CONSTANZA: Un proyecto de educación cívica y desarrollo socioeconómico
De manera paulatina, casi inadvertida, el comportamiento social de nuestra ciudadanía se ha colocado en un nivel tan crítico y alarmante -esencialmente en las calles de ciudades, carreteras y caminos-, que parecería imposible el retorno a una conducta social civilizada.
Pero, ¿cuáles son esas inconductas que nos inquietan? Entre otras: la circulación vehicular, donde en ciudades y carreteras se obvian las luces de señalización, se cruzan los semáforos en rojo, los vehículos se estacionan violentando todas las reglas urbanas, obstaculizando el tránsito de manera irresponsable; y los transeúntes de a pie sueltan sin miramientos papeles y todo lo que consideran inservible, al igual que los ocupantes de vehículos, los cuales lanzan a las carreteras y caminos vasos, platos, botellas y fundas plásticas, generando serios daños ecológicos.
A estas incorrecciones debemos agregarle otra vital, relacionada directamente con el turismo, que es uno de los principales pilares del proyecto de desarrollo económico gubernamental, ya que nuestro pueblo no ha sido instruido acerca de la forma en que se debe comportar ante el turista, ignorando lo que representa esta actividad para el desarrollo económico del país y, por lo tanto, no percibe su deber y obligación de cuidar, orientar, querer y prestarle atención a todos los viajeros que nos visitan.
Y esta es una de las razones que nos han impulsado a realizar el proyecto de concienciar a los constanceros en sus deberes ciudadanos, un propósito que nos animó en el año 2005 a estructurar la campaña CONSTANZA HACIA EL FUTURO, que sintetizamos en un folleto contentivo de selectivos mensajes de educación cívica, invitando a la municipalidad constancera a hacerlo suyo. Tras ese objetivo fueron distribuidos millares de ejemplares en todas las escuelas y colegios de la región, habiéndose difundido también a través de la radio y televisión locales por un corto periodo de tiempo debido al costo de su difusión.
Ahora, al retomar la idea con una más amplia y definitoria proyección, la CASA DE LA CULTURA DE CONSTANZA ha diseñado un proyecto que hemos titulado CONSTANZA: FRAGUA DE CULTURA Y TRABAJO, y para su divulgación estamos empleando todos los medios posibles:
o Radio
o Televisión
o Vallas de carretera
o Cruza-calles
o Brochures
o Afiches y
o Bumper-stickers.
Y la CASA DE LA CULTURA DE CONSTANZA realiza este extraordinario esfuerzo porque es preciso que los constanceros estructuren una conciencia de su enorme potencial económico -aún en ciernes- basado en su horticultura y turismo. Y tiene, además, que convenir y entender que su agricultura y su inexplotado turismo ecológico deben ir de la mano. ¿Por qué? Pues porque con la decisión del gobierno de considerar el turismo como uno de los pilares del crecimiento económico nacional (proyectando un aumento sostenido de 500.000 turistas anuales a través de incentivar la construcción de nuevos hoteles y aumentar las frecuencias aéreas y el arribo de cruceros trasatlánticos), nuestros horticultores deberán adoptar medidas óptimas de calidad en la producción de frutos y vegetales para abastecer con los mismos los mercados locales y exportar los excedentes.
Asimismo, el crecimiento de la cantidad de turistas que se hospedarán en nuestros hoteles será una realidad comprensible, la que aumentará sin duda en la medida que Constanza mejore los atractivos para éstos. Pero, es preciso agregar que por la excelencia de nuestro clima, las montañas que nos circundan y todo el entorno de este maravilloso valle intramontano, decenas de familias se interesarán en comprar terrenos para levantar segundas viviendas, y cada una de estas nuevas viviendas necesitará de cuatro a cinco constanceros para cuidarlas, abasteciéndose los visitantes del mercado local para sus necesidades.
Pero no obstante, es preciso hacer la siguiente reflexión sobre algo que me ha venido preocupando desde hace algunos años: reconocemos en toda su extensión la importancia y conveniencia de los invernaderos en el desarrollo hortícola, sobre todo que es un medio de producción ideal para el cultivo de vegetales específicos.
Sin embargo, es indispensable que para que haya armonía entre el desarrollo hortícola y el turístico, los agricultores de Constanza deben comprender -y hacer conciencia- que es preciso ubicar y focalizar los invernaderos en áreas específicas para no interrumpir los maravillosos atractivos del más hermoso valle de la Región del Caribe, que ha dado motivo a la creación de slogans como:
• Constanza el valle encantado del Caribe, o el que muchas personas -entre las que yo me incluyo- hemos proclamado
• Constanza es el paraíso, o
• Estoy en el paraíso.
Muchas veces hemos escuchado decir que "Dios duerme en Constanza", pero si convertimos nuestra amada ciudad en una larga y ancha sábana blanca por no tomar a tiempo las medidas justas y cónsonas que permitan el desarrollo armonioso entre horticultura y turismo, no podremos exclamar que Constanza es encantadora ni paradisíaca… ¡y DIOS se habrá ido a dormir lejos de aquí!
La CASA DE LA CULTURA DE CONSTANZA, conjuntamente con el Ayuntamiento Municipal, el Comité de Fondos Mineros y la Asociación para el Desarrollo local, han puesto en marcha el proyecto de educación cívica y desarrollo socioeconómico CONSTANZA: FRAGUA DE CULTURA Y TRABAJO, con el elevado propósito de convertir a Constanza y toda la región en un ejemplo nacional por su nueva conciencia urbanística, y su firme decisión de crecimiento en su economía, basados en la unidad monolítica de sus empresas e instituciones.
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