Más allá del odio a Leonel


César Medina
lobarnechea1@hotmail.com

El acoso contra Leonel

Ni siquiera Balaguer, después de los 12 años de violencia, muertos y bandas, sufrió semejante acoso de grupos que se plantean la inhabilitación electoral de Leonel Fernández.

Ese odio visceral que provoca Leonel en esa gente es simplemente incomprensible fuera de las miserias humanas tan bien descritas en el manual elemental del psicoanálisis froidiano.

Como si estuvieran poseídos de los instintos más bajos que provocan la envidia, la frustración, la mediocridad de quienes han recibido siempre el rechazo hasta de su propia clase profesional o social.

Llevan esos bajos instintos en su código genético, expresado hasta en cuarta generación hacia arriba, y así mismo en la descendencia que se benefició de lo mismo que hoy denuncia como pecado capital. Con ese doble estándar han actuado siempre...

Desde que Leonel lo sacó del anonimato, de una vergonzosa ayudantía de fiscal en el gobierno de Balaguer. Al mismo Balaguer que meses después, ya encumbrado como titular de esa misma Fiscalía, quiso maltratar y humillar sin poder lograrlo.

Porque su naturaleza lo conduce casi por instinto a morder la mano que le da de comer, como el gato montesino. Que ni siquiera el felino educado en casa...

Esa “marca de gente” siempre actúa del mismo modo. Para trepar no se detiene ante nada y ni siquiera se sonroja cuando se presenta a una consulta electoral y hace un papel vergonzoso, indigno hasta de su propia clase.

Buenísimo que le pase
A Leonel Fernández está bueno que le pasen esas cosas... A veces pienso que él disfruta esa clase de trapacería política porque en sus tres períodos de gobierno ha actuado con similar tolerancia a la canallada humana.

Y si volviera al poder, es casi seguro que su actitud sería similar... Ningún otro Presidente sería tan tolerante con el abuso a su dignidad y buen nombre, a la injuria, a la acusación artera y abusiva.

Hay periodistas que han llegado al extremo en sus acusaciones gratuitas contra Leonel, y algunos medios que abusan de la tolerancia del ex presidente en igual sentido.

Nadie tiene derecho a lanzar acusaciones tan degradantes e infamantes contra otro ciudadano sin tener a manos las pruebas de su acusación. Eso no se tolera en ninguna sociedad organizada del mundo.

Si quienes formulan esas acusaciones contra Leonel se atrevieran a hacerlo contra otro expresidente --Hipólito Mejía, por ejemplo-- hace rato estuvieran purgando largas penas en la cárcel... En el mejor de los casos.

Es que no le perdonan...
Hay cuatro o cinco escribidores políticos que no le perdonan a Leonel haber derrotado tres veces a Hipólito Mejía. Y en su odio visceral arrastran también a Miguel Vargas, y por eso se atreven a asociarlos en su último fracaso electoral.

Cuatro de ellos tenían sus puestos asegurados en el gobierno de Mejía. El más pugnaz de todos --que “aspira vivir en Madrid” y que hasta había avanzado a su patrón que le buscara sustituto-- iría de embajador en España... Pero se le peló el billete.

Ahora le hacen coro a las acusaciones maliciosas y perversas contra Leonel y las amplifican en los medios de comunicación que administran o a los que acceden con la irresponsabilidad cómplice de sus propietarios y ejecutivos.

En especial los desaguaderos digitales tan comunes en estos tiempos.

Pero Leonel sigue avanzando y es probable que en los próximos días sus enemigos reciban una ingrata sorpresa...

¡Porque así es la vida! 

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