Resilencia, lo fundamental en tiempos dificiles.


¿Que es la resiliencia?

Si nos vamos a la definición del diccionario nos muestra lo siguiente: Cuando hablamos de resiliencia nos referimos a la capacidad de un individuo, un sistema o una comunidad de atravesar episodios o eventos traumáticos, violentos o difíciles sin que ello signifique una transformación permanente (y sobre todo nociva) en su estructura o su manera de ser.

En otras palabras, la resiliencia es la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a las situaciones adversas.
En un principio se interpretó como una condición innata, luego se enfocó en los factores no solo individuales, sino también familiares, laborales, comunitarios y actualmente en los culturales.

Los investigadores del siglo XXI entienden la resiliencia como un proceso comunitario y cultural, que responde a tres etapas resilientes que la explican: «compensatorio», «protección» y por último uno de «desafío».

Compensatorio, es el cual evaluamos la situación vrs los recursos, para poder saber las medidas a tomar para optimizar y administrar los recursos al máximo. Ejemplo: los
negocios toman sus medidas compensatorias para poder sobrevivir en el momento de apremio, tales acciones pueden ser, reajuste de horarios laborales, etc.

Protección: se describe como la manera donde podemos brindar un ambiente seguro, un ejemplo de esto seria, familias manteniéndose unidas y acatando las normas de seguridad para nos ser perjudicados en el momento de vulnerabilidad que se presente.

Desafio, se refiere a la capacidad de autoevaluar su papel, entiéndase familiar como trabajador en la comunidad y determinar sus formas de actuar, conocer cuales son sus
puntos fuertes, así como cuales son sus puntos débiles y que necesita mejorar y retarse a mejóralos.

Asimismo, la resiliencia es la capacidad de tener éxito de modo aceptable para la sociedad a pesar de un estrés o de una adversidad que implica normalmente un grave riesgo de resultados negativos.

También se define como un proceso de competitividad donde la persona debe adaptarse positivamente a las situaciones adversas.
Resiliencia viene del término latín resilio, quiere decir «volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar».

El término se adaptó al uso en psicología y otras ciencias sociales para referirse a las personas que a pesar de sufrir situaciones estresantes no son afectadas psicológicamente por ellas.

La palabra resiliencia, en cuanto a la física y la química, designa la capacidad del acero para recuperar su forma inicial a pesar de los golpes que pueda recibir y a pesar de los esfuerzos que puedan hacerse para deformarlo.
Según estudios realizados por Emmy Werner, en 1995 se refiere a tres usos generales del término resiliencia: buen desarrollo a pesar de alto riesgo social; mantenimiento de las competencias pese al estrés continuo; recuperación después del trauma.
Ahora bien, enfocándonos en la forma que las personas actúan en estos tiempos de pandemia mundial, al no tener un pensamiento ni actuar resiliente, su forma analítica es el pánico, claros casos vemos de gente que se precipita a comprar cosas como papel higiénico, por ejemplo, en lugar de cosas esenciales de limpieza y o alimentación, o acaparar las cosas solo para ellos sin pensar en lo necesario y que por ejemplo si me llevo todo el gel antibacterial, no me va a proteger ya que depende de que otras personas tengan gel, para que también así se puedan proteger por un bien común.

Por otro lado tenemos personas que en su desconcierto y al encontrase fuera de su zona de comodidad, por ejemplo quedarse en sus casas, para prevenir contagio, su respuesta a esta situación es, retar las disposiciones del gobierno y salir de sus casas, esta situación la explica otro estudio de Werner en 1999 sobre 2 tipos de resiliencia , que denomina:
• Resiliencia Optima.
• Resiliencia NO optima.

Resiliencia optima, aplica a las personas, que acatan y siguen las ordenes descritas, así como, utilizan el tiempo de resiliencia para reinventarse a sí mismos, haciendo una retrospección, puede ser, personal, familiar, laboral, etc, de manera que una vez pasado el tiempo apremiante logren regresar, a ser mejores personas, mejores en las relaciones familiares, mejores trabajadores.
Resiliencia no optima, se conoce este estado, según la doctora Wener como las personas, generalmente jóvenes, que se resisten a seguir las directrices por un bien común y cito a la Dra. Wener “ En el caso de las personas sometidos a riesgo psicosocial que responden en forma menos que óptima, este tipo de respuesta incluye tácticas violentas de supervivencia, comportamientos de alto riesgo y abandono social y emocional», y que el pronóstico más probable es que sean adultos mal adaptados.

Tomando en cuenta las diferentes formas de responder ante situaciones fuera de lo común, las personas resilientes optimas presentan las siguientes características.

• Identifican la situación, se genera una expectativa de que toda persona optimista pueda superar las dificultades. El optimismo sistemático sólo conduce a continuos choques de situación.
• Aciertan sentido: Las personas resilientes deben contar con una misión, visión y valor, esta última con sentido común para ofrecer maneras de interpretar y encauzar los acontecimientos.
• Organizan con estrategias: saber hacer el máximo con lo que se tiene a mano. Ver posibilidades donde los demás sólo ven confusión. 

Ahora bien, la improvisación más efectiva es la que se elabora sobre la base de unas normas y unas rutinas sólidamente fijadas.
¿Como poder ser mejor resiliente?

Por medio de procesos resilientes. Gracias a la experiencia y aprendizaje de las personas hemos podido ver y experimentar el cambio de la palabra resiliencia a procesos resilientes. Esto es debido a que no es considerada como capacidad sino como proceso que engloba multitud de factores.

Cuando una persona está pasando por una situación extrema o delicada influye familia, entorno, situación económica, amistades, etc. Muy importante la relación con personas que manejan situaciones de forma tranquila y acertada, no se recomienda el actuar por impulso y sin evaluar las situaciones o las consecuencias de las acciones a tomar , la evaluación de las consecuencias ante la decisión a tomar.

Es por esto por lo que nunca hablamos de la capacidad de una persona sino de una consecución de sucesos en el cual intervienen varias personas y elementos para conseguir salir reforzado de esa situación y, por lo tanto, aprender de ello. Esa persona ha llevado a cabo un proceso resiliente, Como cualquier ejercicio, la práctica es fundamental para poder llegar a una resiliencia optima.

Estamos en un momento donde podemos salir adelante mas fortalecidos ante esta situación, tan dura, que estamos enfrentado todos en estos momentos, que esta experiencia nos sirva para poder ser mejores humano, más productivos para la sociedad y logremos tener claro cuales son nuestras prioridades reales. 

Daniel Jiménez. Instructor asociado IASA.
Director de programación y operaciones.
Outward Bound, Costa Rica.
Outdoor educador.

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