CUMBRE SOBRE SIRIA:DIFICILES RETOS
Difícil reto para cumbre sobre Siria |
Damasco, 30 jun (PL) En la cumbre que realizan hoy en Ginebra, Suiza, los actores externos de la crisis en Siria enfrentan difíciles retos para apoyar una salida política que tenga en cuenta los intereses del pueblo sirio y complazca a todos. |
Así se desprende de un artículo publicado por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, en el diario estadounidense The Washington Post, en la cual aborda los intentos de acordar un plan de acción para una presunta paz en esta nación levantina.
No obstante, en su análisis el exsecretario general de la ONU pronuncia duros ataques contra las autoridades de Damasco, incluso califica su enfrentamiento a las bandas armadas apoyadas desde el exterior de "brutalidad atroz".
Una lectura de la opinión de Annan, publicada el viernes, muestra su interés en culpar de la crisis a las autoridades sirias, aunque más sensato hubiera sido mantenerse en terreno neutral.
Sin embargo reconoce que "elementos terroristas han tratado de explotar" el ambiente de violencia, sin entrar en consideraciones sobre quienes promueven y apoyan esas acciones.
Según el exdiplomático ghanés es el Gobierno de Siria el "que tiene la mayor responsabilidad, sigue utilizando la violencia extrema en contra de los manifestantes desarmados y armados" y soslaya pronunciarse sobre las acciones promovidas por Occidente para cambiar el curso de la historia en esta nación.
Por su parte, la oposición carece de unidad y algunos elementos han intensificado sus ataques contra las fuerzas del gobierno y de las instalaciones, admite.
Annan reconoce que este es "un conflicto entre los sirios", pero se abstiene de mencionar el papel de actores occidentales y las monarquías del golfo Pérsico en echar leña al fuego con su "apoyo logístico" a esa fragmentada oposición que está a la expectativa de lo que se le oriente para intentar presentarse como opción para el diálogo.
Con ese fin acudirán el próximo 2 de julio al Cairo, Egipto, para tratar de formar un grupo creíble, tanto para sus promotores externos, como para el pueblo sirio, algo difícil por su composición sectaria.
El enviado asegura que deben ser los sirios los que resuelvan sus diferencias, aunque considera que "sería ingenuo pensar que podrían, por su propia cuenta, poner fin a la violencia ahora y entrar en un proceso político significativo".
Subraya que ya es hora de quienes tienen influencia sobre las partes y todos los que tienen la responsabilidad de la paz y la seguridad internacionales, actúen de manera positiva.
Con el apoyo de los secretarios generales de las Naciones Unidas y la Liga Árabe, afirma, he pedido a los participantes en la reunión del sábado (hoy) la formación de un grupo de acción, cuyos miembros trabajarían juntos hasta que se logre la paz, esfuerzo que pudiera tener resultados, según analistas.
Está muy claro que la violencia no se detendrá, sin la presión conjunta, sostenida por parte de las personas con influencia, incluidas las consecuencias en caso de incumplimiento, asevera, velada amenaza que dada las circunstancias afectaría al gobierno sirio, el atacado.
Espero, plantea, que todos los que asistan a la reunión de este sábado estén de acuerdo en que un proceso de transición dirigido por Siria debe realizarse conforme a principios y directrices claras.
El exsecretario general de la ONU habla de un futuro democrático y pluralista en este país que cumpla con las normas internacionales sobre derechos humanos y proteja los derechos de todas las comunidades, algo que al parecer tiene simpatías, aunque para muchos Siria esta a la delantera de sus detractores de la región en ese campo.
Esto debe incluir, sugiere, un gobierno de unidad nacional que tenga plenos poderes ejecutivos, aunque muchos se preguntan qué será del actual.
Este gobierno, afirma, podría incluir a los actuales miembros del gobierno y la oposición y otros grupos, pero, aquellos cuya presencia y participación ponga en peligro la credibilidad de la transición, la estabilidad y la reconciliación, quedarían excluidos.
Para algunos analistas y comentaristas políticos, el establecimiento de estas precondiciones pudieran dar al traste con este intento de enfrentar la crisis, pues difícilmente un gobierno constitucional como el del presidente Bashar al-Assad abandone el poder para favorecer a bandas armadas que califica de terroristas.
Las otras aproximaciones sobre un diálogo nacional, la revisión de la Constitución aprobada por la mayoría de los sirios, y las elecciones multipartidistas pudieran ser acogidas, incluso, como parte de las reformas ya iniciadas por Damasco, estiman analistas.
Annan señala en su artículo que "la comunidad internacional ha acordado que cualquier transición debe ser dirigida por los sirios".
"Debemos unirnos para ayudar a la población siria a abrazar y alcanzar este futuro a través de medios pacíficos", aunque no está muy claro cuales serán los sirios que dirigirán el proceso, los de afuera o los de dentro, y menos claro aún si se intenta repetir la receta Libia o la de Yemen.
En su adelanto de la reunión de hoy, lo más sensato planteado por Annan es la necesidad de parar la violencia para que los sirios pueda decidir su futuro y la advertencia de que si esto no se logra, el flagelo puede ser irreversible.
Ciertamente, la partida que se juega hoy en Ginebra es complicada, y de seguir los derroteros planteados por el enviado de la ONU, la aguja del reloj pudiera caer sin avanzar una solución.
Por Luis Beaton
ocs/lb
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