Bosch entre Betancourt y Figueres




Residente en Caracas, a poco de pasar a Costa Rica, Juan Bosch escribía el 9/3/61 a José Figueres para exponerle "una especie de radiografía de mis ideas". Advirtiéndole que vive "en la mayor confusión. Hoy se me dice una cosa y mañana la opuesta; tal día se acuerda esto y luego sucede que nadie cumple. En Venezuela no ha habido, ni creo que pueda haberlo en el futuro, ningún plan sobre el problema dominicano. Todos los que tienen aquí poder actúan sin concierto, cada uno como mejor le viene en el momento... Mi impresión, desde hace tiempo, es que en la medida en que dependa de Venezuela, Trujillo no caerá; y algo peor: que la participación de Venezuela en la lucha contra Trujillo es perjudicial, si traspasa los límites de la mera ayuda moral.

Desde hace algún tiempo Trujillo se ha convertido en problema americano, no solamente dominicano, y si América no está en capacidad de decir cuánto tiene para la lucha contra ese tirano, cómo y cuándo lo dará y a quién, no soy yo quien va a preguntárselo ni a hacer esfuerzos para convencerla de que debe actuar". Indicando, "si es que va a haber acción, no debe pensarse en dividir la jefatura. El jefe militar debe ser también el jefe político. En movimientos revolucionarios no puede haber dualidad de mando... Quien quiera que sea el jefe único que se escoja, podrá contar con mi ayuda personal -pues no puedo hablar a nombre del PRD-, pero limitada por las siguientes condiciones: no aceptaré cargos en la revolución, no haré compromisos de ningún tipo con el jefe de la revolución ni me asociaré a lo que él haga como tal jefe.

Conozco a los cuatro compatriotas míos del exilio que aspiran a ser jefes revolucionarios o gobernantes. Son Ornes, Jimenes-Grullón, Silfa y Mejía. Con ninguno de ellos me sentaría a discutir media hora sobre planes de gobierno. En cuanto a los aspirantes del interior del país, ¿qué pueden estar pensando sobre los problemas de Santo Domingo y del mundo, tras un tercio de siglo de opresión? Ahora bien, hay que derrocar a Trujillo, porque si no hasta la señora Kennedy corre peligro de ser secuestrada un día de éstos. Si está en tus manos hacer algo para sacar del poder a ese demente feroz, hazlo pronto. En el ostracismo en que me hallo aquí, yo no puedo hacer gran cosa, excepto esperar y confiar en que un dios benevolente me permita seguir contando con la amistad de hombres como tú".

Ochentaidós días después el cadáver de Trujillo reposaba perforado en un baúl patriótico en la César Nicolás Penson. En carta del 18/7/61 desde Costa Rica a Caracas, Bosch comentaba a su amigo Malet: "Creo que se habrá enterado de que el PRD dio un mitin el domingo en la capital dominicana. Ha sido el primer mitin democrático en treintiún años y fue verdaderamente emocionante. Lo oí todo por radio. Casi no podía creer en lo que oía, aunque había previsto que las cosas sucederían como están sucediendo". Eran los primeros pasos en nuestro despertar libertario. Encarnado en la avanzada del exilio encabezada por Miolán, el valiente manifiesto de Unión Cívica publicado en El Caribe y la excarcelación de los jóvenes del 14 de Junio para pisar la calle alborozada de pueblo. La Voz del Trópico de Joaquín Custals difundía Espera Quisqueyana de Billo.

El 1/8/61 un Bosch reclamante escribía a Raúl Leoni, 9presidente de Acción Democrática en el poder en Venezuela y sucesor en 1964 de Betancourt. Prensa afín a ese partido acogía ataques al PRD y a los comisionados que bregaban en Santo Domingo por la democratización. Líderes del PRD y AD compartieron exilio -como Betancourt y Bosch en Cuba y Costa Rica-, formando una fraternidad contraria a las dictaduras. En Venezuela el exilio dominicano, con entronque en AD, ayudó en la lucha contra Pérez Jiménez y auspició a su caída el envío de armas a Fidel bajo la premisa ahora Batista, después Trujillo. Para concurrir en Cuba en las expediciones de junio del 59. En cambio el PRD -igual VRD de Ornes y el MPD- no participó en Mil Cumbres.

"¿Tendrás, por ventura, una explicación que darme acerca de la inexplicable conducta de Acción Democrática con el Partido Revolucionario Dominicano? No me parece impropio que los comunistas dominicanos presenten al PRD como vendido. Además de comunistas ellos son dominicanos y piensan que todo lo que sirva para desacreditar al PRD les es útil a ellos. Pero no doy con la utilidad que pueda derivar 'La República' -diario dirigido por un adeco y financiado en parte por adecos- publicando los ataques de los comunistas dominicanos contra el PRD; y mucho menos puedo explicarme que ese periódico nos insulte llamando 'cambureros'* a altos líderes del PRD de probada honestidad que fueron a Santo Domingo a todo riesgo, jugándose la vida con valor ejemplar". (*Buscones de cargos).

"Admito que lo de 'La República' podría no ser responsabilidad de tu Partido... Pero sucede que el Secretario de Relaciones Exteriores de AD ha dicho hace poco públicamente que el gobierno de mi país debe ofrecer a otros grupos dominicanos las mismas garantías que se ofrecieron a mi Partido; y de esto sí es responsable AD. Sin tomar en cuenta la intención calumniosa envuelta en las palabras del Sr. Rondón Lovera, debo decir que un Secretario de Relaciones Exteriores de AD está obligado a respetar un principio elemental que siempre tuvimos en cuenta los hombres del PRD cuando ofrecimos y dimos sin reserva toda clase de ayuda a la causa de la libertad venezolana: Que si ayudar al movimiento democrático de cualquier país es un deber, tratar de imponer personas o grupos a un pueblo es pisotear un derecho que sólo deben ejercer sus nacionales. Si el Sr. Rondón Lovera desea garantías para sus amigos personales los comunistas dominicanos, ¿por qué no las pide abiertamente, sin mezclar en su petición el nombre del PRD? ¿Por qué olvida con tanta persistencia que cada vez que ha pretendido unirnos o mezclarnos con los comunistas dominicanos, el PRD se ha negado a servirle de juguete?

Por lo demás, como explicó el compañero Miolán al Dr. Paz Galarraga antes de salir de Venezuela, el PRD no pidió ninguna clase de garantías a nadie. Sus dirigentes vimos a tiempo que para el régimen de Balaguer no había salida posible si no intentaba democratizarse, y ofrecimos a la OEA y al gobierno dominicano trasladar la Dirección del PRD a Santo Domingo previas discusiones con delegados de la OEA y del gobierno Balaguer de las garantías indispensables para asegurar las libertades públicas. La OEA y el gobierno invitaron al PRD a enviar una delegación para sostener esas discusiones. La OEA hizo honor a su tradición rehuyendo a última hora participar en las discusiones, pero los delegados del Partido fueron a Santo Domingo; su sola presencia inflamó al pueblo, que se lanzó a la calle, desbordando todos los cálculos, con tal vehemencia democrática que a los dos días de su llegada los Comisionados del PRD se vieron forzados a instalar las oficinas del Partido. Después que el PRD mató el miedo en Santo Domingo, surgieron allí varias organizaciones políticas que han celebrado ya algunas concentraciones públicas.

Para mí resultan oscuros los móviles que tiene la Dirección de AD para su empeño de convencer al pueblo venezolano de que el PRD tiene acuerdos inmorales con el gobierno de Balaguer. No puedo explicarme qué busca con ello, pues si lo que pretende es pintarnos como traidores porque no llegamos a Santo Domingo fusilando gente, a la manera fidelista, ¿cómo explicarse que AD no haya hecho lo mismo con los gomecistas en 1945 y con los perezjimenistas en 1958?

Tampoco puedo explicarme debido a qué misteriosa causa ciertos dirigentes adecos olvidan cómo actuó lo que es hoy la vieja guardia de su Partido en 1936, en una situación muy parecida a la que vive hoy mi país. Al morir Juan Vicente Gómez fueron los gomecistas quienes siguieron gobernando en Venezuela; sin embargo ustedes volvieron a su tierra, aprovecharon la brecha que abrió en el gomecismo la inclinación constitucionalista del grupo que encabezaba el general López Contreras y movilizaron a las masas en medio de todas las peripecias que conlleva la transición hacia la democracia de un régimen de prolongada tiranía.

Como hombre del PRD tengo una larga cuenta que pasarle a AD. La dejaría cancelada, sin embargo, si tu Partido tuviera el buen juicio de adoptar la conducta que te propuse un día en Los Caracas: Abandonen la parcialidad y el amiguismo en relación con nuestro caso; abandonen también la pretensión de aleccionarnos y de dirigir nuestra lucha. Dejen que los dominicanos arreglen sus diferencias entre sí; que ese pueblo, a pesar de su retraso político, tiene capacidad para dar por sí solo con la clave de su destino.

Puesto que me dirijo a ti debes suponer que no te responsabilizo con la conducta de tu Partido. Sé que estás por encima de líneas confusas y de actitudes infantiles. Pero deseo que la Dirección de AD se entere, por tu medio, de que si nosotros sabemos sufrir ataques infamantes cuando estamos caídos, es porque ésa es una virtud propia de quienes pueden ser tan excelentes enemigos de sus enemigos gratuitos como han sido en el pasado excelentes amigos de sus amigos en desgracia.

Esta es una carta privada para ti, y por tanto no deseo respuesta del Partido. Cada vez que el PRD se ha dirigido a AD para reclamar un trato fraternal al que teníamos derechos ganados por servicios que tú conoces, tu Partido ha respondido en forma altanera tratando de echar sobre el mío la culpa de sus inconsecuencias. Si tu Partido contesta esta carta con su ya tradicional altanería pasaré por el mal rato de exponer en respuesta todo lo que me he callado en tres años por respeto a hombres como tú, como Rómulo, como Beltrán Prieto, como Gallegos. La Dirección de AD nos ha ofrecido siempre buenas palabras y malos hechos. Lo que pido a mi amigo Raúl Leoni es que interponga su influencia ante los directivos del Partido que preside para que dejen de insultarnos. Tuyo, con el viejo y fraternal cariño de toda la vida."

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