El problema de Europa
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El territorio del Lince
lunes, 16 de octubre de 2017
¿Seguro que el problema de Europa es Catalunya? La pregunta tiene su aquel, no me digáis que no. Toda Europa ha salido en defensa de la "legalidad" española atribuyendo al pueblo de Catalunya, y a su gobierno, una situación de "ilegalidad" por haber realizado un referéndum que primero se dijo que no habría y luego, cuando lo hubo pese a los palos, que no era "legal". Curioso: en Venezuela acaba de haber elecciones a gobernadores que ha ganado de forma clara el chavismo pero la UE no las reconoce pese que han sido "legales" según la propia legalidad venezolana.
A lo que voy. Hacer caso a estos sátrapas de la Unión Europea, esos que hacen encaje de bolillos para que las multinacionales no paguen impuestos, esos que desoyen la voluntad de los pueblos e imponen a sangre y fuego políticas de austeridad, esos que destruyen todo tipo de conquistas sociales, esos que dan dinero gratis a los bancos, esos que... (seguid así hasta el infinito) es perder el tiempo. Ya lo he dicho cientos de veces pero lo volveré a decir una vez más: fuera de la UE es donde hay vida, no dentro.
Eso lo empieza ya a tener presente mucha gente, aunque lamentablemente son los neofascistas quienes están haciéndose con todo ese segmento por el papanatismo de la izquierda y de la pretendida izquierda, todavía encalladas en eso de "otra Europa es posible". Sin embargo, hay una aldea que resiste al invasor y no, no es Catalunya aunque la CUP hace todo lo que puede para dar el empujón definitivo al régimen neofranquista del 78 y a lo que representa la UE. Esa aldea es Bélgica.
Bélgica es un país formado por dos territorios, Flandes y Valonia. Y Bélgica es el único país europeo que ha roto el discurso pro-español de apoyo al gobierno de Madrid, desmarcándose del mismo y apelando de forma clara a un diálogo con la Generalitat catalana incluso apostando por una mediación "europea o internacional" si hay "un fracaso definitivo del diálogo". Ese fracaso es evidente, por lo que lo otro es lo que sigue antes de que se acentúe la represión que será total, incluyendo el control de las escuelas como ya ha anunciado Madrid.
Resulta que el gobierno belga -que, por cierto, es una monarquía- es una coalición entre tres partidos flamencos y uno valón (todos derechistas, faltaría más) pero que está siendo amenazado por un partido que está que se sale en las encuestas: el Partido del Trabajo de Bélgica, uno de los escasos partidos comunistas que no ha ocultado que sigue defendiendo el marxismo-leninismo.
En los últimos cinco años su política de no claudicación ideológica y firmeza crítica contra la crisis económica, así como contra la Unión Europea, ha hecho que suba somo la espuma y que se haya convertido en el gran peligro para todo el establecimiento político y mediático: es el enemigo a batir porque si en las elecciones de 2014, las últimas celebradas, sacó un 5'5% en Valonia ahora está en el 24'9%. Y sólo una coalición del resto de partidos, incluyendo a los socialdemócratas, podría evitar que tomase el poder en esta zona.
Su auge es similar tanto en Bruselas como en Flandes, las otras divisiones administrativas de Bélgica, aunque no con la fuerza que muestra en Valonia. En Bruselas el PTB pasa del 4% al 14'1%, situándose en segundo lugar, mientras que en Flandes lo hace de forma un poco más modesta, subiendo del 2'8% al 7'3%.
La tendencia es tan preocupante para el sistema que desde el mes de junio -exacto, desde junio- la campaña contra el PTB es constante en todos los foros habidos y por haber, públicos y privados. El miedo se ha instalado en el sistema sobre todo porque la más reciente encuesta, publicada el mes pasado, sitúa al PTB como el segundo partido en número de escaños en toda Bélgica.
Aún falta un año para las elecciones en Bélgica y el poder del sistema es mucho para ir minando estos apoyos. Pero, por ahora, está obligando a que el gobierno belga haya tenido que desmarcarse de la ortodoxia pro-española de la UE en el caso catalán.
La UE quiere evitar a toda costa el contagio catalán, pero no lo podrá evitar. El proceso independentista de Catalunya es de suma importancia para el futuro geopolítico de Europa porque es la chispa que puede desencadenar todo el proceso dado que es eminentemente popular. Nada que ver con Escocia, con las élites negociando el referéndum. En Catalunya es el pueblo quien esta empujando, y en ese pueblo esta la CUP como una de sus expresiones más combativas y sus Comités de Defensa del Referéndum que fueron, y serán, quienes dinamicen otra vez la calle sin ninguna duda.
Y nada que ver con Flandes, donde si el PTB se hace con el control de Valonia se iniciaría un proceso de separación mucho más letal para la UE que Catalunya porque desaparecería un Estado, Bélgica. Es decir, se está a las puertas de la desintegración de la Unión Europea. Valonia solo supone el 20% del presupuesto total de Bélgica, pero Flandes lo hace en una proporción del 60%. El ascenso del PTB en las encuestas esta metiendo mucho miedo en el cuerpo a la burguesía y si no es capaz de pararlo sólo tiene como salida la independencia de Flandes para mantener el control económico y político del chiringuito. De ahí que Cataluya haya abierto una caja de Pandora que todo el mundo está interesado en cerrar y de ahí el apoyo de la UE al palo y tente tieso del gobierno español.
Por cierto, la muy democrática España acaba de enviar a prisión a dos líderes sociales de Catalunya. El Tribunal de Orden Público franquista, rebautizado como Audiencia Nacional por el neofranquismo, sigue haciendo de las suyas. Se les envía a la cárcel por promover movilizaciones pacíficas. Ahora sí que la independencia se tiene que declarar de forma nítida. Y defenderla. Merece la pena volver a ver lo que ocurrió el día 1 de octubre en una localidad, Sant Joan de Vilatorrada. Es un exponente de lo que es hoy Catalunya y dos de sus ciudadanos están encarcelados por promover acciones pacíficas como estas.
El Lince
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