Lo de Cataluña se pone color de hormiga

El 'Parlament' declara la independencia de Cataluña


En una votación muy controvertida por su falta de garantías legales y por la gravedad de sus consecuencias, el Parlamento catalán ha proclamado la república independiente de Cataluña.

Yves Herman / Reuters
Tal como estaba previsto, y a pesar de los clarísimos obstáculos legales que existen, el Parlamento catalán ha llevado a cabo la votación necesaria para proclamar la independencia de Cataluña. Con la ausencia de 52 diputados de la oposición, el resultado fue favorable al 'sí' con 70 votos a favor, 10 en contra y 2 en blanco, quedando así proclamada la "República catalana, como Estado independiente y soberano". 

Ha ocurrido, como también era previsible, en el contexto de un pleno parlamentario estrambótico, tenso y accidentado, y se ha celebrado con un procedimiento excepcional votado y aceptado sobre la marcha, frente el rechazo manifiesto de los diputados de Ciudadanos, Partido Socialista de Cataluña y Partido Popular, que abandonaron el hemiciclo entre gritos de '¡Viva Cataluña!'. La resolución de Junts Pel Sí, que propone la declaración de la independencia de Cataluña, se votó en una urna, para garantizar el voto secreto de los diputados y limitar así las consecuencias penales individuales que pudieran derivarse de este acto. 

Mientras tanto, en las calles, el clamor y la celebración han comenzado en cuanto se ha sabido la noticia: 




Momento en el que Parlament de Cataluña proclama la independencia https://es.rt.com/5fsx 


El texto de la resolución recién aprobada recoge la propuesta de una "constitución de la República catalana, como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social". 

El choque con el Estado español, cuyo Senado acaba de aprobar las medidas con las se aplicará el artículo 155 de la Constitución, es ya inevitable.

El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, ha manifestado en el pleno del Senado de este viernes que su intención es "que las elecciones [autonómicas en Cataluña] se convoquen en el menor plazo posible", y ha recordado a ese respecto que "la facultad de disolver el Parlament pasará el presidente del Gobierno". 

Tema:El desafío catalán



viernes, 27 de octubre de 2017

República de Catalunya
El Parlament ha proclamado la República catalana como Estado independiente y soberano. Hoy se han puesto de relieve dos cosas: que es posible acabar con el régimen neofranquista (y monárquico) de 1978 y que el "pujolismo", el catalanismo más rancio, no podía ya frenar el ansia de independencia frente a un poder central reacio hasta la náusea a cualquier propuesta que supusiese más poder autonómico. Curiosamente, quienes durante los últimos 7 años -tras la sentencia del Tribunal Constitucional español en la que se cagaba en el Parlamento, en el gobierno catalán y en el pueblo catalán que habían debatido y votado un nuevo estatuto de autonomía- son ahora los más fervientes defensores de la "autonomía" e, incluso, ofrecen ahora recuperar partes de eso que se cargó el infame TC.

La República catalana la han votado, a favor o en contra, 82 diputados del Parlament y se han ausentado los españolistas. Cuando se votó la independencia de Kosovo, los representantes pro-serbios se ausentaron pero eso no evitó que esa independencia fuese reconocida como válida por la UE.

La proclamación de la República catalana sirve para romper el régimen neofranquista del 78 en otras partes del Estado español, siempre que las clases populares estén bien organizadas y luchen por sus derechos como lo han hecho los catalanes, con firmeza, con determinación. A pesar de los palos, de los golpes, de las mentiras. El régimen neofranquista (y monárquico) no hace posible el debate sobre la "unidad" española (la famosa "plurinacionalidad" de la que habla Podemos) y no hace posible una ruptura total con el franquismo como lo demuestran los centenares de miles de fusilados republicanos que hay en las cunetas sin que los poderes, de ahora y de hace 40 años, hayan hecho nada por recuperar sus restos y dignificar su memoria. Ellos y ellas sí eran los verdaderos demócratas en España y no toda esta panda de mangantes.

Sirve también para mandar al basurero de la historia una forma de entender la política al margen de la gente, a los conciliábulos, al hacer por arriba, al utilizar a la gente como lo hizo Pujol y sus secuaces, traficando con los sentimientos catalanes de ser reconocidos como pueblo, como nación.

Hoy se ha proclamado la República de Catalunya y hoy se ha sabido que en la reciente cumbre de la Comisión Europea, España aceptó una exigencia francesa sobre trabajadores desplazados a la que España se oponía. Y la aceptó porque Francia "sugirió" que sería bueno que España abandonase su rechazo en aras de lograr el apoyo unánime de la UE en el tema catalán. Cuando os dije que España lleva mucho tiempo comprando los apoyos que recibe, es que es así.

Algunos amigos y amigas me han llamado preocupados por la falta de reconocimiento que va a tener la República catalana. Puede que sólo haya un país que lo reconozca: Kosovo, que así devolvería a España su postura de no reconocer a este país. Ya os expliqué lo que supone Kosovo para el sostenimiento jurídico y moral de la independencia de Catalunya, luego no hay que sorprenderse. Pero a poco que resista la gente los intentos re-centralizadores del neofranquismo, la situación va a cambiar muy rápidamente, aunque no dentro de la UE. El plazo que todo el mundo parece darse es de dos meses, de ahí que Rajoy haya planteado que haya elecciones autonómicas el 21 de diciembre tras la intervención neo-centralista. Si Cataluyna se hace ingobernable para España, es decir, si para esa fecha no tiene el control absoluto de Catalunya, los reconocimientos van a ir llegando porque una situación de inestabilidad sostenida en el tiempo supone un golpe a la línea de flotación de la UE,

A esos amigos y amigas les explico que el reconocimiento de un Estado no es un requisito para ser Estado, puesto que esto se fundamenta, según el Derecho Internacional, en si se reúnen tres requisitos: territorio, población y un gobierno capaz de mantener el control efectivo de ese territorio y encargarse de las relaciones internacionales con otros estados. En el control efectivo del territorio está el quid de la cuestión, pues si la nueva República es capaz de hacerlo -y eso supone que no lo pueda hacer el gobierno español cuando comience a aplicar la intervención, el famoso artículo 155 de la Consitución española- los reconocimientos, como digo, llegarán.

El reconocimiento no es un acto jurídico, sino un arma política porque está sujeto a la discrecionalidad política. Es lo que pasó con Kosovo y es lo que pasa en Siria, por ejemplo, cuando la Liga Árabe retiró la representación de Siria al gobierno de Damasco y se la otorgó a la "contra". La UE también reconoció a la "contra" y la apoyó política, financiera y militarmente en contra del derecho internacional ¿o no os acordáis de eso de "Amigos de Siria", grupo del que formaron parte ni más ni menos que 80 Estados, entre ellos todos los de la UE?

Por cierto, la UE pidió a España el 14 de junio de este año el reconocimiento de Kosovo. Así que tener en cuenta algo de lo que diga la UE, con su cinismo e hipocresía característicos, es perder el tiempo. Os recuerdo que para la muy democrática UE y sus valores, lo que sí era válido para Kosovo no lo es para Catalunya. Y que hace cuatro meses volvió a insistir en ello al apelar a los estados europeos que aún no reconocen a Kosovo (España, Grecia, Moldavia y Rumanía) que lo hagan de una vez.


El Lince











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