Dicen Presidente Hugo Chavez pretendia poner en practica tesis de Juan Bosch en Venezuela
Pretendía Chavez poner en practica la tesis del Porfesor Juan Bosch en Venezuela de la Dictadura con Respaldo Popular ?
¿Que planteaba la Dictadura
con Respaldo Popular?
La
Dictadura con Respaldo Popular será un nuevo tipo
1ero.
Garantizar trabajo, salud y educación a todos aquellos que actualmente no
disfruten de esos atributos:
2do.
Garantizar absolutamente todas las libertades fundamentales del ser humano: la
supresión del hambre y sus funestas consecuencias sociales: de la explotación
de uno hombres por otros que tienen el dominio de los bienes de producción: del
terror gubernamental, policial o de otra índole;
3ero.
Garantizar la verdadera igualdad de todos los ciudadanos, no solo están
escritas y sin embargo mantienen divididos a los seres humanos por razones de
raza, religión, estado social, cultura y sexo, y las que lanzan a luchar a unos
contra otros para arrebatarse, o no dejarse arrebatar, la comida, la posición y
los derechos.
La
Dictadura con Respaldo Popular no será la llamada democracia representativa,
sistema político propio de la sociedad burguesa, que ha venido fracasando en la
América Latina durante más de siglo y medio. No lo será, porque la democracia
representativa, en el mejor de los casos, no puede garantizar trabajo, salud y
cultura para todo el mundo no puede garantizar su verdadera igualdad, dado que
se trata de un sistema político y social fundamentalmente injusto, que se
organiza y se sostiene sobre el principio de que hay hombres con derecho a
explotar a otros y los hay con el deber de dejarse explotar.
A
fin de asegurar no solo el respeto a las libertades de todos, sino también los
derechos de cada uno y los de cada clase o sector social a disfrutar, en
condiciones de igualdad con todos los demás, de los beneficios que puede
proporcionar la sociedad, en el gobierno de la Dictadura con Respaldo Popular
estarán representados, a través de las personas que ellas escojan libremente,
todas las organizaciones del pueblo, las políticas, las sindicales, las
económicas, las culturales, las científicas, las religiosas, las deportivas, el
ejército, la policía, los empleados públicos y cualquier otra organización de
cualquier índole. Los representantes de esas organizaciones actuarán al nivel
de todos los órganos del Estado, desde las aldeas o secciones campesinas, los
barrios de las ciudades, las provincias o estados, hasta el gobierno nacional,
y en ninguno de esos niveles podrán tomarse medidas que no sean aprobadas
libremente por la mayoría de esos representantes.
Para
establecer un Estado que pueda llevar a cabo los fines que se propone, la
Dictadura con Respaldo Popular comenzará por afirmar la plena independencia del
país y por tanto tomará las medidas que sean necesarias a fin de cortar toda
influencia extranjera que se ejerza sobre instituciones, empresas o personas,
venga de donde viniere y sea cual sea su ideología.
Con
el propósito de desmantelar el frente oligárquico la Dictadura con Respaldo
Popular procederá en primer lugar a nacionalizar las empresas que pertenezcan a
extranjeras, o la parte que puedan tener firmas extranjeras en empresas
nacionales, y procederá a pagarlas con un tanto por ciento de los beneficios
que den esas empresas o partes de empresas pero no nacionalizará viviendas
personales ni explotaciones agrícolas o establecimientos de otra índole
pequeños que pertenezcan a extranjeros ni permitirá que ningún extranjero sea
perseguido por el hecho de serlo; procederá también a nacionalizar los
latifundios nacionales, y compensará adecuadamente a aquellos de sus
propietarios que hayan luchado a favor del establecimiento del nuevo régimen.
Los latifundios serán declarados propiedades sociales y serán entregados a los
campesinos para que los trabajen bajo el sistema de cooperativas procederá
asimismo a nacionalizar la banca, que seguirá siendo administrada por los que
trabajen en ella, pero declarada propiedad social y procederá a nacionalizar el
comercio exportador importador cuya administración quedará en manos de los
empleados y obreros que los estén sirviendo en el momento en que se implante el
nuevo régimen político, pero bajo la supervisión del Estado y con la
participación de este en los beneficios. En los casos de la banca, del comercio
exportador y de otras empresas, se compensará también adecuadamente a los
propietarios nacionales o extranjeros que hayan luchado a favor del establecimiento de la Dictadura con
Respaldo Popular.
La
Dictadura con Respaldo Popular no será un régimen anti burgués, y por lo mismo
solo podrá nacionalizar las empresas de aquellos burgueses nacionales que se
opongan a su implantación o que después de establecida actúen para derrocarla;
pero tampoco establecerá una sociedad burguesa, y por esa razón tomará medidas
para impedir que las empresas burguesas sean ampliadas en número o en poder
político y social. A nadie se le confiscarán sus capitales, pero su inversión
será regulada por la ley.
Todos
los propietarios de empresas burguesas, sean campesinas o urbanas, agrícolas,
ganaderas, industriales o comerciales con la excepción de las de importación y
exportación podrán seguir al frente de ellas, en asociación con sus
trabajadores y con el Estado, sin temor alguno de que sean perseguidos
económica, política o socialmente, y sus organizaciones tendrán representación
en el Estado como cualquiera otra organización.
Las
propiedades agrícolas o urbanas de la pequeña
burguesía serán escrupulosamente respetadas hasta el límite es que sus
beneficios no se obtengan a base de la explotación del trabajo ajeno. Los
campesinos dueños de propiedades pequeñas y medianas recibirán todos los
beneficios que puedan proporcionar las cooperativas campesinas, pero solo en el
caso de que deseen asociarse a las cooperativas por su propia voluntad, pues la
ley no podrá obligar a nadie a participar en las cooperativas campesinas o
urbanas si no lo desea.
Toda
empresa que funde el Estado será propiedad social, administrada por los que
trabajen en ella.
La
Dictadura con Respaldo Popular respetará en sus cargos a los empleados públicos
que no conspiren o actúen contra ella, y en este último caso, en todos los de
ese tipo que se presenten, las acusaciones de conspiración o actuación contra
el nuevo régimen tendrán que ser probadas en juicio público, pues todos los
ciudadanos deberán vivir libres del miedo de ser perseguidos injustamente.
La
Dictadura con Respaldo Popular procederá a garantizar a todos los niños y jóvenes
la educación totalmente gratuita, incluyendo en este concepto libros, material
escolar, transporte, atención médica y medicinas y alimentación y organizará
escuelas de todos los tipos para los adultos que deseen aprender cualquier
oficio y cualquier carrera, o para aquellos que deseen ampliar sus
conocimientos.
La
Dictadura con Respaldo Popular establecerá como derechos fundamentales, el de
los campesinos a la tierra, el de todos los hombres y mujeres al trabajo, el de
todos los niños y jóvenes a la educación, el de todo el pueblo a la salud a la
igualdad y los atributos de la personalidad humana de cada ciudadano.
Los
mandos de las fuerzas armadas y los cuerpos policiales serán confiados a
aquellos de sus miembros, sean oficiales, sargentos, cabos o rasos, que hayan
dado pruebas de que defienden y hacen respetar los principios de la Dictadura
con Respaldo Popular.
No
se perseguirá en ninguna forma a las personas que hayan sido adictas a los
frentes oligárquicos, a menos que actúen contra la Dictadura con Respaldo
Popular en el proceso de la toma del poder por el nuevo régimen o después de
establecido.
Las
leyes que deberán regular el funcionamiento de la Dictadura con Respaldo
Popular serán elaboradas por el pueblo, a través de todas sus organizaciones,
mediante decisiones tomadas libre y democráticamente.
Con
quienes debe contarse
La
Dictadura con Respaldo Popular es un régimen llamado a beneficiar a casi la
población, pero no toda va a luchar por ella. Habrá algún miembro de la
oligarquía que lo haga, habrá burgueses que lo hagan también, porque en todas
las clases sociales aparecen hombres y mujeres dispuestos a sacrificar sus
privilegios a favor del bien de todos, pero debe esperarse que la oligarquía y
la burguesía combatan la idea de la Dictadura con Respaldo Popular; los
primeros, porque se trata de una revolución anti oligárquica, y los segundos,
porque la propaganda norteamericana los ha convencido de que cualquier cambio
que se haga en nuestros países será en perjuicio suyo.
Puede
darse por descontado que en la pequeña burguesía, una parte del sector alto se
opondrá a la Dictadura con Respaldo Popular con más vigor todavía que la
burguesía, pues a ello la llevará su inclinación a insertarse en el mundo de la
oligarquía. Pero no puede decirse lo mismo de la mediana pequeña burguesía; en
ese estrato la idea de la Dictadura con Respaldo Popular hallará numerosos
defensores y algunos activistas, especialmente en el campo de los
intelectuales, los artistas y los profesionales.
El
número de los defensores y los activistas será mayor aun entre los pequeños
burgueses del sector bajo, especialmente del que se halla lindando con el
proletariado, que es donde están situadas los que podemos calificar como el
alto semiproletariado, al que podríamos llamar bajo, que está situado entre los
obreros y los desempleados. El ala de la
baja pequeña burguesía que ha renunciado a la ilusión de pasar a la
mediana y la alta que se ha desengañado de la llamada democracia representativa,
será partidaria de la Dictadura con Respaldo Popular.
Tanto
en la mediana como en la baja pequeña burguesía se hallarán también enemigos
irreconciliables de la Dictadura con Respaldo Popular, y probablemente en mayor
número, relativamente, que en la alta.
Hay que tener en cuenta que, como se dijo arriba, la pequeña burguesía quiere
reformas que faciliten su paso hacia la sociedad burguesa, y que en ella hay
una parte reaccionaria que maquina, lucha trabaja y conspira a favor de los
frentes oligárquicos porque las
oligarquías son al mismo tiempo el modelo que la atrae y el campo de negocios
donde con mayor rapidez facilidad puede hacerse de poder y de dinero; hay que
recordar también lo que se dijo de una parte de la baja pequeña burguesía, que
para evitar caer al nivel del proletariado
y aun al de los desocupados o desempleados y subempleados se presta a toda
clase de inmoralidades, a ser espías y asesinos a sueldo. Así, pues los
activistas de la Dictadura con Respaldo Popular que procedan de la pequeña
burguesía, que no sean conocidos como revolucionarios honestos, tienen que ser
sometidos a un proceso de educación revolucionario metódico, libre de
prejuicios, pero encaminado a hacer de cada uno de ellos un hombre y una mujer
consciente de cuales son sus vicios de clase y como debe despojarse de ellos
para servir mejor al pueblo. De todos modos, en la República Dominicana, que es
el país de América Latina al cual va destinado este trabajo, se conocen en
sentido general todos aquellos que tienen voluntad de cambios revolucionarios y
decisión para ejecutarlos, y la obra de educarlos para que superen sus vicios
de clase no será una tarea difícil; tal vez lo sea más en otros países de mayor
población que no se encuentran en medio de un proceso de agitación como el que
viene atravesando Santo Domingo desde 1961.
Toda
la clase obrera será beneficiada en conjunto por la Dictadura con Respaldo
Popular porque en el caso de las empresas privadas pasará a ser asociada, lo
que le proporcionará seguridad. Es probable que entre los trabajadores haya
varios , y tal vez muchos, indiferentes a la hora de luchar por la implantación
de la Dictadura con Respaldo Popular, dado que en países donde el desempleo es
tan alto, los que reciben un salario y tienen las ventajas de los seguros
sociales son en cierto sentido privilegiados, pero probablemente serán muy
pocos los que se opongan a ella; entre estos se hallaran sin duda los lideres
que se encuentran al servicio del imperio-pentagonismo, como asalariados de los
agregados obreros de las embajadas norteamericanas y agentes de la American
Federación of Labor-CIO.
La
dictadura con Respaldo popular encontrará partidarios ardientes entre los
semiempleados o subempleados del sector bajo, es decir aquellos que proceden de
los sin trabajo o chiriperos y están situados entre estos y los trabajadores.
Aunque parezca extraño, en esos dos sectores sociales se forma pequeña
burguesía, lo que se explica porque la generalidad no puede aspirar ni siquiera
a un puesto de trabajo en una fábrica, dado que las sociedades latinoamericanas
no están en capacidad de ofrecer puestos de trabajo a todos los que necesitan
trabajar; y en esa situación, miembros de esos sectores buscan medios de vida
en actividades personales, como ventas ambulantes y trabajo de artesanía de
escaso valor. Lo más lógico es que en esa baja pequeña burguesía que surge de
lo más profundo de la poción mas oprimida de nuestros países haya algunos que
prosperen y otros que no prosperen; los primeros se sentirán naturalmente
inclinados hacia los frentes oligárquicos y también naturalmente deben ser
enemigos muy activos de la Dictadura con Respaldo Popular, de manera que sería
inútil buscar entre ellos quienes la apoyen; pero los segundos, que son la
mayoría, la apoyarán resueltamente.
Todos
los campesinos sin tierra, y los que tengan tierra en tan poca cantidad que no
les dé para mantener su familia en un nivel decente, así como los trabajadores
campesinos que solo encuentran trabajo en épocas de cosechas, y aun en esas
ocasiones son mal pagados, serán partidarios de la Dictadura con Respaldo
Popular, ya que esta les proporcionará a las primeras tierras para ser
cultivadas en cooperativas, y a los segundos les ofrecerá la ayuda de las
cooperativas y precios buenos, fijos y beneficiosos para sus productos, y
trabajo permanente a los terceros.
Ninguna
clase social o sector de clase apoyará la Dictadura con Respaldo Popular con
tanto entusiasmo como los desempleados, sin trabajo o chiripero de las
ciudades. En los países de la América Latina, éstos son, en verdad, los mas explotados de todos
los explotados. No son ni siquiera una reserva de mano de obra barata, puesto
que bajo el actual sistema económico, social y político, no tienen ni podrán
tener esperanzas de mejorar su suerte; no podrán jamás vivir con decencia y
seguridad. No habrá nunca suficientes industrias para darles trabajo, ni
suficientes tierras para que ellos puedan producir, ni suficientes escuelas y
hospitales para ellos y sus hijos, a menos que el sistema actual sea transformado
totalmente, tal como lo hará la Dictadura con ¿Respaldo Popular. Poner a
producir a esos hombres y mujeres que
son y representa a más de cien millones de seres humanos en la América Latina,
significará doblar en poco tiempo la
producción de todos o casi todos los artículos de primera necesidad. Esto es
absolutamente imposible de lograr ahora cuando 5 de cada 100 personas toma para si 30 pesos de cada 100 que se producen,
pero no lo será cuando la Dictadura con Respaldo Popular implante un sistema en
el que de cada 100 pesos producidos se beneficiaran todos por igual.
Por
último, la Dictadura con Respaldo Popular encontrará partidarios ardientes
entre los jóvenes de las capas de la población que van desde los desempleados o
chiriperos hasta la alta pequeña burguesía, sobre todo los estudiantes. En la
porción de esa juventud procedente de la pequeña burguesía habrá que prever que
además de los vicios de clase se producirán desvíos hacia el aventurerismo y el
oportunismo, pero también habrá que tener en cuenta que en ella hay abundante
material de líderes y decisión de lucha.
La
lucha que deberá llevar a cabo nuestro pueblo para transformar de cuajo, real y
verdaderamente, las estructuras latinoamericanas será larga y dura, y por esa
razón sería locura rechazar cualquiera fuerza que contribuya o pueda contribuir
en la gran tarea. Es más, en la obra gigantesca que nos espera a todos, el que
sume un enemigo a la causa de la Dictadura con Respaldo Popular los vicios y las desviaciones que son parte
de los hábitos de ciertas clases y sectores sociales, y actuaran con resultados
tan malos como la traición los dirigentes que dejen pasar las manifestaciones
de esos vicios y esos desvíos sin tratar de enmendarlas.
Principios
generales y organización
La
implantación de la Dictadura con Respaldo Popular debe ser el resultado de un
trabajo metódico, que excluya toda posibilidad de acciones aventuradas,
descabelladas y precipitadas, y que asegure la participación del pueblo en
todas las medidas que se tomen a lo largo del proceso de formación de
conciencia, de organización y de conquista del poder.
Toda
actividad que se realice sin contar con el pueblo a sus espaldas y sin tomarlo
en cuenta por encima de todas las cosas, es profundamente reaccionaria. Cuando
a la hora de tomar decisiones se actúa creyendo que el pueblo dese lo que desea
un grupo de dirigentes, se lleva a cabo un acto de suplantación de la masa por
los lideres y esto quiere decir que ese grupo de líderes se considera superior
al pueblo, mas inteligente o mas autorizado que el pueblo. La suplantación del
pueblo por aquellos que lo dirigen o aspiran a dirigirlo se paga siempre con el
abandono de las masas, pues estas saben mejor que nadie que quieren y que
necesitan y acaban dándoles las espaldas a aquellos que se toman a sí mismos
por sus representantes sin respetar su
derecho a expresarse, sin haberse ganando con un conducta genuinamente popular
el derecho a representarlas. Para representar a las masas hay que convivir
sincera y honestamente con ellas, hay que conocer sus problemas sus inquietudes
y sus ideas.
La
Dictadura con Respaldo Popular solo podrá alcanzar el poder cuando cuente con
el apoyo de las masas, y eso sucederá cuando el pueblo haya adquirido confianza
y fe en la idea en la organización y en los hombres encargados de llevar a la
practica la Dictadura con Respaldo Popular, al punto que identificará esa idea,
a esos hombres y a su organización con su necesidad de libertad y justicia de
respeto y bienestar. La Dictadura con Respaldo Popular deberá ser, pues eminentemente
popular antes, durante y después de tomar el poder y su única fuente de poder
deberá ser la voluntad del pueblo.
Para
convertirse en los depositarios de la fe del pueblo y en sus directores, los
partidarios de la Dictadura con Respaldo Popular deberán organizarse en un
frente en el cual trabajen metódicamente, con disciplina y al mismo tiempo con
libertad creadora. Las tareas de desarrollar la tesis de la Dictadura con
Respaldo Popular, así como de elaborar la estrategia, la táctica y los
programas que deberán ser aplicados en cada ocasión, deberá ser el producto del
trabajo en común de todas las fuerzas reunidas en ese frente.
La
presencia en el Frente de la Dictadura con Respaldo Popular de todas las
fuerzas anti oligárquicas, y por tanto anti-imperio pentagonista, cada una
disfrutando de su independencia pero todas unidas en un fin común, garantizará
que a través de la mutua vigilancia ideológicas, estratégicas y táctica se
mantenga perennemente vivo y alerta el propósito de transformar de cuajo las
estructuras sociales de nuestros países para edificar ene ellos el hogar de la
libertad y el reino de la justicia.
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