1. Hace falta recortar el gasto público, incluido el gasto público social, para reducir el déficit y así recuperar la confianza de los mercados. La evidencia muestra que estos recortes (su intensidad y rapidez) han sido contraproducentes, y han contribuido al descenso de la demanda y a la disminución del crecimiento económico. Incluso el FMI lo ha reconocido.
2. Hace falta bajar los salarios para aumentar la competitividad, incrementando las exportaciones, cosa que nos ayudará a salir de la crisis. Otra vez, los datos no avalan esta postura. Los salarios han ido bajando, cosa que ha contribuido al descenso de la demanda y a la desaceleración de la economía. Es más, el incremento de las exportaciones (que ha ocurrido durante la crisis) no ha causado una reavivación de la economía, que continúa estancada, ni tampoco una disminución del paro, que es el problema –no solo social sino también económico- más importante que tiene el país.
3. Las políticas de austeridad son necesarias para salvar el euro. En realidad, el euro nunca ha estado en peligro. Su salud es robusta, incluso excesivamente robusta, ya que es más que probable que esté sobrevalorada, cosa que dificulta la recuperación económica de la eurozona. Las constantes alarmas sobre el hecho de que el euro estaba a punto de caer eran argumentos utilizados para presionar a los gobiernos, sobre todo los de los países periféricos de la eurozona, para adoptar políticas altamente impopulares. En realidad, el capital financiero europeo, y muy especialmente el alemán (que domina el gobierno del euro), se ha beneficiado enormemente de la existencia del euro.
4. La falta de frugalidad y el excesivo gasto público de los países periféricos de la eurozona son los responsables de la crisis del euro. La evidencia muestra que todos estos países tienen estados pobres, con un gasto público –incluyendo el gasto público social- muy bajo, y que su endeudamiento se deba primordialmente a la escasez de ingresos al Estado, una escasez provocada en parte por la regresividad de sus políticas fiscales y el excesivo poder de las fueras conservadoras sobre sus estados. Todos estos estados son poco redistributivos. La prueba de esto es robusta y contundente.
5. Las políticas de austeridad implementadas por los estados son...LEER MAS