Activismo social y acción política
Julio Aníbal Fernández Javier
República Dominicana ha venido siendo escenario de múltiples y variados movimientos de protesta social en los últimos dos meses. Los mismos se manifiestan contra la Ley de Eficiencia Recaudatoria para la Sostenibilidad Fiscal sometida por el Poder Ejecutivo y aprobada por el Congreso Nacional, recientemente, y en reclamo de que sea enjuiciado el ex presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández Reyna, y algunos de sus funcionarios, por su supuesta responsabilidad penal en el déficit fiscal anunciada por un funcionario del presente gobierno como la causa de la denominada Reforma Fiscal.
Las múltiples manifestaciones populares en las plazas, parques y calles de nuestro país han estado protagonizadas por jóvenes y sectores de clase media que se expresan indignados, por los efectos económicos que les causaran las medidas fiscales y por el supuesto estado de impunidad que reina en nuestro país, que no permite que sean sometidas y enjuiciadas personas que han cometido acto de corrupción en las funciones públicas, que desempeñaron en la estructura del Estado en la recién finalizada gestión del presidente Fernández. Sin embargo, estas manifestaciones de descontento no parecen expresarse contra el gobierno de turno presidido por el licenciado Danilo Medina Sánchez y la doctora Margarita Cedeño de Fernández, sino contra la gestión del ex presidente doctor Leonel Fernández, algunos de sus ex funcionarios y en la persona misma del ex mandatario. La presencia de una minúscula parte de estos manifestantes en la Fundación Global, Democracia y Desarrollo, y el inicio de los denominados “juicios populares” en el parque La Lira de Santo Domingo y otras provincias del país, son la más fiel expresión de que el ex mandatario es el objetivo principal político de estas movilizaciones populares.
La parte más novedosa de las indicadas actividades es la conjunción de los sectores de la clase media lideradas por grupos de presión, como los movimientos, Justicia Fiscal, Toy Jarto y Participación Ciudadana, con la acción política de la mayoría de los partidos políticos de oposición, entre los que se destacan el Partido Revolucionario Dominicano, Movimiento por el Cambio, Alianza País, Alianza por la Democracia y el Frente Amplio. En el caso hay que destacar cómo se ven agarrados de las manos a los dirigentes tradicionales del PRD, con sus nuevos aliados, como el líder del Partido Alianza por la Democracia, Doctor Max Puig, ingeniero Eduardo Estrella y el doctor Guillermo Moreno, así como los voceros principales del movimiento cívico Participación Ciudadana.
Resulta interesante la participación de los jóvenes y de la clase media, que generalmente se movilizan por ideales nobles y por motivaciones de carácter patriótico, como las llevadas a cabo en nuestro país luego de la caída de la dictadura de Trujillo. Sin embargo en esta etapa, esos nobles propósitos de esta clase, corren el riesgo de ser instrumentalizados por la facción perdedora del Partido Revolucionario Dominicano, en las recientes elecciones del 20 de mayo del año en curso, que mediante este mecanismo quieren promover el caos y el desorden que impida al actual gobierno la preservación de la paz y la tranquilidad ciudadana, y realizar su obra de gobierno, y por otra parte fragilizar la figura política del doctor Leonel Fernández, de tal manera que le impida ser un candidato victorioso en las elecciones del año 2016.
Finalmente, frente a esta descabellada pretensión ¿qué debemos hacer los sectores democráticos y progresistas que hemos estado al lado del ex presidente Fernández y el Partido de la Liberación Dominicana y sus fuerzas aliadas? Lo primero es no dejarnos confundir por nuestros adversarios políticos, encabezados por la facción del Partido Revolucionario Dominicano y sus aliados tácticos, en estos momentos de movilizaciones, pues pretenden obtener por otra vía lo que el pueblo les negó en las urnas en las pasadas elecciones.
Lo segundo es asumir, sin reservas, la defensa del ex mandatario Leonel Fernández, quien es el objetivo político principal de estas movilizaciones, pues haciéndolo así asumimos la defensa de la preservación del Partido de la Liberación Dominicana y la obra de gobierno que ha realizado en los doce años que le ha tocado gobernar en la República Dominicana, ya que es un instrumento de lucha del pueblo, como lo definió Juan Bosch, y el principal soporte de la democracia en nuestro país, evitando así que pueda sucumbir, como consecuencia de las maquinaciones políticas de sus adversarios tradicionales.
El autor es abogado y máster en Ciencias Políticas.
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