Marcha Patriótica define su estrategia electoral para el 2014


Durante la reunión una de las asistentes propuso, con lágrimas en los ojos, rezar por la salud del presidente venezolano Hugo Chávez y al parecer los ateos eran la minoría. Al que sí no se le vio orar en ningún momento fue a Carlos Lozano, líder del Partido Comunista.

Fotos: Juan Pablo Pino


Este fin de semana, la Marcha Patriótica definió su hoja de ruta para este año: movilizarse por todo el país impulsando la paz. De esta manera, quedaron a la vista todas las cartas que se jugarán electoralmente frente al proceso de paz, tema que seguramente definirá la campaña del 2014.
La reunión de este movimiento de izquierda que nació el año pasado comenzó tarde porque se habían trasnochado la noche anterior celebrando el cumpleaños de Piedad Córdoba, que había cumplido unas semanas antes. Pero luego de discutir durante dos días en mesas de trabajo, el Comité Patriótico Nacional, órgano de dirección de la Marcha en el que están los delegados de todos los departamentos, acordó tres fechas claves.
El 20 de febrero será el lanzamiento de “constituyentes” regionales para defender la mesa en la Habana. El 9 de abril, realizarán “La Toma de Bogotá”, una gran marcha con gente de todo el país que se reunirá en la capital como lo hicieron el año pasado cuando lanzaron el Movimiento (ya cuentan con la autorización del Alcalde de Bogotá). Y también en abril, realizarán un seminario para definir cómo será su participación en las urnas, cuando ya estén más claras las reglas electorales.
Dado que este Movimiento está integrado por gente de varios partidos (Piedad Córdoba viene del Partido Liberal y Carlos Lozano, del Polo, para citar solo dos) no es claro todavía el vehículo electoral que utilizarán. Sin embargo, desde ya queda claro que las “constituyentes por la paz” serán su estrategia política con miras al 2014.
Carlos Lozano, jefe del Partido Comunista y uno de los líderes de la Marcha Patriótica, dijo a La Silla que "las constituyentes regionales serán frentes sociales y políticos para impulsar la paz que sirva de insumo para la participación en la Habana".
Piedad Córdoba es otra de las líderes visibles de la Marcha Patriótica. Ella dice que las constituyentes deben ser "un foro de debate permanente sobre la paz".
Andrés Gil, el otro líder de la Marcha, representa a las organizaciones campesinas.

Las tres teorías

Dados los avances de las conversaciones con la guerrilla –reconocidos ayer por los jefes negociadores del Gobierno y de las Farc quienes desmintieron que hubiera la crisis divulgada por algunos medios- el proceso de paz será el tema determinante de la campaña electoral.
Una campaña que ya arrancó y en la que competirán tres teorías respecto al proceso de paz que fueron esbozadas en las últimas semanas.
Por un lado está la “teoría Enrique Santos”: el proceso de paz solo sobrevive si hay reelección.
Es de suponer que más allá de que “Abdón sea Abdón”, esta tesis de Enrique es compartida por su hermano, el Presidente Santos. Y que por lo tanto, será respaldada con una estrategia gubernamental para asegurarse de que la Unidad Nacional llegue cohesionada a las urnas.
Santos necesita una coalición legislativa tan grande como la que tiene hoy para poder sacar adelante los proyectos de ley que traduzcan en políticas públicas los acuerdos que logren en la Habana, ya que las Farc no van a dejar las armas sino cuando estos se hagan realidad.
Aunque Santos ha dicho que las conversaciones de paz irán "máximo hasta noviembre" o si no se para de la mesa, lo que más le convendría es firmar un acuerdo después de las elecciones legislativas.
De lo contrario, le tocaría presentar al Congreso la reglamentación del Marco para la Paz en plena época electoral y difícilmente un congresista vota a favor de darle impunidad a los guerrilleros semanas antes de que voten por él.
La segunda es la “teoría Uribe”: el proceso de paz es una muestra más de la traición de Santos a los tres huevitos, que utilizó para hacerse elegir sobre los hombros de Uribe.
El expresidente ya dijo que recorrerá el país recordando las tesis sobre las cuales invitaron a votar por Santos y su posición frente al proceso de paz quedó clara en elcomunicado que sacaron después de la reunión en Santa Marta: “Las FARC continúan mintiendo al país y aprovechando el escenario internacional de unas negociaciones sustentadas sobre la posibilidad de la impunidad para fortalecerse.”
En ese mismo comunicado, el movimiento de Uribe dijo que la primera tarea del Centro Democrático es “la conformación de comités de participación democrática en los barrios, veredas, universidades, lugares de trabajo y redes sociales” para discutir las tesis inspiradas en el ex presidente.
La tercera es la de la Marcha Patriótica. Sus “constituyentes por la paz” serán los espejos invertidos de los comités uribistas.

Las constituyentes por la paz

Las constituyentes por la paz de Marcha Patriótica buscarán movilizar a las organizaciones populares, sindicales y campesinas alrededor de una discusión sobre “la posibilidad de tener un país en paz, no solo en el marco de la Habana, sino en todo el país donde hay conflicto”, según dijo a La Silla uno de los asistentes al evento que no era vocero oficial.
Para los de la Marcha, solo hay paz si se transforma el país, si se atacan las “causas objetivas” de la violencia, incluyendo el modelo económico que para ellos genera hambre e inequidad. La Mesa en la Habana es un buen lugar para empezar esa transformación pero no se agota allí.
Por eso, esperan que de esas ‘constituyentes’ salga iniciativas para la Mesa de Negociación. La primera será que haya un cese de fuego bilateral o que si el Gobierno se niega a hacerlo deje de amenazar con pararse de la mesa cada vez que la guerrilla hace un acto de guerra.
Pero también anticipan que de allí salgan iniciativas concretas de participación directa de la sociedad civil en los diálogos de paz y hasta “propuestas constitucionales”, dijo uno de los asistentes.
Aunque en la reunión no se discutió que entre los objetivos de esta estrategia estaría presionar por la convocatoria de una gran Asamblea Constituyente como puerto de llegada del proceso de paz -una idea que ha defendido también las Farc- la escogencia del nombre para sus reuniones regionales difícilmente es una casualidad.
Ayer, en su discurso de cierre del quinto ciclo de negociaciones, Humberto de la Calle subrayó que el Gobierno se acoge "estrictamente a la agenda pactada (...) y no vamos a abrir la agenda de conversaciones a temas nuevos planteados por las Farc". "No estamos aquí para hablar de lo divino y lo humano", según cita El Espectador.
Eso puede pensar el Gobierno. Pero no los de la Marcha, quienes esperan influir desde la sociedad para que la Mesa se abra.
Más allá de si logran injerencia en la Habana, estas constituyentes servirán como herramienta mediática en todo caso para darle visibilidad a sus líderes locales y regionales. Y si al final, toda la izquierda se une –como han dicho todos sus líderes, incluida Clara López del Polo, que es su anhelo- los de la Marcha ya irán un paso adelante.

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