martes, 28 de enero de 2014

La fábrica de presidentes

Es probable que la “fábrica de presidentes” se haya mencionado para tranquilizar a quienes están en la lista de espera en el PLD o a la cola de una sucesión que deberá pasar por la vuelta de Leonel...
Porque se supone que si al PLD le quedan otros 30 años en el poder, hasta al primer nieto de Danilo le puede tocar colita.
César Medina
lobarnechea1@hotmail.com
Creo que Leonel Fernández habló en sentido figurado cuando dijo que su partido, el PLD, gobernará hasta 2044, o sea 30 años más... Pero aunque así haya sido, cometió un error político que retumbará en sus oídos mientras le quede vida.
Lo mismo que con la “fábrica de presidentes”, un eufemismo asumido por sus enemigos como “la prueba del delito, el pecado capital” que lo incrimina en propósitos continuistas con la eternización de su partido en el poder.
Porque los dominicanos somos un conglomerado de frases sueltas que cuando las pronuncia un líder como Leonel se acuñan hasta la posteridad. Como le pasó a Trujillo, a Balaguer, a don Antonio y hasta a Jorge Blanco, que fue el más insípido de todos ellos.
Balaguer fue el más prolífico, tal vez por su recia formación intelectual y rico vocabulario... Por eso pasaron a la historia frases que degradaron siempre su vida pública:
“La corrupción sólo se detiene en la puerta de mi despacho; aquí no hay presos políticos sino políticos presos; fuerzas incontrolables son responsables de la violencia”... Entre muchas otras.
Trujillo fue macabro en sus frases lapidarias, aunque casi siempre se las maquillaban para hacerlas menos grotescas e inhumanas. A propósito de la expedición del 14 de junio de 1959, dijo:
“Sus barbas y sesos volarán como alas de mariposas; recogiendo limosnas no me tumban; los haré morder el polvo de la derrota...”.
Don Antonio y Salvador
Antonio Guzmán fue un hombre de campo, de mucha agudeza y percepción política pero con sobrada dificultad para comunicar sus ideas por problemas de frenillo en la movilidad lingual que limitaban su capacidad expresiva.
Sorprendió a todo el mundo en la primavera de 1980 al anunciar el hallazgo de petróleo en la comunidad rural de Charco Largo, Azua... Lleno de alborozo, pronunció para la historia esta frase inmortal, arrastrando la L como nunca antes: ¡Hay petrólio en Chalco Lalgo!
En el gobierno de Jorge Blanco un secretario Técnico de la Presidencia, que anda todavía por ahí exigiendo vigencia política, declaró ñante el alza desmedida del tipo de cambioñ, que ¡el pueblo no come dólares!... Y al que tiene hambre “que coma piedras”.
Y nada qué decir del gobierno de los cuatro años aquellos, con un presidente que dijo, entre otras lindezas:
“Si la calle está dura, camina por la acera... ¿Qué los huevos están caros? Ve a poner uno a ver si es bueno... Aquí todo el mundo se C... en mí”.
¡Y entonces... Leonel!
La declaración de Leonel sobre la permanencia del PLD en el poder ha traído vientos de cola. Porque no es lo mismo el disparate dicho por un presidente de paso que la expresión conceptuosa del líder de un partido que está en el poder con una oposición desvertebrada.
Porque el PLD agota ya su cuarto período, tres de ellos consecutivos, y en este momento se proyecta como una fuerza capaz de repetir sus triunfos electorales. En consecuencia, lo dicho por Leonel se torna una amenaza a la pluralidad partidaria.
Es probable que la “fábrica de presidentes” se haya mencionado para tranquilizar a quienes están en la lista de espera en el PLD o a la cola de una sucesión que deberá pasar por la vuelta de Leonel...
Porque se supone que si al PLD le quedan otros 30 años en el poder, hasta al primer nieto de Danilo le puede tocar colita.
TOMADO DEL LISTIN DIARIO

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