EL HISTORIDOR Y LUCHADOR ANTI TRUJILLISTA FALLECIÓ AYER DE UN INFARTO A LOS 77 AÑOS DE EDAD

ENTRENÓ EN CUBA  Franco fue hombre de armas en juventud





En su juventud Franklin Franco Pichardo integró en Madruga, Cuba, un segundo grupo que quedó entrenando para apoyar a los expedicionarios de junio de 1959, lo que luego fue abortado.

Fernando Quiroz 
fernando.quiroz@listindiario.com
Santo Domingo

Franklin Franco Pichardo, consagrado historiador y catedrático fallecido ayer, a los 77 años de edad, integró en el 1959 un segundo grupo de jóvenes que se entrenaba en Cuba como un “plan b” de las expediciones que llegaron en junio de ese año para luchar contra la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo.

“Sí, a mí me tocó , imbuído por esa fuerza espiritual tremenda que desencadenó el proceso revolucionario cubano”, respondió Franco en una reciente entrevista al autor de esta reseña, con relación a sus entrenamientos en Madruga, Cuba.

Una sólida formación intelectual caracterizaba a Franco, quien sin embargo en su trayectoria profesional compartió sus conocimientos, con admirable humildad.

Falleció próximo a las 7:00 de la mañana, cuando había advertido que se sentía mal de salud y se preparaba para ir al médico.

Le sobreviven su esposa Ángela Soto de Franco, sus hijos Franklin, José Isaías, Erik, Soraya, Ana Carolina, Yelidá y Francisco Alberto,

Sus restos será expuestos desde las 11:00 de mañana de hoy en la funeraria Blandino, de la avenida Abraham Lincoln, y serán despedidos a las 12:00 meridiano de mañana.

A su fallecimiento, Franco, era jefe de investigación del Museo Memorial de la Resistencia y Centro de Documentación lleva su nombre. Preparaba dos tomos sobre los expedientes judiciales de los Héroes del 30 de Mayo, los ajusticiadores de Trujillo.

Su familia fue gran opositora a la tiranía trujillista, y vivió en el exilio en Puerto Rico, Venezuela, Cuba, Estados Unidos y México.

Sus entrenamientos en Cuba, fueron como parte de un grupo 120 hombres en una pequeña montaña de Madruga, próxima a La Habana.

Allí ocurrió un accidente, pues en una demostración le estalló una granada a un entrenador italiano, provocando la muerte de muchos de ellos. El proyecto entonces quedó malogrado, sobre todo luego de que Trujillo eliminó a 190 de los 196 expedicionarios de junio de 1959.

“En Cuba se estaban preparando otros grupos expedicionarios. En el campamento de Madruga se entrenaba una fuerza de 120 revolucionarios, mayormente dominicanos, pero también cubanos, venezolanos, puertorriqueños y norteamericanos, que debió ser la fuerza de apoyo a los primeros desembarcos”, dijo al respecto recientemente para el documental Las Expediciones de Junio: Hacia la libertad o la muerte.

En su inmensa mayoría, dijo, los integrantes de la expedición de junio y los grupos que se entrenaban en Madruga, eran grupos de tendencia liberal y democrática, ajena a la adopción del marxismo y leninismo.

Franco dijo que el triunfo revolucionario en Cuba en enero de 1959 desencadenó en toda América latina una fuerza espiritual revolucionaria indetenible, y en consecuencia todos los participantes en esas jornadas, estaban convencidos de que era posible el derrocamiento de la dictadura por la vía armada, aunque una buena parte de los integrantes del 14 de junio, y también de los integrantes de los grupos que no pudieron desembarcar, estaban convencidos de que el riesgo de perder la vida era una realidad que no se podía ocultar.

“Yo diría que los expedicionarios del 14 de Junio se envolvieron en aquella experiencia patriótica absolutamente convencidos de que la posibilidad de perder la vida eran sumamente elevadas, por eso yo creo que fue un acto de inmolación consciente y eso eleva más el significado heroico de aquella jornada”, valoró.

Entrenamientos
“El entrenamiento consistía en la preparación física para tener una capacidad de resistencia típicamente guerrillera. Esa capacidad de resistencia se lograba con unas prácticas de caminatas que envolvían diariamente por lo menos 10 y 12 horas cruzando ríos, montañas, callejones, senderos”, recordó Franco.

Incluía, además, adiestramiento en las armas más comunes que podían encontrarse luchando contra el ejército de Trujillo. Esas armas eran la ametralladora Cristóbal, que era fabricada en República Dominicna, rifle Garand, que fue muy utilizado en la II Guerra Mundial, ametralladora thompson, de bazuca, de granadas, y otros elementos de artillería como eran los morteros.

“A mi juicio el entrenamiento que recibimos fue muy fuerte, la preparación que recibimos de los entrenadores guerrilleros, porque todos los entrenadores que nos daban clases en Cuba procedían del Ejército Rebelde, del ejército revolucionario de Fidel Castro y tenía pleno dominio de las tácticas y los procedimientos guerrilleros porque acababan de derrotar uno de los ejércitos más fuertes de América Latina, que era el ejército de Fulgencio Batista”, refirió.

Consideró que los expedicionanios de junio vinieron bien preparados, pero fueron vencidos por la gran capacidad numérica del ejército trujillista.

LIBROS
* República Dominicana: clases, crisis y comandos (1966)

* Negros, mulatos y la nación dominicana (1969)

* Trujillismo: génesis y rehabilitación (1971)

* Vida, pasión y muerte del PSP (1972)

* Aportación de los negros(1976)

* Duarte y la independencia nacional (1976)

* La izquierda y el futuro dominicano (1978)

* Santo Domingo: cultura, política e ideología (1979)

* Reagan y el futuro dominicano (1980)

* Historia de las ideas políticas en República Dominicana (1981)

* Fernández Domínguez, Caamaño Deñó: El pensamiento de los militares dominicanos constitucionalistas (1985)

* Haití, de Dessalines a nuestros días (1988)


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