Un período con desafíos y escasos medios
LA PISTA.- Durante el fin de semana se habló de que hoy lunes empezarían a conocerse los nominados para los premios Danilo a entregarse el jueves 16 después del mediodía.
Dicen que ya ni el propio presidente electo aguanta. No la presión de quienes se sienten con derechos, sino el tanto control de sí mismo. Incluso, dicen màs. Que la reserva o el misterio no expresan, como en los primeros momentos, hermetismo.
Un hermetismo que angustiaba a los interesados y desesperaba a los inquietos, pero que se aceptaba como parte del nuevo estilo. Ahora le dan la vuelta y le ven otra cara. Esa actitud, aparentemente retraída, se interpreta en una segunda lectura como apocada, propia de alguien que no se atreve a jugársela. Y se llega màs lejos. Se cree que no es la màs conveniente para iniciar un período con tantos desafíos y escasos medios. El presidente Leonel Fernández, con el cansito de las inauguraciones, está dejando una pista, no lista para el despegue, pero si caliente, como si se tratara de una fiesta de enramada.
Si cambia la música, como se supone, va a haber problemas…
LA TRANSICIÒN.- Si se producen las revelaciones, como se aventuró entre viernes y domingo, bienvenidas sean. Si no, a esperar los tres días que faltan. No obstante, hay aspectos a considerar.
Por ejemplo, la transición. Se suponía que era entre el 20 de mayo y el 16 de agosto. Pero no. La parsimonia o el aparentemente retraimiento del presidente electo, o de su equipo, quitaron ese carácter al período. No puede afirmarse con propiedad que los últimos dos o tres meses adelantaran cambios. Ni siquiera expectativas.
No hubo mudanza de ánimo, pero tampoco se pudo apreciar en su justa dimensión el nuevo temperamento. Será a partir de hoy, si es que se enteran los altos cargos, que empezará a vivirse la transición.
Si no, lo será la semana que viene, el lunes o el martes, cuando los responsables ocupen sus poltronas. Nombrados el jueves, posesionados el viernes, el largo fin de semana será de celebraciones. Si no se dan las consabidas fiestas populares, cada quien hará la suya, pues nadie habla de austeridad y los peledeìstas ya saben, y aprueban, el derroche. O el descorche…
AL TIBET.- No entiendo, y ya lo he dicho, los tantos homenajes y despedidas al presidente Leones Fernández, si -- según se sabe -- no se irá muy lejos, y algo màs, anunció fecha de regreso.
Si estará de campaña hasta el último día, nadie puede esperar que después del jueves se vaya como Brad Pitt al Tibet, no ya por siete años, y ni siquiera por cuatro. Los altos mandos militares, por ejemplo. Entregaron sus cargos si que nadie se los pidiera.
¿ Cómo tomarlos en cuenta o promoverlos si se declararon fieles a su actual comandante en jefe ? La lealtad es la suprema virtud de un soldado. La ley orgánica podría amparar a uno que otro, pero ellos se decidieron por la solidaridad y de común acuerdo ( porque lo hablaron ) apostaron al futuro del 2016 y no al presente del 2012. Este caso de los militares da que pensar. Leonel Fernández no fue un presidente “ guardista ”. Todo lo contrario. Si se rastrea bien, se verá que los cuerpos armados, como sector, no fueron privilegiados con su presencia.
A los campamentos siempre fue el vicepresidente Rafael Alburquerque…
EL CAUDILLO.- Los oportunistas que quisieron hacer causa común con la candidatura de Hipólito Mejìa, y pescar sin mojarse los pies, acusaron a Leonel Fernández de encabezar una “ dictadura ”. Pero como lo poco hasta Dios lo ve, se cuidaron, y a la “ dictadura ” le pusieron de rabiza “ constitucional ”. No se fundamentaba en el cuartel, sino en la ley. En el estatuto supremo de la Nación.
A los militares de seguro que no les molesta lo del dictador, pero quisieran que fuera algo màs. Digamos que caudillo, que es una calidad política, pero también militar. Los civiles andan en lo mismo. Francisco Javier García se planteó como soldado que no suelta la bandera y que está dispuesto para las batallas por venir, o distantes o inmediatas. Nada es casual, todo es calculado. La figura de Leonel Fernández necesitaba de una tercera dimensión, que es la moda en las películas, pero igual en la vida política. Tiene masas, de eso no hay dudas, pero también guardias. ¿ Quién puede equivocarse ? De seguro que nadie, pero Danilo Medina tiene que darse cuenta en manos de quien está la gobernabilidad de su administración…
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TOMADO DEL LISTIN DIARIO
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