El accidente que dio origen a la Leyenda del Triángulo de las Bermudas


Cuenta la leyenda que en una parte del océano Atlántico existe un lugar con una extraña energía que es capaz de desaparecer todo lo que pase por ahí: aviones, barcos y personas. Nadie sabe lo que hay en ese sitio, pero muchos piensan que esos fenómenos suceden por fuerzas extrañas que se encuentran en la zona.
Una base alienígena, ovnis que merodean el océano, fuertes vientos, tormentas descomunales y monstruos mitológicos son parte de las leyendas que se han generado en torno al célebreTriángulo de las Bermudas, que está ubicado en el océano Atlántico, entre las islas Bermudas, Puerto Rico y Fort Lauderdale (Florida).

Pero, ¿por qué esta zona se convirtió en un cúmulo de historias? La respuesta se deriva de un accidente que sucedió en 1945. Este percance, en donde estuvieron involucrados varios aviones que misteriosamente desaparecieron, fue el detonante para que el Triángulo de las Bermudas se convirtiera en todo un suceso.

Era la mañana del 6 de diciembre de 1945. Mientras salía el sol sobre la base aérea de Fort Lauderdale, en Florida, comenzaba la búsqueda por mar y aire de la tripulación del vuelo de entrenamiento número 19.

"Buscamos en todas las islas durante una semana pero no encontramos restos de nada", explica el teniente David White, que en aquel entonces era instructor de vuelo en la base.

Han pasado más de seis décadas y el teniente White aún recuerda el momento en que escuchó la noticia: "Estaba jugando al bridge con mi esposa. Vinieron a avisarme qué había pasado. No lo podíamos creer, cinco aviones perdidos en un simple vuelo de entrenamiento... ¡No, no, no!".

De acuerdo a la explicación que da el teniente White, no había nada extraño para que algo malo sucediera: debían volar aún más hacia el este, 75 millas aproximadamente, luego hacia el norte y finalmente de regreso a casa, a Fort Lauderdale. Fue entonces que aparentemente comenzaron los problemas.

Al acabar el bombardeo, el instructor llamó diciendo: "mis brújulas no funcionan'", relata White. "Divisó una isla y aseguró saber ya dónde se encontraban. Él pensó que estaba en los Cayos, pero luego determinamos que en realidad era el norte de Bahamas", explica.


Fue entonces que el operador de radio recomendó al instructor que se dirija al norte, hacia el Golfo de México, luego de nuevo hacia el este en dirección a Florida, y así regresar.

A cargo del vuelo estuvo Charles Carroll Taylor, un piloto experimentado, pero que no trabajaba frecuentemente en Fort Lauderdale, y no conocía bien el área. Por ese error inicial, en lugar de guiar a la patrulla de regreso los llevó hacia el océano Atlántico. A uno de los alumnos se le escuchó decir: "Vayamos hacia el oeste, hasta alcanzar la costa", recuerda White.

Pero cambiaron de dirección y fueron hacia el noreste. Por un momento no hubo contacto de radio. Cuando lo hubo, para sorpresa del operador, el líder del vuelo le entregó el comando a uno de los otros pilotos. Y cuando éste se volvió a comunicar con la torre, 20 minutos después, se lo escuchó confundido.

"No sabemos dónde estamos... todo es... no podemos distinguir nada. Creemos estar alrededor de 225 millas al noreste de la base", se le escuchó decir aquella mañana. 

"Si aterrizas en el agua con olas de 8 o 10 pies el avión se destruye, es como si chocara contra un muro de ladrillo", opina. "Lo que creo que sucedió es que aterrizó, se quebró y probablemente nadie pudo salir, si alguno lo hizo no debe haber durado mucho en la tormenta".

Y había más por venir. Minutos después de conocerse que el vuelo 19 estaba en serios problemas dos aviones de rescate fueron enviados en su ayuda. Esa misma noche uno de los aviones de rescate también se perdió.

"Era un hidroavión PBM Mariner, y desde un barco ubicado en la costa se vio como explotaba y caía al agua", recuerda White. "Fue un segundo desastre".

Días después, cientos de aviones y barcos recorrieron los mares en busca del avión PBM, pero no se encontró nada.

El misterio continuó. En 1964, casi 20 años después de la primera desaparición, una revista acuñó la frase Triángulo de las Bermudas para esa gran área del mar ubicada entre la costa de Florida, Bermuda y Puerto Rico.



Quienes creen en la leyenda, aseguran que muchos más barcos y aviones han desaparecido misteriosamente.


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