La sentencia se ganó a la gente
POR DIARIO LIBRE
Aunque los sabios la critiquen con todo ímpetu
El problema de la sentencia del Constitucional es la calle, pues los expertos se irán a discusiones profundas y nunca llegarán a consenso y menos a entendimiento.
Cuando la diferencia no es un concepto, es un término, y quienes estudian el fenómeno migratorio o el carácter de una nacionalidad se pierden en sutilezas y terminan en
vaguedades.
Cuántos países no padecen el inconveniente, y sin embargo, las salidas o las soluciones son tan distintas que ninguno aprende del otro.
La calle no.
Tiene claro que el fallo afecta a los haitianos y sin pensarlo dos veces, por acto reflejo, toma partido a favor y en contra, pero no de la decisión, como ente jurídico, sino del elemento humano.
Si las consultas que los medios hacen a la población fueran el parámetro a tener en cuenta, el Tribunal saliera airoso, pues el ciudadano de a pie aprueba, sin conocer las implicaciones y las consecuencias.
Algo conmueve o altera el ánimo del dominicano que participa en esos escrutinios, y que responde a instintos primarios y no acepta como igual al sujeto venido de occidente.
Aléguese lo que se alegue, ese es el sentimiento palpitante y de ahora.
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