El hombre que escondió a Sadam Hussein
El hombre que escondió a Sadam Hussein habla por primera vez
En 2003, Saddam Hussein era el hombre más buscado del mundo, pero en la misma cara de toda la fuerza del ejército de EEUU su leal ex chofer, le brindó su ayuda al derrocado gobernante.
Se afirma que los lazos de Alaa Namiq con el líder comenzaron en 1959 porque Saddam había nacido en un pueblo al norte de la casa de Namiq, en Dawr en el centro norte de Iraq.
Los soldados de Estados Unidos concluyeron correctamente que Saddam Hussein regresaría a la base de su poder en las tierras de la tribu en la que había crecido, pero identificar su paradero exacto, tardó tiempo.
Namiq ha hablado por primera vez acerca de la asistencia que le dio a Saddam a raíz de la invasión de Estados Unidos y sus aliados a Iraq. ”Él vino aquí y nos pidió ayuda y yo le dije que sí. Él me dijo: “Tú puedes ser capturado y torturado”.
“Pero en nuestra tradición tribal árabe, y por la ley islámica, cuando alguien necesita ayuda, nosotros le ayudamos, dijo Namiq, citado por el Washington Post.
Namiq luego hizo un hueco -un pequeño búnker subterráneo - en una parcela de tierra en su granja, donde Saddam se escondió antes de ser capturado en diciembre de 2003. Con la ayuda de su hermano, Qais, y otros miembros de su familia, Saddam también se movió entre varias casas seguras en la zona.
Mientras que él debe haber sabido que su captura era inevitable, según Namiq, él hizo lo que pudo para evadir a sus perseguidores.
Evitando utilizar el teléfono móvil porque sabía que los soldados podían escucha su voz, dice Namiq que Saddam pasaba el tiempo escribiendo prosa y poesía, pero que los escritos los agarraron las fuerzas que lo capturaron.
Namiq dice que él ayudó a organizar viajes secretos a la granja a los únicos visitantes de Saddam, sus hijos Uday y Qusay. El ex granjero, que ahora trabaja en un restaurante con cuatro de sus hermanos, también recorrió grandes distancias hasta el el lugar oculto donde Saddam grababa sus encendidos discursos alentando a sus partidarios a luchar contra las fuerzas invasoras.
Namiq dice que una vez manejó 5 kilómetros hasta la ciudad de Samarra para grabar los sonidos naturales de un río, en un intento de despistar a los que andaban buscando a Saddam.
Después de que Saddam fue capturado, Namiq fue encarcelado en la tristemente célebre cárcel de Abu Ghraib, donde fue interrogado diariamente sobre el posible paradero de las “armas de destrucción masiva”.
Asegura que fue torturado, encapuchado, golpeado y mordido por los perros de los guardias y que fue mantenido en la oscuridad las 24 horas del día. Música rock a todo volumen lo atormentaba en su celda y arrojaban cubos de agua para mantenerla constantemente mojada.
“Soporté los perros y la tortura, pero lo que no podía soportar era la música”, dice Namiq.
La familia Namiq actualmente goza de gran estima entre los lugareños, muchos de los cuales todavía sienten simpatías por Saddam.
El coronel Mohammad Hassan dijo que consideraba que la familia Namiq hizo algo “heroico” por Saddam.
Saddam fue enterrado a poca distancia de la aldea de Auja, donde nació. En respuesta a su continua popularidad en estos lugares, el premier iraquí, Nouri al-Maliki ha ordenado que su tumba esté cerrada al público para evitar que se convierta en un santuario.
Hoy “el agujero” del que Saddam fue sacado, ha sido sellada de nuevo con hormigón y es casi invisible en medio de jaulas con periquitos y palomas.
(Con información de Daily Mail. Traducción: Aporrea.org)
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