Insólitos pedidos a Santos y Vírgenes
Insólitos pedidos a Santos y Vírgenes
Prostitución, infidelidad, homosexualidad... La provocativa exposición "Favores insólitos", que recientemente se inauguró en el Museo Nacional de Culturas Populares de Ciudad de México, muestra ofrendas y retablos que representan el agradecimiento de mexicanos por los favores transgresores concedidos por la Virgen de Guadalupe y santos católicos durante el último siglo.
Aquí, el agradecimiento a los santos se aleja del terreno de lo sagrado y lo religioso para expresarse a través de imágenes grotescas y mundanas, mucho más cercanas a la gente común, dice Raúl Cano, curador de la exposición que se podrá ver hasta octubre.
La intención de estas pinturas es distinta a la de los antiguos exvotos, que agradecían a los hombres santos por favores como curar enfermedades o ayudar con algún apremio económico. Según el curador de la muestra, en ella aparecen temas que no se pueden mostrar en un templo.
Según Cano, el público mexicano ha recibido con gracia la exposición. El curador afirma que ha causado risas irónicas, que llegan incluso al cinismo. En la imagen, un transexual agradeciendo a la Virgen de Guadalupe, la figura religiosa más venerada en México.
Aunque los temas cambien, desde el siglo XIX estas pinturas siguen conservando las mismas características. Tienen la imagen del santo, un texto explicando cuál fue el milagro y por qué el santo intercedió. La idea es inmortalizar el suceso.
Se trata de exponer la religiosidad mexicana, de contrastarla con los deseos más profundos, con esas verdades incomodas y los tabúes. En la imagen, un exvoto dedicado al Santo Niño Cieguito.
“Son más cercanos a la gente porque les puede causar risa o miedo, porque saben que eso sí existe y la gente no aceptaría vivirla o si la vivió la mantendría oculto, muy por debajo de la mesa”. Esa es la importancia de estos exvotos, que salga a flote lo incómodo, dijo Cano.
“No importando lo que pida, el santo va a estar conmigo, en la infidelidad y también en la homosexualidad, los santos también están enterados aunque tú no vayas a la iglesia a llorarles o a pedirles protección, ellos lo saben”, sentencia Cano.
Aquí, el agradecimiento a los santos se aleja del terreno de lo sagrado y lo religioso para expresarse a través de imágenes grotescas y mundanas, mucho más cercanas a la gente común, dice Raúl Cano, curador de la exposición que se podrá ver hasta octubre.
La intención de estas pinturas es distinta a la de los antiguos exvotos, que agradecían a los hombres santos por favores como curar enfermedades o ayudar con algún apremio económico. Según el curador de la muestra, en ella aparecen temas que no se pueden mostrar en un templo.
Según Cano, el público mexicano ha recibido con gracia la exposición. El curador afirma que ha causado risas irónicas, que llegan incluso al cinismo. En la imagen, un transexual agradeciendo a la Virgen de Guadalupe, la figura religiosa más venerada en México.
Aunque los temas cambien, desde el siglo XIX estas pinturas siguen conservando las mismas características. Tienen la imagen del santo, un texto explicando cuál fue el milagro y por qué el santo intercedió. La idea es inmortalizar el suceso.
Se trata de exponer la religiosidad mexicana, de contrastarla con los deseos más profundos, con esas verdades incomodas y los tabúes. En la imagen, un exvoto dedicado al Santo Niño Cieguito.
“Son más cercanos a la gente porque les puede causar risa o miedo, porque saben que eso sí existe y la gente no aceptaría vivirla o si la vivió la mantendría oculto, muy por debajo de la mesa”. Esa es la importancia de estos exvotos, que salga a flote lo incómodo, dijo Cano.
“No importando lo que pida, el santo va a estar conmigo, en la infidelidad y también en la homosexualidad, los santos también están enterados aunque tú no vayas a la iglesia a llorarles o a pedirles protección, ellos lo saben”, sentencia Cano.
TOMADO DE ADICTAMENTE
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