ORGANIZACIONES SIN FINES DE LUCRO (ONG) Y LA REDUCCIÓN DE LA POBREZA
Investigación
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El sentido económico del trabajo en las ONG
La mayoría se clasifican como organizaciones de beneficio público o servicios a terceros
Más de 4,200 organizaciones sin fines de lucro registradas en el Centro Nacional de Fomento y Promoción de las Asociaciones sin Fines de Lucro (ASFL), con ingresos cercanos a los mil millones de dólares según datos de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), y más de 60 mil empleos generados cotizando en la seguridad social, indican que el mundo de las Organizaciones no Gubernamentales constituye un sector cuyo impacto económico y social necesita ser conocido, puesto que no se sabe con certeza cuál es su peso laboral específico, cómo contribuyen al bienestar social, cómo se financian y qué nivel de desarrollo institucional presentan.
Algunas de estas preguntas tienen respuesta –aunque de modo exploratorio- en el estudio presentado por Addys Then, directora ejecutiva de Alianza ONG, y realizado por el periodista Milton Tejada.
Desarrollo institucional. A partir de la Ley 122-05 se le atribuye a la Procuraduría General de la República la facultad de otorgar las incorporaciones a las Asociaciones sin Fines de Lucro.
En la investigación se establece que desde el año 2006 hasta mayo del 2010 se han reconocido legalmente unas 1,234 nuevas asociaciones.
La mayoría han sido clasificadas como organizaciones de beneficio público o servicios a terceros. Se establece que este registro de la Procuraduría es lo que podría llamarse un “primer nivel de desarrollo institucional”.
Las organizaciones que desean recibir fondos públicos o aval del Gobierno dominicano para acceder a fuentes de financiamiento internacional están obligadas a registrarse en el Centro Nacional de Fomento y Promoción de las Asociaciones sin Fines de Lucro, que funciona en el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
A junio de 2010 se encontraban inscritas unas 4,251 organizaciones.
Este es considerado por el autor como un segundo nivel de desarrollo institucional, el cual supone el primero.
Un tercer registro de organizaciones que nos remite a un nivel mayor de formalización y de desarrollo institucional es el de la Tesorería de Seguridad Social (TSS).
A mayo de 2010, se habían registrado unas 2,087 organizaciones.
Sin embargo, aquí se encuentran bajo el concepto de “asociación sin fines de lucro” u “organización no gubernamental” un conjunto de instituciones y organizaciones que se organizan bajo otras sombrillas legales, como cooperativas, sindicatos o asociaciones de condóminos.
El estudio da respuesta a una interrogante. De las 4,251 organizaciones registradas en el Centro de Fomento, apenas 579 figuraban en la Tesorería de la Seguridad Social (TSS), equivalente a un 13.62 por ciento.
La región con un mayor nivel de “formalización”, como llama el autor a estas 579 ONG, lo es el Cibao Norte (19.34 por ciento) y a de menor formalidad lo es la región del Valle.
“Es decir, el 86.38 por ciento no parece encontrarse en la TSS, lo cual puede convertirse en una oportunidad para apoyar su formalización, cuando esta aplique”, expresa el estudio.
Sector con peso laboral importante. A pesar del carácter exploratorio, hay un acercamiento a lo laboral a partir del empleo formal generado por el sector (se obvia el empleo informal y del trabajo voluntario).
El autor expone dos niveles de aporte laboral. Un primer nivel tiene que ver con las organizaciones reguladas por la Ley 122-05.
A partir de la información del Registro Nacional de Asociaciones sin Fines de Lucro se explica que estas reportaron 23,123 empleos.
Un segundo registro con información laboral de las organizaciones es el de la Tesorería de Seguridad Social, donde las 2,087 instituciones sin fines de lucro registradas aportaron RD$181 millones como contribución a la seguridad social, y registraron 62,636 empleos a mayo de 2010.
Esto representa pagos de salarios por un monto superior a los RD$900 millones mensuales.
Sin embargo, se reitera que el concepto utilizado por la Tesorería de la Seguridad Social incluye cooperativas, sindicatos, las asociaciones de condominios, entre otras.
A pesar de esta limitación, a partir del dato de la Seguridad Social, el autor compara el empleo generado por las ASFL con otros sectores de la economía (con información del Banco Central) y evidencia que las organizaciones sin fines de lucro generan más empleo que el sector minas y canteras, que el sector de la construcción y casi igual empleo que el sector de la intermediación financiera y seguros.
“El monto aportado a la seguridad social equivale al 7.33 por ciento del total de aportes al sistema, mientras que el número de empleos equivale al 6.96 por ciento del total de empleos registrados a mayo (2010)”, expresa la investigación.
Actividades propias. En este análisis, el principal hallazgo es que durante el 2009 el 56 por ciento de los ingresos de estas instituciones provino de actividades propias.
Las donaciones del estado representan un 5.79 por ciento y las internacionales un 11.18 por ciento.
Esto significa que el monto de las donaciones procedentes de cooperación internacional duplica las donaciones procedentes del Estado.
Las ONG operan principalmente en la prestación de servicios de beneficio público.
El análisis de sus reportes a la DGII parece indicar que por cada RD$6 que aporta el Estado, estas organizaciones completan con RD$94 procedentes de diversas fuentes.
Estos recursos son invertidos para generar oportunidades de desarrollo humano para los sectores menos favorecidos de nuestro país.
El estudio cuestiona la creencia de que la principal fuente de financiamiento son los fondos públicos o las donaciones internacionales.
Las donaciones de particulares, que por lo general incluye los aportes del sector privado, representan sólo un 3.71 por ciento, monto inferior a lo que registran otros países de la región por este mismo concepto.
Esto significa que hay mucho campo para seguir profundizando la responsabilidad social empresarial.
Mecanismos de lucha contra la pobreza. Una cuarta parte del estudio aborda el tema del impacto de las ONG en la reducción de la pobreza, vía la presentación breve de dos casos, uno visto como conjunto, que es el de las organizaciones sin fines de lucro dedicadas al microcrédito y otro un caso del sector salud enfocado en una institución, el Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel Doctor Huberto Bogaert Díaz.
Indica que las microfinanzas son una intervención válida en las estrategias de reducción de pobreza. En el país se estima en más de medio millón el número de microempresas.
La red de microfinanzas había otorgado un total de 74,126 créditos a diciembre del 2009, manteniendo un total de 85,024 clientes activos.
Estos préstamos impactan al sector microempresa, sea de carácter productivo o comercial, y además se realizan con enfoques que permiten atender a grupos más expuestos a vulnerabilidades y carentes de oportunidades, como las mujeres y las zonas rurales.
El otro caso, el Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel Doctor Huberto Bogaert Díaz, el autor construye comparaciones con el costo de los servicios que brinda el Dermatológico en relación con el sector privado, pero también hace una comparación entre lo que es el presupuesto de dicho instituto y lo que recibe de asignación por parte del Gobierno.
“En el 2009 el Dermatológico recibió una asignación de 24.4 millones de pesos (del Gobierno) e invirtió 299.9 millones de pesos, lo que equivale a 12.3 pesos por cada peso que recibió del Gobierno Central”, explica el estudio, evidenciando que el Gobierno sale ganancioso en este tipo de relación.
Addys Then, directora ejecutiva de Alianza ONG, concluyó la presentación de la investigación reivindicando la definición de Michael Edwards sobre sociedad civil: es la historia de gente ordinaria viviendo vidas extraordinarias a través de sus relaciones con los demás, motivados a seguir hacia delante por la visión de un mundo que es dirigido por el amor, la compasión, la no violencia y la solidaridad.
El financiamiento
Los datos suministrados por la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y las informaciones provenientes de la Ley de Presupuesto General del Estado (Ingresos y Gastos Públicos) son fundamentales para entender las tendencias del financiamiento de las Organizaciones no Gubernamentales en República Dominicana.
Al hablar de las asignaciones provenientes desde el Gobierno, el estudio establece que los montos asignados a través de 13 ministerios han crecido en término absoluto: RD$976 millones en 2008, RD$999 en 2009 y RD$1,041 en 2010. Sin embargo, han disminuido como proporción del presupuesto nacional pasando de un 0.32 por ciento en 2008, 0.30 por ciento en 2009 hasta llegar a 0.27 por ciento en el 2010.
En cuanto a las informaciones sobre ingresos suministradas por la DGII, se destacan seis fuentes: donaciones estatales, internacionales, particulares, ingresos por actividades comerciales, ingresos por aporte de socios y otros ingresos.
Escrito por: MILTON TEJADA C. (Periódico Hoy)
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