobre.

El Sumo Pontífice viene a Cuba como pastor de la iglesia universal, pero también es el jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, y como tal fue invitado oficialmente por el gobierno de la nación antillana, precisó el Arzobispo.

EL PAPA EN CUBA

Benedicto XVI llegó a la isla el 26 de marzo por el aeropuerto internacional Antonio Maceo, de Santiago de Cuba, donde fue recibido por el presidente Raúl Castro, quien le transmitió el respeto y el aprecio del los cubanos.

A su arribo, el Papa resaltó de Cuba el "inmenso patrimonio de valores espirituales y morales, que han ido confirmando su identidad más genuina y que se encuentran esculpidos en la obra y la vida de muchos insignes padres de la patria".

En el oriental territorio, encabezó una eucaristía ante más de 200 mil personas en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo y cumplió su deseo de visitar el santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, donde oró junto a su séquito y los obispos cubanos, y posteriormente se dirigió a las personas presentes.

Al ofrecerles palabras a los hombres y mujeres concentrados frente a la Basílica, el Sumo Pontífice dijo que la presencia de la Virgen Patrona es un regalo del cielo para los cubanos, quienes, encomendados a ella, construirán el futuro por el mayor bien para todos.

Cumpliendo su intenso programa, el Papa viajó a La Habana para oficiar una misa en la Plaza de la Revolución José Martí, a la cual acudieron miles de personas y cerca de 800 reporteros procedentes de 33 países.

Desde un vehículo panorámico (conocido popularmente como Papamóvil), saludó a cubanos creyentes y no creyentes, así como a visitantes extranjeros presentes para la celebración litúrgica, quienes retribuyeron el saludo papal con banderas, pañuelos y frases de afecto.

Como parte de sus actividades, dialogó durante unos 30 minutos de manera cordial en la sede de la Nunciatura Apostólica de La Habana con el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, sobre el actual escenario mundial y en torno a temas de ciencia, cultura y ecología, entre otras cuestiones.

El Sumo Pontífice realizó una visita de cortesía en el Palacio de la Revolución al jefe de Estado anfitrión, Raúl Castro, con quien intercambió alrededor de 40 minutos sobre la realidad nacional, las relaciones bilaterales entre Cuba y la Santa Sede y el papel de la Iglesia en la sociedad.

Al finalizar el encuentro, Raúl Castro le obsequió una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre tallada en madera, mientras que el Obispo de Roma correspondió el gesto con el facsímil de un volumen de la Geografía de Tolomeo perteneciente a la biblioteca vaticana.

Posteriormente, ambos jefes de Estado saludaron desde la escalinata a los periodistas presentes.

MOMENTOS FINALES DEL PAPA EN CUBA, CRÍTICA AL BLOQUEO

Sobre las 16:00 hora local (21:00 GMT) del 28 de marzo del 2012, Su Santidad salió de la Nunciatura Apostólica a bordo del auto panorámico hacia el aeropuerto internacional José Martí para emprender el regreso a Roma.

Durante el trayecto hasta la terminal aérea, cientos de personas acudieron a despedirlo.

Tras concluir su visita apostólica, el Sumo Pontífice agradeció la oportunidad de "visitar esta hermosa isla".

"Me llevo en lo más profundo de mi ser a todos y cada uno de los cubanos, que me han rodeado con su oración y afecto, brindándome una cordial hospitalidad y haciéndome partícipe de sus más hondas y justas aspiraciones", expresó.

Benedicto XVI criticó el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba.

Al referirse a esa política aplicada por Washington por más de 50 años, reprochó las "medidas económicas restrictivas impuestas desde fuera del país", que "pesan negativamente sobre la población".

Sobre la visita, el presidente cubano, Raúl Castro, destacó que transcurrió en un ambiente de mutua comprensión.

El dignatario subrayó que entre ambas partes existen "muchas y profundas coincidencias, aunque, como es natural, no pensemos lo mismo sobre todas las cuestiones".

"El pueblo cubano, abnegado e instruido, ha escuchado con profunda atención cada una de las palabras que Su Santidad le ha ofrecido", apuntó poco antes del despegue de la aeronave que condujo al Papa a Roma.

Consideró además que el encuentro de Benedicto XVI con los habitantes de la isla le dio la posibilidad de conocer mejor y constatar la justeza de los propósitos del país.

Cuba ha tenido como objetivo la dignidad plena del hombre y el ser humano, y somos conscientes de que no se construye solo sobre bases materiales, sino también sobre valores espirituales como la solidaridad, el respeto mutuo, la honestidad y el apego a la verdad, sentenció Raúl Castro.

Por Joel Michel Varona*

* Periodista de la Redacción Nacional de Prensa Latina.

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