Agroalimentaria

Juan Guiliani Cury

La cuarta edición de la Exposición Agroalimentaria que se celebró la semana pasada en un hotel capitalino, reflejó una muestra del gran potencial agroalimentario que puede tener el país. La agricultura debe ser el principal sostén de la economía dominicana sustentada sobre técnicas modernas y gerencia innovadora. El país ha mostrado que puede producir productos competitivos para abastecer las necesidades internas y convertirse en el principal exportador del Caribe.

Pero para que la agricultura dominicana pueda destrabar los obstáculos que la afectan y ser un sector dinámico generador de empleos y divisas y competir exitosamente, requiere de políticas públicas definidas que apuntalen al sector hacia un nuevo estadio de desarrollo. Una de las variables que más afecta a la agricultura y a la pecuaria es la falta de financiamiento competitivo y flexible de mediano y largo plazo.

El subsector agrícola se siente represado por no contar con un apoyo financiero en condiciones atractivas y sin entresijos burocráticos y vertientes gravosas de cumplir para impulsar proyectos sustentables y rentables. A pesar de que somos una isla con limitaciones físicas-geográficas, no es menos cierto, que contamos con terrenos aptos suficientes que con la introducción de modernas tecnologías pueda dicho sector transformarse en la mayor fuerza productiva de la Nación. La agricultura es una fuente de creación de empleos en el campo y sus efectos distributivos son de gran impacto socio-económico.

La transformación radical del Banco Agrícola de la República Dominicana, debe ser un objetivo estratégico prioritario y convertir esa entidad en una institución moderna y vanguardista que provea los recursos financieros suficientes y en condiciones atractivas -y ser punta de lanza- de una agresiva política de financiamiento que nos sitúe como centro principal de producción agropecuaria para abastecer las islas del Caribe y otros mercados externos.

La 4ta Agroalimentaria dio una alerta de las potencialidades del sector agrícola y de los agro-negocios. Ha llegado el momento que el Estado dominicano relance al sector y vea la agricultura como la fuente principal de nuestro desarrollo. El Estado tiene la llave para instrumentar los cambios necesarios que necesita el agro, y por esta vía, promover bienestar y calidad de vida, sin lacerar el medio ambiente, las aguas y los ríos, y que la riqueza producida se quede entre nosotros.